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¿Podrá la Primera Ministra Sanae Takaichi salvar a Japón de una crisis económica?

Steve Forbes elogia las inclinaciones del primer ministro Takaichi, que podrían ayudar a Japón a salir de su estancamiento económico.

Sanae Takaichi. Foto: Getty.

¿Podrá la nueva —y primera mujer— primera ministra de Japón salvar a su país de una grave crisis económica que también dañaría a Estados Unidos y al resto del mundo libre?

Sanae Takaichi (Japón, 64 años), quien acaba de asumir el cargo, es una gran admiradora de Margaret Thatcher. En sus 11 años como líder británica, de 1979 a 1990, la Dama de Hierro transformó a su país, conocido como el enfermo de Europa, de una nación inflacionaria, con impuestos excesivos y económicamente débil en un motor económico. Recortó drásticamente los impuestos, destruyó el poder nocivo de los sindicatos del Reino Unido, frenó la inflación e impuso una sólida política exterior que contribuyó a la victoria en la Guerra Fría contra la Unión Soviética.

En la misma línea, Takaichi ha abogado por un importante aumento del gasto en defensa para contrarrestar la creciente agresividad de China. Quiere unos lazos militares y económicos más fuertes con Estados Unidos. Desafortunadamente, sus políticas económicas, en gran medida más de lo que se ha hecho antes, no sacarán a su país de su peligrosa rutina económica. Durante años, Japón ha incurrido en un gasto público masivo e impuestos cada vez más altos. La deuda pública, proporcionalmente, es casi el doble de la de Estados Unidos. De 1999 a 2024, el Banco de Japón se dedicó a una política destructiva de tipos de interés cero. Las instituciones financieras, bajo una fuerte presión gubernamental, se cargaron de bonos del gobierno cuyo valor de mercado está muy por debajo del valor contable.

La inflación en Japón

Japón está sobreimpuesto. Los impuestos sobre la nómina combinados superan el 32%, en comparación con el 15,3% en EE. UU. Peor aún, no hay límite de ingresos. En EE. UU., el límite de ingresos para los impuestos de la Seguridad Social es de 176.100 dólares. La tasa impositiva corporativa en Japón llega hasta casi el 35%, dependiendo del tamaño de la empresa. La tasa individual máxima es del 45%.

Además, el yen está débil. Aun así, Takaichi quiere otro de los infames paquetes de estímulo económico de Japón.

¿Recortes de impuestos thatcherianos? Olvídenlo. Los cambios fiscales son insignificantes, y el próximo año habrá un recargo corporativo. Takaichi debe adoptar un enfoque económico firme y thatcheriano.

Desafortunadamente, por razones incomprensibles, el poderoso Ministerio de Finanzas de Japón detesta las rebajas de impuestos. De hecho, prefiere lo contrario. Desde la década de 1990, ha impuesto impopulares subidas de impuestos.

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