Taylor Swift (Pensilvania, EE. UU., 35 años) ha protagonizado una auténtica historia de terror en torno a los derechos de sus primeros seis álbumes —Taylor Swift, Fearless, Speak Now, Red, 1989 y Reputation— desde que en 2019 el representante Scooter Braun adquiriera Big Machine Records, la discográfica con la que firmó a los 16 años, arrebatándole así la propiedad de su música. Por fin, este capítulo tan injusto finaliza como una ‘love story’ entre la artista y su trabajo, ya que, según ha anunciado en su web oficial y en todas sus redes, ¡vuelven a ser suyos!
La artista ha llegado a un acuerdo con Shamrock Capital, último propietario de su catálogo, para adquirir los derechos de estos álbumes. Por lo que oficialmente ha podido decir que: “Toda la música que he compuesto… ahora me pertenece… a mí”.
Los seis discos perdidos
Con la venta, Braun pasó a poseer todas las grabaciones originales de la artista, lo que Swift denunció como una traición, especialmente porque lo consideraba cómplice del acoso ejercido por Kanye West, entre muchos otros. Al no poder comprarlas directamente, Taylor tomó una decisión radical: regrabar toda su música para recuperar el control de su arte.
El contrato original firmado en 2005 le permitía grabar nuevas versiones de sus canciones a partir de 2020. Como autora de las letras y composiciones, tenía los derechos de publicación, lo que le facilitó la estrategia. En 2021, lanzó Fearless (Taylor’s Version) y más tarde Red (Taylor’s Version), dando paso a una nueva era marcada por su independencia artística y el fenómeno global conocido como «Taylormanía».
El éxito fue inmediato. Su décimo álbum de estudio, Midnights (2022), vendió más de un millón de copias en su primera semana en EE. UU., y su gira The Eras Tour rompió récords como la más taquillera de la historia. Durante esta etapa, también lanzó las regrabaciones de Speak Now y 1989, consolidando su control total sobre su legado musical mientras cautivaba a millones de fans en todo el mundo.
Swift ha sido siempre firme defensora de los derechos de los artistas. Ya en 2015 presionó a Apple Music para que remunerara a los músicos durante el periodo de prueba de su servicio, logrando un cambio en su política en menos de 24 horas. Su lucha por la propiedad intelectual no solo transformó su carrera, sino también el modo en que la industria trata la autoría y los derechos de los artistas. Si deseas, puedo mostrarte un resumen visual o una línea de tiempo de este conflicto.
¿Qué va a pasar con la nueva y prometida versión de Reputation?
La artista ha dejado esta incógnita abierta a debate y ha confesado lo siguiente: «Transparencia total: No he regrabado ni un cuarto del proyecto. El álbum de Reputation pertenece a una etapa muy específica de mi vida y eso me ha frenado a la hora de querer hacerlo. Toda la rebeldía, el anhelo de ser comprendida mientras me sentía intencionadamente incomprendida, la esperanza desesperada, el gruñido que nace de la vergüenza y la malicia. Para ser completamente sincera, es el único álbum de los primeros 6 que considero incapaz de mejorar si lo regrabo».
Con o sin la regrabación de este disco, hay que celebrar igualmente la vuelta de los seis hijos prodigios de la artista que rompe récords, escenarios y carteras allá donde pisa con sus botas altas de colores.
