Después de conquistar Marvel, hacernos llorar en Marriage Story y desatar el caos en Lucy, Scarlett Johansson (Nueva York, 40 años) se enfrenta a su reto más salvaje: sobrevivir a una isla llena de dinosaurios. Y hacerlo con glamour. Cuando todos corren asustados, ella conserva su estilo impecable. Incluso manejando un lanzallamas. Jurassic World: Rebirth, uno de los estrenos más esperados del verano, promete ser una mezcla de adrenalina, nostalgia noventera y feminismo alfa (la mujer lidera), todo ello centrado en un nuevo terror subacuático: unos dinosaurios que viven en el agua.
Scarlett interpreta a Zora Bennett, una experta en misiones secretas que lidera una expedición para conseguir ADN de estos animales prehistóricos y crear un fármaco que salve millones de vidas. Entre rugidos, experimentos genéticos fallidos y un parque temático, esta nueva entrega revive la franquicia con un enfoque más femenino y sarcástico.
Detras de cámaras
Aunque Johansson es una de las mejores actrices de panorama actual, la norteamericana no quiso quedarse solo con las interpretación. Tras haber participado en más de cien películas, Johansson decidió dar un paso más allá hace tan solo unos meses.
En mayo de este mismo año, Scarlett se estrenaba como directora de cine en el Festival de Cannes, con su película debut Eleanor The Great. Un drama protagonizado por June Squibb, la actriz de noventa y cinco años que encarna a Eleanor Morgenstein, una anciana que, tras perder a su mejor amiga, busca volver a relacionarse, haciéndose amiga de una joven de diecinueve años.
La película está coproducida por Wayfare, la productora de Justin Baldoni, quién aún sigue en una lucha legal y mediática contra Blake Lively.
Su debut en Cannes fue todo un éxito, y aunque esta nueva faceta como directora es muy prometedora, hoy mismo vuelve a la gran pantalla como protagonista de nuestra saga favorita de dinosaurios.
De ser sexualizada a la mejor pagada
La actriz debutó en el cine en 1994, con solo 10 años, interpretando a Lauren en la película North. Y, aunque ahora es una estrella a nivel mundial, llegando a ser la actriz mejor pagada de la industria en 2018 y 2019, la carrera de Johansson no siempre ha sido un camino de rosas. La actriz ha contado como, tras la película Lost in Translation, se sintió encasillada en papeles en los que se la cosificaba: “No podía salir de ese círculo”.
Aún así, consiguió salir de ese bucle hasta convertirse en la actriz que siempre quiso ser. Hoy, Johansson está considerada la actriz más taquillera de la historia y sus películas han recaudado 14.500 millones de dólares en todo el mundo.
Fuera de la gran pantalla, la actriz disfruta con el jazz y la cocina. Está casada con el comediante Colin Jost, su tercer marido, y tiene dos hijos, Rose y Cosmo. Aunque es un icono, protege su vida privada y disfruta de las cosas sencillas, lejos del ruido de Hollywood. Y de los dinosaurios.
