Especialista en marketing estratégico y fundadora de la agencia de marketing Lebeu Beauty y de Lienna Studio, Raquel Rafás es una joven pero experimentada empresaria, especializada en la profesionalización de marcas y redes sociales mediante el marketing. Con más de 10 años de trayectoria en el mundo del marketing, su bagaje abarca varios sectores, desde el de la belleza, donde empezó, hasta el turismo o las inversiones financieras, en los que ha desembarcado en los últimos años, dado que, como ella misma explica, “el mundo de las agencias es exigente y duro, hay mucha competencia, rotación y márgenes complicados.
Por eso, cuando sentí que en Lebeu había alcanzado un techo natural de facturación y de crecimiento –añade–, entendí que era momento de diversificar, para no depender únicamente de un negocio. Además, me siento mucho más empresaria que especialista en marketing: con el tiempo, el marketing dejó de desafiarme y ya lo sentía muy ‘sota caballo y rey’. Pero también es cierto que soy empresaria gracias al marketing y me apasiona la parte más estratégica”.
Ahora, este próximo mes de enero, Rafás, abrirá en Dubái su tercera agencia, volviendo a salir de su “zona de confort”, situándonse en un mercado distinto, con otra escala y otra velocidad. “Dubái es un lugar donde la ambición, la estética y el crecimiento conviven de una forma muy particular, y me apetecía escalar mis negocios y vivir una experiencia más internacional”, comenta.
El nuevo proyecto, continúa explicándonos, “sigue la línea de mis otras agencias, que es un modelo que funciona y es rentable, pero cada una tiene su propia identidad. Lebeu es más conservadora y sofisticada; Lienna, más moderna y transgresora; y esta tercera la estamos construyendo desde cero para el mercado de Dubái. Diría que el posicionamiento será más ‘boutique’ que nunca: todas mis agencias se rigen por un posicionamiento boutique. Para mí, eso significa trabajar con marcas que aspiran a un enfoque premium, que buscan calidad por encima de cantidad y que valoran una estética diferenciada.
Son los proyectos que encajan conmigo: por filosofía, por conocimiento y por gusto. No trabajo con todas las marcas, porque sé que no todas vibran con mi estilo y forzarlo no tiene sentido, porque no consigo los mismos resultados. Saber qué tipo de profesional eres y dónde aportas valor marca la diferencia”. “En Dubái esa línea se va a acentuar aún más. Es un mercado que valora mucho la excelencia y la identidad visual y eso encaja con mi forma de construir marca. Más que una cuestión de selección, es de coherencia: quiero rodearme de proyectos que me inspiren, que compartan la misma visión y que me permitan nuevos retos”.
