Es la mujer más rica de España, y no por nada. Como su padre, Amancio Ortega, Sandra Ortega Mera (A Coruña, 57 años) no compite en protagonismo sino en resultados. Su riqueza estimada en 10.400 millones de euros sigue creciendo: la empresaria gallega ha llevado a su inmobiliaria Ferrado Inmuebles a superar por primera vez los 1.000 millones de euros de patrimonio neto y a cerrar 2024 con beneficios, después de un año marcado por adquisiciones estratégicas en Alemania y mejoras en la ocupación de sus inmuebles.
Más allá del mercado español
Así es, no todo son acciones en Inditex. Según Expansión, la empresa de la discreta millonaria posee edificios y participaciones valorados en más de 1.200 millones de euros, con una deuda relativamente baja de 58 millones. En 2024, su facturación creció un 25% y alcanzó los 21,2 millones de euros, un 33% más que el año anterior. Entre sus últimas grandes compras están la sede de Telefónica en Hamburgo y un edificio de oficinas en Múnich, movimientos que refuerzan su plan de invertir más allá del mercado español.
Ferrado Inmuebles gestiona inversiones inmobiliarias en otros 5 países además de España y Alemania: opera a su vez en Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Portugal y Austria. Una parte significativa de sus activos corresponde a participaciones en filiales en EEUU y Reino Unido, sensibles a las variaciones del dólar y la libra. El valor neto contable de su cartera inmobiliaria asciende a 324 millones, mientras que el resto —883 millones— proviene de participaciones en empresas del sector.
Una millonaria discreta
Ni redes sociales, ni entrevistas y rara vez aparece en eventos públicos. Su fortuna no viene por la fama. Sandra Ortega heredó de su madre, Rosalía Mera, un paquete del 5,05% de Inditex y lo ha diversificado hacia sectores como el farmacéutico (5,09% en PharmaMar), el hotelero y como podemos ver cada vez más, el inmobiliario. También es dueña de negocios tan distintos como Viveros Borrazás, una tienda de flores y plantas fundada por su madre en 2003.
Alejada de la ostentación, vive en Oleiros, Galicia, con su marido, Pablo Gómez, jefe de operaciones en Inditex y sus tres hijos, Martín (24 años), Antía (22 años) y Uxía (18 años). Dedica gran parte de su tiempo y recursos a la Fundación Paideia Galiza (la cual preside ella misma), enfocada en inclusión laboral, emprendimiento y desarrollo sostenible. Su estilo discreto y su compromiso social hacen que cada movimiento —ya sea una compra en Hamburgo o un proyecto rural en Galicia— juegue a su favor.
