En los últimos meses, España ha visto cómo la cartera de Defensa se preparaba para recibir una buena cantidad de dinero. Y no es para menos. La OTAN ordenó a todos sus miembros una subida del PIB en el sector del 5%. Algo a lo que España, semanas más tarde, se negó.
Dentro de la Alianza, España está en la parte inferior de los países que más invierten en Defensa, con un 1,28% de su PIB en 2024. España es uno de los países que, con datos absolutos, más invierte en gasto militar, con unos 22.000 millones de euros en 2024, según el SIPRI, aunque por debajo de países como Italia, Polonia, Francia o Alemania.
No obstante, en abril se presentó un Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, en el que se destinarían 10.471 millones de euros a modernizar el plantel, con base en distintos puntos: la mejora de las condiciones laborales, la preparación y el equipamiento de las Fuerzas Armadas (35%), el desarrollo y adquisición de nuevas tecnologías de telecomunicación y ciberseguridad (31%), entre otros.
España también cuenta con una potente industria dedicada a la Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio, que se engloba dentro de la asociación TEDAE, y que en 2023 volvió a niveles previos a la pandemia. El sector de la aeronáutica es el que más facturación presenta, con casi 10.000 millones de euros, y con un aumento respecto al año pasado de casi el 13%; en segundo lugar, la defensa y seguridad en sí representan algo más de 8.000 millones de euros, con una subida de casi el 9% respecto a 2022; y el apartado dedicado al espacio, el que menos cifra de facturación tiene respecto a lo otros, ronda los 1.200 millones de euros, también con un incremento de algo más del 12%.
De migajas a millones
De las migajas de financiación a los millones de inversión. La otra cara de la moneda del género en el deporte comienza a brillar como nunca antes lo había hecho. El sector femenino vive su momento más álgido en cuanto a popularidad y apoyo financiero, tanto de vías públicas como privadas, y en todo el mundo. Un informe de Deloitte publicó en 2025 que las previsiones globales de ingresos del deporte de élite femenino superarán los 2.350 millones de dólares en ese año (alrededor de 2.000 millones de euros).
De esta cifra, se desglosa en que más de la mitad irá destinado a los ingresos comerciales, según las organizaciones generen más reconocimiento de marca e interés de la gente, y los contratos sean más lucrativos. El resto serían por ingresos de retransmisiones y por la taquilla en el día del partido. Además, el baloncesto continúa siendo el deporte en el que su parte femenina genera más dinero, gracias a nuevas estrellas que aumentan la asistencia en los partidos, el merchandising y la mejora de instalaciones.
En Europa, la Champions League femenina ha visto una subida de ingresos a partir de la temporada 2021/22, hasta los 18,9 millones de euros, según el reporte financiero de la UEFA. Y en España ese aumento también se percibe con claridad, con la Liga F como principal representante, con más de 52 millones de euros de ingresos, aunque con 63 millones de gastos, registrados en la temporada 2023/24. De las ganancias, la mayor parte viene de publicidad y comercialización, y la menor de la taquilla y abonados; y de las pérdidas, un 40% sale hacia personal, y menos de un millón de euros a gastos financieros.
Apoyo del Gobierno de España
Desde el Ejecutivo también se procura aportar financiación al deporte femenino a través de distintos programas o conferencias. Por ejemplo, el Programa Mujer y Deporte ofrece desde hace un lustro casi dos millones de euros a federaciones deportivas para la promoción y difusión del deporte femenino, formación, ayudas a desplazamientos, elaborar planes de igualdad y contratar más mujeres.
También a las comunidades autónomas se les ha transferido dinero para la promoción de la igualdad de la mujer. En 2022, la Conferencia Sectorial del Deporte aprobó la distribución de 17,9 millones de euros a repartir entre las 19 autonomías para el desarrollo de políticas de igualdad y de inclusión deportiva, como parte del Plan Social del Deporte.
