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Cristina Garmendia, presidenta de Mediaset y portada de ‘Forbes Women’: «Los últimos datos de ‘Sálvame’ no eran buenos»

Nos colamos en la apretadísima agenda de Cristina Garmendia, presidenta de mediaset y portada del último número de Forbes Women, para hablar de televisión, innovación y de un pequeño milagro.

Cristina Garmendia fotografiada por Leire Cavia en la sede de Mediaset para la portada de Forbes Women. Viste total look de Gucci y pendientes y anillo de Suarez.

“He tenido el privilegio de conocer a gente extraordinaria en el mundo de la ciencia, premios Nobel, empresarios, políticos… Pero si tengo que pensar qué tres personas han influido más en mi vida son tres mujeres. Una en cada etapa. La primera, mi tía Valentina, que nació en 1920, fue toda una inspiración. Me emociono cuando hablo de ella porque era mi modelo. Una mujer valiente, empresaria, visionaria, siempre dispuesta para mí. Estar con ella era mi pasión”,   asegura Cristina Garmendia (San Sebastián, 63 años) en su despacho de Mediaset, efectivamente emocionada.

Bióloga, empresaria y ex política –fue ministra de Ciencia e Innovación con el segundo gobierno de Rodríguez Zapatero–, se podría decir que mucho de su tía Valentina aún pervive en esta mujer con una capacidad de trabajo infinita y un discurso tan firme como amable. “Un grupo como Mediaset, con 1.700 empleados, es como un trasatlántico. Tiene que acertar con el rumbo. No puede tomar decisiones bruscas ni emocionales. Cada pequeña decisión importa”, asegura la presidenta no ejecutiva de Mediaset, cargo que compagina con la presidencia, desde 2015 y en nombre de Mediaset, de la Fundación Cotec, que promueve la innovación como motor de desarrollo económico y social. 

Pequeñas o grandes, desde que Alessandro Salem sustituyera a Paolo Vasile como CEO hace dos años, la decisión de cambio es evidente: adiós a formatos históricos como Sálvame y viraje en los informativos con la salida de presentadores históricos como Pedro Piqueras y el fichaje estrella de Carlos Franganillo. “Nuestro anhelo es convertirnos en referente. Tener la mayor audiencia cada día, pero también acompañar con acierto los desafíos de la sociedad española a través de los formatos de información y entretenimiento”.

«Los datos son muy tozudos y los últimos datos de Sálvame eran malos»

Para ‘acompañar’ este cambio, Mediaset ha confiado en esta donostiarra que llegó al grupo hace ahora ocho años de la mano del que fuera presidente del grupo durante 26, el fallecido Alejandro Echevarría –también vasco y buen amigo–, quien la incorporó sin dudarlo al Consejo de Administración: “Me ficharon por mis conocimientos en tecnología e innovación. En este momento tan disruptivo y complejo de transformación de todos los proyectos empresariales, es un elemento esencial”.

Madre de dos hijos, Ander, de 30 años, Ingeniero Aeroespacial y Teresa de 28, Ingeniera Biomédica, nació en San Sebastián, estudió la carrera en Sevilla y el doctorado y un MBA en Madrid. Ha veraneado muchos años en Málaga y ahora ha retomado un destino al que le unen los mejores recuerdos de su niñez y adolescencia: las playas del Rompido en Huelva. Y siempre que puede se escapa a su tierra, donde practica senderismo con su inseparable prima Marisa, hija de Valentina.

Si tiene que elegir un rasgo de su carácter, escoge tesón: «Sin ninguna duda mi principal dificultad es decir que no a nuevos proyectos empresariales y aunque ahora se impone el horizonte vital tengo incapacidad para decir ‘no puedo’ o ‘no debo». Aunque para tesón, el nuestro. Una agenda imposible le impide terminar la entrevista en directo pero se compromete a seguir por WhatsApp, algo que cumple rigurosamente a pesar de las horas intempestivas o los domingos de guardar. Hablamos con Garmendia de ciencia, innovación, televisión y de cómo su llegada al mundo fue un pequeño milagro, después de que sus padres perdieran cinco hijos antes de que ella naciera. 

Cristina Garmendia fotografiada en Mediaset por Leire Cavia para Forbes Women. Viste camisa de la diseñadora Silvia Tcherasi; pantalón de Roberto Verino; zapatos de Jimmy Choo y pendientes de Suarez.

Lleva un año como presidenta. ¿Cuál es su balance?

Me he dedicado especialmente a cumplir mis competencias: representar institucionalmente a la compañía, relacionarla con todos los stakeholders para mostrar la potencialidad y el rol que desempeña el grupo. He tenido una dedicación especial en entender el desafío tecnológico y humano que supone operar siete canales [Telecinco, Cuatro, FDF, Boing, Divinity, Energy, Be Mad] que emiten las 24 horas. 

Reemplazó a Borja Prado, de talante conservador. ¿Su elección es una apuesta para acercarse a una ideología más progresista? 

Mediaset no es de izquierdas ni de derechas. Lo que tiene que conseguir es producir programas que entretengan con diversidad y variedad a la sociedad española en su conjunto. En toda la parte de entretenimiento que tiene que ver con el debate, nuestra aproximación es contar con personas expertas y periodistas diversos para que pueda haber un debate rico. 

«La televisión pública tiene que tener muy presente el rol que desempeña»

Mediaset ha dado un giro prescindiendo de programas como Sálvame, seña de la casa. ¿Cómo ha vivido ese cambio? 

Se produjo hace dos años. Yo entonces no era presidenta. Esa es la línea que lleva ahora Mediaset, capitaneada por el CEO, Alessandro Salem. Más allá de la línea de esos programas de entretenimiento, está la evolución de los datos, que son muy tozudos, y los últimos datos de Sálvame eran malos.

¿Cuál es ahora la seña de identidad de Mediaset? ¿Hacia dónde se dirige? 

La misión de Mediaset está en producir los mejores contenidos con una escucha muy activa. Escuchar a la sociedad, a los jóvenes, entenderlos y estar más cerca que nunca de ellos. Porque los necesitamos. Otra de las grandes señas de identidad de esta etapa ha sido traer a Carlos Franganillo al frente de los informativos. Carlos es un firme defensor de los nuevos formatos, más dinámicos, que conectan mejor con el público. Hay una inversión en cámaras, realidad aumentada y otros medios tecnológicos. Pero esto no se nota en las audiencias de la noche a la mañana. 

¿Qué le parece que TVE fiche a Broncano o La Familia de la Tele?

Yo tengo mi opinión personal, pero como presidenta de Mediaset no voy a opinar sobre la estrategia de TVE. Sí es importante resaltar que la televisión pública tiene que tener muy presente el rol que desempeña y el servicio que debe prestar a la sociedad española. 

Estudió biología pero desarrolló su carrera en el mundo empresarial. ¿Se siente más empresaria o científica?

Yo nací en una familia de empresarios. Mi padre era empresario; mi tía Valentina, su hermana, también. Eso me ha condicionado mucho. Pero a mí me impactó mucho mi profesor de biología de COU, explicando genética. Sentí que me interesaría muchísimo dedicarme a la investigación. 

«Según lo verbalizo resulta sobrecogedor, pero creo que realmente nos acostumbramos a vivir con la barbarie de ETA»

¿Cómo termina una donostiarra estudiando la carrera de biología en Sevilla?

Yo soy de la generación del baby boom y cuando empecé la carrera, la universidad estaba absolutamente masificada. La universidad de Sevilla era la única de toda España que, en los dos últimos cursos, tenía una asignatura de genética y biología molecular con numerus clausus. En quinto había una asignatura para 12 estudiantes. Yo no sé ni si era legal. 

¿Cómo recuerda aquellos años?

El cambio fue súper enriquecedor. Haberte criado durante 18 años en la sociedad vasca, industrial, con un padre armador de barcos y pasar a una sociedad como la andaluza… Yo le decía: ‘Aprobar la carrera en Sevilla a partir de Semana Santa tiene mucho más mérito, porque entre la Semana Santa y los exámenes finales está la Feria de Sevilla, las Cruces de Granada, la Feria de Córdoba y el Rocío.

¿Cuánto sirve un doctorado en biología molecular para el desarrollo proyectos empresariales como los que ha promovido?

Muchísimo, porque desarrollas una capacidad analítica y un rigor en tu aproximación profesional que te sirve para siempre. Soy persistente. Ayer preguntaba a mi hijo: ‘¿Si tuvieras que destacar una característica mía cuál sería?’. Me respondió sin dudarlo: ‘Tesón’.  

¿En qué campo se siente más competente?

Mi nicho está en buscar necesidades no cubiertas donde existe una tecnología que puede solucionarlas. Monto el equipo y pienso en inversores. La base inversora es fundamental. Tiene que entender bien los plazos, los desafíos, los riesgos… 


Fotografiada en la sede de Mediaset, Garmendia viste total look de Gucci, pendientes y anillo de Suarez.

¿Cuántas compañías ha creado y cuántas ha tenido que cerrar? 

He creado unas 10 empresas y he cerrado tres. Saber frenar a tiempo y cerrar ordenadamente un proceso es una habilidad. Hay una frase buenísima de Carlos Slim, que le escuché en directo. Le preguntaron: ‘Señor Slim, se dice que uno aprende mucho de los fracasos’. Y contestó: “Hombre, yo sobre todo he aprendido de los fracasos de los demás”. 

¿Qué momento histórico ha vivido gracias a su trayectoria profesional? 

Si valoro cuánto ha incidido mi faceta política en mi trayectoria profesional es menos del 10%. Sin embargo ha sido el momento más transformador de mi vida. Elegiría tres momentos. El primero, vivir la presidencia de la UE: ver dónde se produce el proceso legislativo que nos gobierna, cómo se relacionan los países… Sólo lo puedes saber si lo vives. El segundo que recuerdo con conmoción es el terremoto de Lorca (Murcia, en 2011). Vivir en primera persona una crisis de tal magnitud y ver cómo trabajamos el Gobierno de España, el de Murcia y la UME al frente de la crisis, fue un momento que nunca olvidaré. Y el tercero fue el lanzamiento de la última misión del transbordador espacial Endeavour, en Cabo Cañaveral, y sentir ese orgullo en el que la tecnología española embarcó en una gran misión espacial internacional.

«Nuestro anhelo es convertirnos en referente. Tener la mayor audiencia cada día»

Los gobiernos invierten poco en I+D y los investigadores a menudo encuentran mejores oportunidades en otros países. ¿Cómo lo solucionaría? 

Lo primero a tener en cuenta son los datos. Los datos dicen que este año hemos aumentado este último año un 15,8 % el presupuesto en I+D, llevamos 9 años consecutivos creciendo, que hemos alcanzado la cifra de 22 mil millones de euros en I+D y este es el mejor dato de toda nuestra historia. 

¿Pero de dónde veníamos? ¿De cero?

Veníamos con mucho retraso pero llevamos nueve años con un crecimiento de inversión presupuestaria muy superior a la media europea. Dicho esto, este crecimiento está muy condicionado por los fondos europeos ‘Next Generation’, que terminan dentro de un año. ¿Qué va a pasar después? Ese es el reto. 

¿Qué personas extraordinarias han marcado su vida? 

Además de mi tía Valentina, en mi etapa de investigadora contar con Margarita Salas como directora de tesis fue un privilegio. Era una de esas líder que se estudian en las escuelas de negocios. Tremendamente exigente, rigurosa, trabajadora… La carrera de investigadora es de fondo y hay muchos momentos de crisis. Hasta existencial, diría yo. Ella acompañaba muy bien. En mi etapa política tuve una gran amiga, Carme Chacón, y un gran referente, María Teresa Fernández de la Vega. Ponía al país como prioridad absoluta. Yo no tenía experiencia y ella me acompañó.

¿Qué fue lo más difícil de su etapa como ministra? 

La gestión de la crisis económica fue muy dura. La tensión entre la necesidad de recortar el gasto y saber que la inversión en I+D era fundamental para la recuperación. Luché por ello y gané alguna batalla importante. 

¿Ser ministra le ha ayudado o le ha pasado factura en su vida profesional?

Cuando uno entra a formar parte del gobierno, tiene derecho a volver donde estaba. Yo venía de desarrollar proyectos empresariales y tuve que explicar a los accionistas por qué me iba y dejar un plan de sucesión con el compromiso de volver cuando saliera de la política. Para mí ha sido un honor formar parte del gobierno de España. Mi balance es muy positivo. ¿Volvería a la política? No. Pero ha sido la etapa profesional de mayor calado de mi vida. 

«Podríamos haber sido siete hermanos, pero mis padres perdieron cinco hijos»

¿Cómo vivió la pandemia una científica?

Como cualquier otra persona. Con muchísima preocupación. Y perdiendo seres queridos. Perdí a mi cuñado [Amador Suárez, dueño de Grupo Amasua y ex vicepresidente del Real Madrid] y mi hermana Dolores estuvo muy mal, muy mal. Hubo mucho sufrimiento en mi familia al igual que en tantas otras. Fue una de las etapas de mayor actividad profesional, encerrada en mi casa. La pandemia demostró que la ciencia no es un lujo y que invertir en conocimiento es cuestión de supervivencia.

Creció con el terrorismo de ETA: ¿Cómo afectó a su familia?

Según lo verbalizo resulta sobrecogedor, pero creo que realmente nos acostumbramos a vivir con la barbarie. 

Pertenece a una familia de empresarios pero es de talante progresista.

Creo firmemente en el valor de la empresa como motor de empleo y valor social. Nunca he entendido que exista ideología alrededor de la empresa. Hay grandes empresarios que representan los mejores valores humanistas.

Se lleva 15 años con su hermana. ¿Por qué tanta diferencia? ¿Se crió como hija única? ¿Cómo recuerda su infancia? 

Podríamos haber sido siete hermanos. Entre mi hermana y yo mis padres perdieron cinco hijos. Dos de mis hermanos murieron al nacer, pero mi hermano Elías murió con nueve años. Fue una pérdida que mi madre nunca superó. ¿Cómo se puede gestionar esa tristeza y a la vez esa alegría de tener otro hijo y que no influya en la nueva criatura que tienes que cuidar? Nunca lo noté, la verdad. Recuerdo muchas anécdotas de mi hermano, siempre en positivo. Mi infancia fue muy feliz. 

Créditos: Realización Chabela García; Maquillaje y pelo Maryorie Ticse; Asistente de foto Alberto Fernández y Nicole War; Ayudante de estilismo Martina Tacchini; Retoque Sara Ivars

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