Nunca es pronto para hablar de moda. Y menos si se trata de uno de los espectáculos con los que el mundo se para para volverse un simple espectador. Nos referimos a la Met Gala 2026, de la cual ya sabemos suficientes datos como para no dejarlos por escrito. Para empezar, será como todos los años el primer lunes de mayo, en este caso el día 4 cuando se desplieguen las alas de una de las alfombras con más carga mediática de la temporada.
Para poder continuar, tenemos que dejar atrás las pajaritas y los trajes de chaqueta del dandismo negro -temática del pasado 2025- y viajar hacia una figura relativa, que viaja desde lo escultural hasta su máximo grado de naturalidad. El tema se llama ‘Costume Art’ y se centra en el protagonista de todas las puestas, el cuerpo, y cómo este ha sido reinterpretado en las distintas formas que ha cobrado la moda durante tantos siglos. Es como si se tratara de un homenaje a la metamorfosis del cuerpo a través de la moda y de los distintos ojos que la han diseñado y vestido.
El cuerpo como un molde
«La idea era volver a incluir el cuerpo en las conversaciones sobre arte y moda, y ensalzarlo, no eliminarlo para elevar la moda a forma de arte», explicaba Andrew Bolton, comisario jefe del Costume Institute. Como en el imaginario corporal, todo vale. El cuerpo clásico, el desnudo, aquellos más arquitectónicos y estructurados, e incluso los que se rigen por curvas, volúmenes y formas extracorpóreas. No hay límites. Bueno sí, centrarse en la temática y no desvariar, un malentendido bastante frecuente en los feligreses del Museo Metropolitano de Nueva York.
Si no has comprendido bien la temática -también nos ha costado un poco al principio-, no te preocupes, céntrate en esta idea: vestir la reinterpretación del cuerpo a través de la moda. Tu collage mental debe ilustrar desde las formas clásicas como los vestidos Delphos tradicionalmente atribuidos a Mariano Fortuny, drapeados helenísticos reinventados, contrastados con los cuerpos surrealistas al estilo de Dalí y Schiaparelli, y las lecturas más contemporáneas inspiradas en artistas como Jenny Saville o Louise Bourgeois.

¿De quién es la corona este 2026?
Venus Williams, recién galardonada con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes, junto a Beyoncé y Nicole Kidman, serán algunas de las anfitrionas de esta edición. Es decir, unas propuestas que vuelan bien alto en la industria. La atención se centra especialmente en Beyoncé, quien pisará la alfombra roja del evento por primera vez en diez años; la última ocasión fue en 2016, durante la exposición Manus x Machina, con un diseño de Alta Costura de Givenchy. Por su parte, Williams y Kidman, que ya participaron en la Met Gala de este 2025, regresan nuevamente al evento.
Entre las novedades también se encuentran Zoe Anthony Vaccarello y Zoë Kravitz como copresidentas del Comité Organizador de la Met Gala 2026, junto a miembros como Sabrina Carpenter, Gwendoline Christie, Elizabeth Debicki y Lena Dunham.
Más que un escaparate

Su primera edición se celebró en 1948, se institucionalizó como evento anual en 1971 y desde 1995 ha estado bajo la dirección de Anna Wintour en colaboración con Vogue. Aunque sea reconocida como la “Superbowl de la moda” debido a su carácter mediático, su objetivo principal es recaudar fondos para el Costume Institute del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, que alberga una de las colecciones de moda más importantes del mundo. Se desconocen las cifras que consiguen recaudar cada año, pero teniendo en cuenta que empresas como Apple y Gucci han llegado a pagar entre uno y dos millones de dólares por solamente una mesa, se puede pensar que el número tiene una larga serie de ceros.
Además de los patrocinios corporativos, la MET Gala obtiene ingresos a través de las entradas individuales, que actualmente cuestan 75.000 dólares, mientras que el precio de las mesas puede variar entre 300.000 y un millón. De ser una discreta ceremonia benéfica, ha pasado a convertirse en un evento global de enorme relevancia cultural, conocido como la “Superbowl de la moda” por su despliegue visual en la alfombra roja y su capacidad de marcar tendencias a escala mundial.
