Una pícara adolescente con la letra escarlata bordada en sus corsés en Easy A (2010); una criatura de cabellos largos negros creada para cuestionarse todo en Pobres Criaturas (2023); o una aspirante a actriz que baila claqué con a Ryan Gosling sobre un atardecer de tonos malva de Los Ángeles en La La Land (2016), son solo algunas de las formas que cobra Emma Stone en el imaginario colectivo cinematográfico. Y es que los grandes ojos de la actriz no es su únicas virtud reptiliana para mudar de piel cada vez que su rostro abarca el objetivo de una cámara de cine. Entre ellas se encuentra destacablemente su talento. Este próximo viernes 7 de noviembre volverá a dejarnos con la boca abierta con el estreno de su cuarta colaboración con el director Yorgos Lanthimos, Bugonia, un thriller absurdo cargado de humor, conspiraciones y tensiones altas.
Consta de una nueva jugada cargada de crítica social por parte del director griego, en la que desfila una historia donde Michelle Fuller -Stone-, una poderosa directora de una farmacéutica, es abducida por dos hombres -Jesse Plemons y Aidan Delbis- que tienden a creer en grandes conspiraciones, aquí en particular, que ella es en realidad una alienígena enviada a la Tierra para destruirla. Una trama descabellada -literalmente, porque Stone se entrega hasta tal punto que le rapan la cabeza en directo en la película- distribuida por Focus Features que pretende poner patas arriba las convicciones de su público, en un juego donde los roles sociales se difuminan y se pinta una línea blanca encima, o en este caso crema, mucha crema -si ves la película, lo entenderás.
Además de su paralelismo con la desinformación y absurdos que rodean la realidad cotidiana, lo que más sobresale de esta película es su reparto, que es conciso pero efectivo. Jesse Plemons -nominado al Oscar a mejor actor de reparto con El poder del perro en 2023- y Emma Stone (Arizona, Estados Unidos), intérprete por la que la Academia y los gigantes cinéfilos babean.
Stone ha construido una trayectoria cinematográfica brillante, marcada por su versatilidad y carisma en pantalla. Debutó en comedias juveniles como Supersalidos (2007) y Easy A (2010), que la catapultaron a la fama por su humor y naturalidad. Con el tiempo, demostró su madurez interpretativa en títulos como Criadas y Señoras (2010) y Birdman (2014).
Ahora, con solamente 36 años ya acumula en su estantería dos premios Oscar a mejor actriz por La La Land (2016) y Pobres Criaturas (2023), dos premios BAFTA, dos Globos de Oro y tres galardones del Sindicato de Actores (SAG Awards). Tras saber esto, no está de más decir que es por supuesto considerada una de las mejores y más aclamadas actrices de su generación.
Asimismo, se podría decir que ha habido un director que ha sabido especialmente sacar el mázimo provecho a su talento, o al menos dirigirlo por el camino correcto. En concreto hacia un destino un tanto surrealista, excéntrico y existencialista. La química profesional entre Stone y Lanthimos se funde en arte. De tal manera que se ha convertido en una de las colaboraciones más fructíferas y admiradas del cine reciente. Su relación profesional comenzó con La favorita (2018), película que le valió a Stone una nominación al Oscar y consolidó la singular conexión artística entre ambos. Más tarde, Lanthimos volvió a confiar en ella para protagonizar Pobres Criaturas (2023), una fábula visual y transgresora que le otorgó a la actriz su segundo premio de la Academia. Y parece que Bugonia está dispuesta a ser otro exitoso capítulo en el lenguaje artístico de esta dupla tan distintiva.
De hecho, desde su estreno en el Festival de Venecia el pasado agosto, donde recibió una ovación de siete minutos de duración, se sabe que la suerte de Bugonia acabará por echarse en varias categorías de los Oscar, incluyendo mejor guión adaptado, mejor actriz y actor de reparto, e incluso entre las nominadas a mejor película. La crítica parece alimentarse de este tipo de historias que desafían la realidad y que desatan una oleada de preguntas escondidas a plena vista. Sin embargo, le gusta aún más la afilada interpretación de Stone quien, una vez más, lo ha dado todo por dar vida a otro personaje en el que no se reconoce a la artista, solo al arte.
Puede que la acertada elección de proyectos y directores haya impulsado a Emma Stone a convertirse en una de las actrices más exitosas de las últimas décadas, con un patrimonio que ya supera los 60 millones de dólares. O quizás sea porque, a través de sus ojos, logramos ver una historia diferente cada vez que despliega su talento en la pantalla. Quién sabe, tal vez la historia que nos cuente en Bugonia, a partir de este 7 de noviembre, trate precisamente de eso: de que todos conspiramos para que se lleve su tercer premio Óscar.
