Vivimos en un mundo en el que predomina cada vez más la digitalización y lo efímero, dónde no le damos la importancia que se merece a la creatividad, el diseño y la manufactura. Es por eso que el Premio Loewe Foundation Craft Prize nos recuerda el valor del tiempo dedicado, la materia y la historia que contiene cada gesto artesanal.
Artesanía: tradición y reliquia
Esta iniciativa, fue creada en 2016 por una de las casas de lujo más importantes del mundo –española–. Loewe y la fundación que lleva su nombre llevan celebrando ocho años consecutivos este certamen internacional que celebra la importancia de la artesanía en la cultura actual, y reconoce el trabajo de aquellos artistas cuyo talento, visión y voluntad innovadora establecen los paradigmas del futuro.
El Craft Prize nació con la idea de rememorar y honrar los inicios de Loewe, la cual comenzó siendo un taller artesanal, en el año 1846. El concurso representa, por tanto, el vínculo vital de la moda con la cultura, además de la importancia del conocimiento más avanzado y especializado en este campo, demostrando así que el arte, la artesanía y el diseño siguen siendo pilares fundamentales del presente capítulo de la firma.
Cada año, un jurado de prestigiosos expertos selecciona entre miles de candidaturas aquellas obras que logran reinterpretar técnicas artesanales tradicionales con una visión contemporánea. Este 2025, la octava edición del premio reunió más de 4.600 propuestas provenientes de 133 países, reflejo de una comunidad creativa vibrante y global.
El ganador: de Japón pero con un universo de terracota
El gran galardonado de esta edición ha sido el artista Kunimasa Aoki (Japón, 62), con una impactante obra Realm of Living Things 19 (2024). Esta escultura en terracota –es decir, arcilla modelada y endurecida al horno–, ha conquistado al jurado por su fuerza poética y su exploración valiente de la materia.
La pieza, explora las formas en las que el material se agrieta y distorsiona cuando se aplica fuerza sobre él. Construida a partir de finas bobinas de arcilla apiladas, comprimidas y ahumadas, revela un proceso técnico exigente donde el riesgo y el azar se entrelazan con la precisión.
El resultado: una pieza orgánica, casi viva, que parece haber brotado de la tierra misma.
Se trata de una interpretación honesta del proceso tradicional y la expresión del material en bruto, casi sin adornos.

Un premio generoso y un jurado admirable
Kunimasa Aoki, es un escultor reconocido en Japón, con formación en la Universidad de Arte de Musashino, Tokio. Su trabajo ha sido expuesto en importantes instituciones como el Japan Art Center, donde en 2023 recibió el primer premio de la IX edición del concurso Japan Art Center Sculpture Competition (Kobe). El autor se caracteriza por su dominio de la terracota para el fin escultórico.
El premio, además del reconocimiento internacional y el prestigio que otorga, está también dotado con 50.000 euros. Kunimasa Aoki ha sido elegido entre treinta finalistas por un reconocido jurado conformado por doce figuras destacadas del mundo del diseño, la arquitectura, el periodismo, la crítica y el comisariado de museos.
También incluye a la arquitecta y diseñadora industrial Patrica Uquiola, el director del departamento de artes decorativas del Museo del Louvre, Olivier Gabet; el arquitecto Wang Shu, la ceramista Magdalene Odundo, y la ensayista y arquitecta Frida Escobedo.

Mención especial a la tradición
Aunque solo puede haber un ganador, el jurado también otorgó dos menciones especiales, destacando la riqueza conceptual y estética de otras dos obras finalistas.
Por una parte, la obra TM Bench with Bowl (2023), del artista Nifemi Marcus-Bello (Nigeria, 37) ha sido reconocida por ser una escultura funcional, realizada con aluminio reciclado. La pieza reflexiona sobre la globalización y el consumo, con una sobriedad visual impactante, Marcus-Bello transmite un mensaje potente a través de lo esencial y lo geométrico.

Por otra parte, Studio Sumakshi Singh (India), ha sido reconocido por el trabajo titulado Monument (2024). Se trata de una evocadora columnata realizada con hilos de cobre entrelazados que quedan suspendidos tras disolverse el tejido que les daba forma.
Esta instalación rinde homenaje a la memoria cultural y a la resistencia frente al paso del tiempo. Sumakshi Singh (45), Birendranath Sarkar (53), Samarjeet Samarjeet (46) y Bikas Barman (42) son los autores y miembros del estudio.

Las treinta obras finalistas del Premio Loewe Foundation Craft Prize 2025 podrán contemplarse en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid, del 30 de mayo al 29 de junio. Una cita imprescindible para los amantes del arte, el diseño y la artesanía contemporánea.


