La baronesa Thyssen no necesita supervisar la sesión fotográfica. Saluda uno a uno a los miembros del equipo desplazado a su casa, en la zona alta de Barcelona, un hogar donde se dan la mano el impresionismo y el pop-art con muebles centenarios traídos de Extremo Oriente. Tras las presentaciones, Tita se hace a un lado consciente de que su hija, Carmen Thyssen Jr. (Estados Unidos, 19 años) es capaz de manejarse perfectamente por sí sola en una sesión de fotos. Sale a la terraza junto a su sobrino, Guillermo, mientras el equipo de fotógrafo, asistente, iluminador y director de arte se mueven por el amplio piso localizando los mejores ángulos. Les acompaña un cariñoso pomerania que responde al nombre de ‘Paris’.

Tras mucho debate sobre dónde se podría realizar esta sesión fotográfica –¿en Madrid? ¿en el museo Thyssen? ¿en Más Mañanas, la casa que la baronesa posee en de la Costa Brava?–, finalmente se eligió el sitio más adecuado para que nuestra protagonista no faltara a clase: para ella lo más importante ahora mismo es la carrera de Derecho. Por eso nos encontramos en casa de Carmen.
Carmen se deja maquillar tan relajada como si lo hiciese ella misma. El periodista busca un clima de proximidad con un cumplido y un par de preguntas previas, a las que la joven responde con una sonrisa deslumbrante bajo sus ojos azul mediterráneo. Carmen y su melliza Sabina, son las hermanas menores de Borja, el primogénito de Tita. Llenaron de luz la vida de Carmen Cervera desde su llegada al chalé Mas Mañanas en Sant Feliú de Guíxols (Girona) y ella les correspondió dedicándose en cuerpo y alma. Educadas en casa primero y en Andorra después, a ambas les apasiona el arte. Si bien es Sabina la que estudia Arte y Diseño en el país de los Pirineos, Carmen Jr. está decidida a participar activamente en la gestión de un legado tan relevante como la Colección Privada Thyssen, una de las más importantes de Europa, y que tendrá una nueva delegación en Barcelona. El 20 de noviembre, el imponente edificio del que fuera hasta hace muy poco sede del cine Comèdia –en Passeig de Gràcia esquina con Gran Vía– presentó una intervención artística efímera elaborada por 90 estudiantes de escuelas de arte y diseño de la capital catalana, ciudad natal de Tita Cervera. Ese fue el acto inaugural del que será Museu Carmen Thyssen Barcelona, cuya apertura está prevista en 2028, y esta es la primera entrevista de la joven llamada a continuar la obra de la baronesa.
«Siento que pertenezco a varios lugares. Pero si tuviera que elegir uno, diría que me siento más de Andorra»
Tu madre nació en Barcelona, tu hermana y tú os habéis criado en Girona, desde hace un tiempo vivís en Andorra… ¿De dónde te sientes?
Nací en Estados Unidos y me crié en Andorra. Pasé todos mis veranos en la Costa Brava y ahora vivo en Barcelona por la universidad. Esta pregunta siempre me hace sonreír porque, sinceramente, siento que pertenezco a varios lugares. Pero si tuviera que elegir uno, diría que me siento más de Andorra. Allí pasé mi infancia, mi etapa escolar y mi adolescencia; es donde conocí a algunas de las personas más importantes de mi vida y donde he vivido momentos que me marcaron profundamente.
Recuerdas cuándo fuiste consciente de la importancia de tu apellido y el legado que te espera?
La verdad es que siempre he sido consciente. Desde pequeña, junto con mi hermana, acompañábamos a nuestra madre a exposiciones, museos y actos importantes relacionados con la fundación. Crecimos rodeadas de arte y eso nos hizo entender muy pronto la responsabilidad y la importancia que conlleva formar parte del mundo de la cultura.
«Mi madre es un ejemplo de independencia, valor y determinación»
Carmen Thyssen es una mujer poderosa, culta, amante del arte, hecha a sí misma… De los valores que te ha transmitido ¿cuál te hace sentir más orgullosa?
Su fortaleza. Mi madre siempre ha sido un ejemplo de independencia, valor y determinación. Me ha enseñado a no rendirme nunca, a creer en mí misma y a luchar por mis objetivos, incluso cuando las circunstancias no son fáciles.

“Me atraen las actividades con un punto de adrenalina, porque me retan y me hacen salir de mi zona de confort”, has dicho en una entrevista. Si te propongo una lista en la que figuran temeridades como lanzarte en paracaídas, hacer buceo, parapente, volar en ultraligero, volar en globo, conducir una moto a 200 km/h o quedarte a dormir sola en un bosque, ¿cuál no has hecho y te atreverías a hacer?
De esa lista me atrevería a hacer todas menos a conducir una moto a 200 km/h. Me encanta la adrenalina, pero eso ya roza la temeridad y no lo recomendaría ni desde luego lo probaría; el riesgo es demasiado elevado. Las demás —quizás la del bosque solo en caso de que estuviese acompañada por una amiga (risas)— me atraen muchísimo y me encantaría experimentarlas alguna vez. De entre todas, ya he practicado buceo, que me apasiona, y parapente.
Confesabas recientemente en la revista ¡Hola! que “escuchar el corazón sin perder la cabeza” es una frase que te guía. ¿Puedes darme un ejemplo reciente de una decisión en la que aplicaste ese lema y qué resultado tuvo?
Para mí significa seguir lo que siento sin perder de vista la razón. Un ejemplo reciente ocurrió cuando tenía un examen importante al día siguiente y un amigo muy cercano estaba pasando por un momento complicado. Realmente necesitaba mi apoyo. Tuve que equilibrar mi responsabilidad académica con mi intención de ayudarlo y conseguí hacerlo: estuve con él el tiempo necesario y después me organicé para estudiar. Finalmente, todo salió bien.
El legado Thyssen y los museos
El museo Carmen Thyssen Barcelona ya tiene fecha de apertura: será en el segundo semestre de 2028. Se ubicará en el histórico cine Comèdia del Passeig de Gràcia con una ambiciosa obra que incrementará el volumen total del edificio hasta alcanzar los 10.000 m2. ¿Qué papel vas a desempeñar en ese proyecto y qué visión tienes en términos de público joven?
Estaré muy involucrada en el desarrollo y en la toma de decisiones. Llevo tiempo trabajando junto a mi madre en la colección, y nuestro papel será aportar nuestra visión museística y conocimiento artístico a este nuevo proyecto. Mi vínculo con Barcelona es muy fuerte, y como parte de la nueva generación, quiero contribuir a acercar el museo al público joven, utilizando lenguajes y formatos actuales que lo hagan todavía más inclusivo y accesible.
¿Qué aspectos del legado Thyssen te atreverías a cambiar o reinterpretar?
Más que cambiarlo, mi objetivo es hacerlo crecer. Quiero formarme profesionalmente para que la colección siga evolucionando, adaptándose a los nuevos tiempos y conectando con las generaciones futuras.

Carmen debutó como heraldo de su madre justo un día antes de cumplir 19 años: el pasado 5 de julio inauguraba la exposición Entre obras, diálogos prefigurados con la Colección Carmen Thyssen en el Espai Carmen Thyssen, museo creado por la baronesa en el monasterio de Sant Feliu de Guíxols (Girona) y a un paseo del chalé donde vivió sus primeros años. Llegó, saludó a las autoridades, recibió un ramo de flores de la Colla de Gegants local y habló en público. “Estoy muy contenta de estar aquí, frente a todos vosotros en representación de mi madre, para daros la bienvenida a esta magnífica exposición. Espero que la disfrutéis mucho”. Su madre puede estar orgullosa. Está aprendiendo muy rápido los mecanismos para regir los destinos y ser la cara visible de cinco centros de arte imprescindibles –en Madrid, Girona, Málaga, Andorra y Barcelona– que llevan su apellido.
Los mejores artistas
¿Cuál es el artista, obra o movimiento artístico que más te ha marcado? Si se declarase un incendio, ¿qué cuadro salvarías?
He crecido entre obras que me han enseñado a ver el arte como una forma de pensar y de sentir. Me fascina la precisión de Ingres, la luz y el detalle de Fortuny, la libertad del color en Matisse o la profundidad de Gauguin. Cada artista te ofrece una mirada distinta. Si hubiera un incendio, no podría elegir qué cuadro salvar; en el arte no se elige, porque el sentido está en el conjunto, en la conversación que se crea entre las obras.
¿Caravaggio o Picasso? ¿Velázquez o Mondrian? ¿Cómo explicar a un profano que el arte no puede compararse en términos semejantes?
Así es. Comparar a Caravaggio con Picasso o a Velázquez con Mondrian, en mi opinión, es un cuestionamiento imposible de responder. Cada uno de ellos pertenece a un contexto, a una forma distinta de entender el arte. Caravaggio hablaba con luz y dramatismo, Mondrian con equilibrio y abstracción. No se puede decir que uno sea “mejor” que otro, igual que no se puede comparar un cuadro con una sinfonía. El arte no funciona por categorías ni por jerarquías, sino por la capacidad de cada obra de conmover y de hacer pensar a quien la observa.
La baronesa Thyssen dice esto sobre ti y tu hermana: “Tienen confianza para contarme cualquier cosa, esa es la relación que tuve con mi madre y he procurado que ellas tengan la misma manera de pensar”. ¿Qué te daría más vergüenza contarle, que te has enamorado de un ‘bad boy’ o que no te gusta tanto la obra de Pisarro, uno de los pintores favoritos de tu madre?
(Risas) La verdad, no me daría vergüenza contarle a mi madre ninguna de las dos cosas. Ella entiende que el arte va por sentimientos y por gustos, y que no a todos nos conmueven las mismas obras, así que no pasaría nada si Pissarro no me llegara tanto. Y en cuanto al amor, siempre ha respetado mis decisiones; si estoy enamorada de alguien y esa persona me quiere de verdad, lo aceptaría. Pero bueno, si tengo que elegir una… creo que me daría un poco más de vergüenza contarle lo del bad boy (risas).

El futuro de Carmen Thyssen Jr.
Actualmente estudias Derecho aunque comenzaste ADE y Relaciones Internacionales. ¿Por qué decidiste cambiar de grado?
Sí, ahora estudio Derecho. Cambié de carrera porque, aunque me adapté bien en ADE, sentía que el Derecho encajaba mejor con la persona que soy y con lo que necesito en la vida. Me di cuenta de que me gustaba muchísimo, con asignaturas que siempre se me habían dado bien y que me interesaban desde pequeña. Lo investigué y vi que realmente era lo que quería estudiar, algo que me serviría tanto para mi vida personal como para mi futuro.
Tus primeros años los pasaste en un chalé de nombre tan evocador como Mas Mañanas, así que seamos soñadores: ¿Cómo te imaginas a ti misma dentro de diez mil mañanas, es decir, algo más de 25 años?
Me imagino siguiendo vinculada al mundo del arte y de los museos, haciendo crecer el legado de mi familia y los proyectos que hemos construido con tanta dedicación. Me gustaría haber formado ya mi propia familia y, al mismo tiempo, seguir creciendo profesionalmente en proyectos que me inspiren y me permitan aportar algo significativo al ámbito cultural. También sueño con expandirme a nivel internacional dentro del mundo de los museos, creando nuevas conexiones y puentes que mantengan vivo al arte y su importancia.
*Director creativo: Luis Rodríguez, Estilismo: Beñat Yanci, Make up: Raquel Costales para Chanel, Hair: Raquel Costales para Termix, Asistente estilismo: Jessica Martos, Asistente foto: Anna Pérez.
