Al celebrar su 15.º aniversario, la Fundación Tory Burch no se detiene a mirar atrás, sino que apuesta por el futuro. A principios de este mes, la diseñadora de moda, empresaria y filántropa, Tory Burch (Pensilvania, 58), dio a conocer un nuevo y ambicioso compromiso: generar más de mil millones de dólares en impacto económico a través de mujeres empresarias para 2030.
Se trata de un poderoso compromiso que marca un nuevo y atrevido capítulo para una fundación a la que ya se atribuye la transformación de cientos de empresas dirigidas por mujeres en todo Estados Unidos.
«Las mujeres son grandes inversiones», dice Burch. «Es muy importante que la gente sepa que la diversidad es algo que me parece hermoso y también bueno para los negocios». Esa creencia ha guiado durante mucho tiempo la misión de la fundación y ahora define la magnitud de su visión para la próxima década.
El compromiso se apoya en una sólida base de resultados. En los últimos 15 años, la Fundación Tory Burch ha apoyado a casi 400 mujeres emprendedoras, cuyos ingresos colectivos superan ahora los 340 millones de dólares, estableciendo un modelo probado para impulsar negocios liderados por mujeres en un momento en que las fundadoras aún enfrentan grandes obstáculos para crecer y acceder al capital.
No son préstamos, es estrategia
Lo que distingue a la fundación es su enfoque holístico. Aunque su programa de préstamos sin intereses sigue siendo un pilar fundamental, el verdadero elemento diferenciador es su inmersiva beca de un año, diseñada para proporcionar no sólo financiación, sino un sólido ecosistema de desarrollo de habilidades,mentoría y comunidad. Se trata de un sistema de apoyo adaptado a los retos del mundo real a los que se enfrentan las mujeres empresarias.
Los resultados hablan por sí solos. Con acceso a recursos estratégicos y a una potente red de contactos, muchas becarias han transformado empresas emergentes en marcas de alto crecimiento. Denise Woodard, hizo crecer Partake Food, su línea de snacks aptos para alérgicos, vendida en importantes tiendas, creciera de tan solo 400.000 dólares en ingresos a 17,5 millones de dólares. De igual manera, Christa Cotton experimentó un impulso similar con El Guapo, su coctelería con sede en Nueva Orleans, que creció de 180.000 dólares a 3 millones de dólares tras completar el programa y expandir su presencia nacional.
Del anonimato al triunfo
Este último compromiso llega en un momento crucial. Aunque el 86% de los estadounidenses consideran que las pequeñas empresas son motores de cambio positivo, las mujeres empresarias siguen enfrentándose a grandes obstáculos para crecer.
Sólo el 4,2% de las empresas que son propiedad de mujeres en Estados Unidos, superan el millón de dólares de ingresos anuales. Entre las becarias de la Fundación Tory Burch, esa cifra asciende al 42%, lo que demuestra lo que se puede lograr con apoyo específico y acceso a los recursos adecuados.
El próximo trabajo de la Fundación se basa en una clara comprensión de los obstáculos estructurales a los que siguen enfrentándose las mujeres: infrarrepresentación, persistentes déficits de capital y apoyo limitado a largo plazo. Su modelo está diseñado para hacerles frente, dando prioridad a la resiliencia, el crecimiento a escala y el impacto económico duradero. De cara al futuro, el compromiso de 1.000 millones de dólares no es sólo un hito. Es una poderosa visión de lo que sucede cuando las mujeres tienen el capital, la confianza y la comunidad para liderar, no sólo la creación de empresas, sino también el cambio de la economía en general en el proceso.