El Corte Inglés abre relevo en su presidencia con el nombramiento de Cristina Álvarez como presidenta no ejecutiva del grupo, una decisión adoptada por unanimidad por el Consejo de Administración y propuesta directamente por su hermana y actual presidenta, Marta Álvarez. El cambio, que será efectivo el 15 de enero de 2026, llega dentro de un proceso “ordenado, estable y de continuidad”, pese a no estar previsto tras la renovación de Marta Álvarez el pasado julio por cinco años más.
Durante la sesión del Consejo, Cristina Álvarez agradeció el “magnífico trabajo” realizado por Marta durante los últimos seis años y expresó su compromiso a desempeñar sus funciones “con humildad, defendiendo siempre los intereses de los accionistas, de los empleados y de los clientes de esta gran empresa”.
En una carta dirigida a los accionistas, Marta Álvarez explicó que, tras más de seis años en la presidencia y después de la reciente configuración de una nueva primera línea ejecutiva, considera que “ahora llega el momento de abrir una nueva etapa en la presidencia de la compañía”. Subrayó también que “con el esfuerzo de todos hemos conseguido grandes resultados, que han permitido a la compañía encarar el futuro con garantías, siempre con el cliente en el centro”.
De cara al futuro inmediato, añadió: “Con un nuevo equipo directivo preparado para lograr los objetivos marcados en el Plan Estratégico 2025-2030, considero, y así se lo he propuesto al Consejo, que llega el momento de abrir una nueva etapa en la presidencia con mi hermana Cristina al frente a partir del próximo 15 de enero de 2026”.
Marta Álvarez seguirá vinculada al grupo como miembro del Consejo, de su Comisión de Seguimiento y en la dirección estratégica de Marcas Propias, Moda y Hogar, asegurando que “Cristina cuenta con todo mi apoyo desde el Consejo y la Comisión de Seguimiento, para continuar trabajando por esta empresa, a la que he dedicado prácticamente toda mi vida profesional”.
El Consejo de Administración agradeció de forma unánime la dedicación de Marta Álvarez durante los últimos seis años, destacando la solidez del relevo y su papel en una transición que marca un nuevo hito para la presencia femenina en la alta dirección empresarial española.