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‘Mi postre favorito’, la peli “obscena” que ha puesto en pie de guerra al régimen iraní llega al cine

«Mi postre favorito» narra cómo una mujer de 70 años desafía las normas en Irán, un reto que llevó a sus directores a ser condenados.

Fotografía de los protagonistas de la película "Mi postre favorito" © Dailymotion

En un país donde enamorarse puede ser un acto rebelde, «Mi postre favorito» se atreve a mostrar lo que en Irán está prohibido: una mujer de 70 años que decide, simplemente, vivir y amar. La nueva película de Maryam Moghaddam (Irán, 55 años) y Behtash Sanaeeha (Irán, 45 años), estrenada en España el pasado 8 de agosto, ha desatado la ira del régimen iraní, que ha condenado a sus directores a más de un año de prisión, una multa de 14.000 dólares (aproximadamente 12.740 euros) y cinco años de inhabilitación. Las penas, actualmente, están suspendidas.

Lo que empieza como una comedia romántica de la tercera edad, se va oscureciendo poco a poco hasta convertirse en una tensa película política. Mahin, interpretada magistralmente por Lili Farhadpour, es una viuda que vive sola en Teherán. Un día, cansada de su soledad, encuentra el amor en Faramarz, un taxista encarnado por el actor Esmaeel Mehrabi. Lo que en la mayoría de países sería una historia entrañable, en Irán es una ofensa al orden establecido. Porque en este país, tras la Revolución Islámica, bailar, mostrar el cabello, beber vino o tener pareja sin estar casada no solo está mal visto, sino que es ilegal.

“La película es sobre amor, sobre lo fugaz que es y sobre esos momentos felices que hay que perseguir. Pero también sobre la soledad, que es un sufrimiento universal”, explica Moghaddam a diario Público desde Teherán.

Rodada en condiciones límite

La película, una coproducción entre Irán, Suecia y Alemania, se rodó de forma semiclandestina y retrata dos mundos: el exterior vigilado, donde Mahin debe cumplir las estrictas normas del hiyab y la moral islámica, y el interior de su casa, donde se viste con vestidos de colores que le envía su hija desde Europa, baila, se maquilla, bebe vino… y se permite ser mujer.

El rodaje, además, coincidió con un momento histórico: a las dos semanas de iniciar las grabaciones, en 2022, la joven Mahsa Amini murió bajo custodia policial por presuntamente ignorar las estrictas leyes iraníes sobre el velo, algo que desencadenó un movimiento de protestas masivas lideradas por mujeres y apoyado por hombres, y que ha provocado ya cientos de detenciones y muertes. El equipo decidió continuar como un gesto de apoyo a ese movimiento, aun sabiendo que las consecuencias serían graves.

El film se estrenó en la Berlinale (Festival Internacional de Cine de Berlín) en 2024, pero sus directores no pudieron asistir porque las autoridades iraníes les confiscaron los pasaportes. “Decidimos dar estos pasos hacia la libertad, hacia romper esas ridículas líneas rojas. No puedes estar en desacuerdo con lo que te rodea y no hacer nada”, afirma Moghaddam.

“No puedes estar en desacuerdo con lo que te rodea y no hacer nada”, explica uno de los directores

Ovación internacional

«Mi postre favorito» ha conquistado a la crítica y las reacciones fuera de Irán han sido unánimes. El crítico de cine Peter Bradshaw, en The Guardian, la califica como “maravillosamente dulce y divertida” y le otorga cinco estrellas, celebrando su potencial para abrir debates sobre el arte en regímenes represivos.

Wendy Ide, también en The Guardian, la describió como “una joya poco común”, mientras que The Hollywood Reporter habló de “un sublime retrato de almas en edad adulta y complicadas”. Por su parte, Carlota Moseguí (Cinemanía) la vio como “un desesperanzado alegato feminista contra la sociedad iraní”.

La “obscenidad” de vivir libre

El Tribunal Revolucionario iraní calificó la película de “propaganda contra la República Islámica” y “contenido obsceno”. Si bien, es importante destacar que, según este tribunal, la supuesta obscenidad de la película no son desnudos, ni violencia, ni sexo explícito: es una mujer mayor que, libremente, elige a quién amar y cómo vivir. Un gesto que, en el contexto iraní, se convierte en una declaración política y en el acto más radical de todos.

Una historia que rompe clichés, dentro y fuera de Irán

Más allá de Irán, «Mi postre favorito» rompe un tabú global: el amor y el deseo en la vejez. En un contexto cinematográfico que, por norma general, asocia el romance con la juventud y los estándares de belleza, Mahin y Faramarz reivindican que ese amor y ese deseo no tiene fecha de caducidad. “Hollywood nos dice que el amor es solo para jóvenes y delgados. No es así. Cualquiera, de cualquier edad y talla, puede enamorarse”, señala Moghaddam.