El novelista Alejandro Dumas escribió acerca de tres mosqueteros franceses del siglo XIX que resultaban ser maestros de la espada y de las batallas. Al parecer, se han reencarnado en el presente como tres firmas que conquistan cada año la Croissete del Festival de Cannes, pero esta vez, de la manera más dulce y delicada de todas, a partir de la moda. Un combate cuerpo a cuerpo se ve cada año en una de las alfombras rojas -que no de sangre- más influyentes del mundo cinematográfico y mediático del año. Y siempre, salen como victoriosos aquellos con más virtudes, en este caso de estilo y elegancia, no de armas de fuego. En la novela de Dumas se llamaban Athos, Porthos, Aramis -no nos olvidamos del cuarto, el joven D’Artagnan, sigue leyendo- ahora se llaman, Giorgio Armani, Chanel y Louis Vuitton.
En un riguroso 2025, año en el que el evento ha recordado a sus invitados las normas de su manual institucional de estilo y ha enfatizado que el verdadero protagonista es el cine, ¿qué mejor que volver al glamour de los llamados como «vestidos de película»? En ello, estas tres firmas son unas auténticas maestras. Saben cómo resaltar la luz de cada figura, sin olvidar su carácter como grandes «maisons de moda».
A lo largo de los años, Chanel, Giorgio Armani y Louis Vuitton han dejado huella en el Festival de Cannes con looks que han marcado la historia de la alfombra roja. En 2019, Penélope Cruz deslumbró con un vestido de Chanel Haute Couture de manga corta y estampado con flores de tonalidades blancas y azules, donde se reflejó la esencia romántica de la firma. Ese mismo año, Julianne Moore optó por un elegante diseño de Louis Vuitton, reafirmando su estatus como un icono que nunca falla. En 2024, Naomi Campbell sorprendió al lucir un vestido vintage de Chanel de 1996, demostrando que la moda puede ser atemporal. Por su parte, Jessica Chastain brilló en 2017 con un vestido de Giorgio Armani Privé en satén color curry, destacando por la estructura pulcra de la firma.
En su 78º edición, el desfile de la Riviera francesa ha confirmado una vez más que, en muchas ocasiones, «menos es más» y que confiar en los de siempre, aseguran el éxito.
Entre las que han optado por esta regla de estilo, encontramos a las que han elegido a la romántica Chanel, como la nueva niña bonita de Hollywood, Margaret Qualley, con un vestido rosa pálido con escote chal y camelia negra, acompañado de bailarinas bicolor.

Otra fue Zoey Deutch, que para la premiere de Nouvelle Vague, eligió un vestido de organza blanca con corsé, peplum y bordados de camelia en cuentas, lentejuelas y cristales, evocando la estética de los años 50 .

En el filo de Giorgio Armani, tenemos a la «bella durmiente» de todas sus ediciones, Elle Fanning, que lució un vestido personalizado de Armani Privé durante la premiere de Sentimental Value. La prenda, en un tono azul pálido, presentaba un escote palabra de honor y una silueta ceñida al cuerpo, adornada con aplicaciones florales en tonos rosa y detalles en cristales que aportaban un toque de glamour. Su estilista, Samantha McMillen, optó por un maquillaje sutil y joyas de Cartier, para rematar este diseño de ensueño.

Finalmente, tenemos a Louis Vuitton, que ha resultado ser el arma elegida del cuarto mosquetero: Cate Blanchett. La australiana de aura etérea y vanguardista que siempre que pisa un tacón en Cannes, la coronan como su reina, aún siendo Francia una República. Por esta razón, la actriz encarna la figura de D’Artagnan, porque los hechos, son hechos: en 2015, sorprendió con un vestido de Armani Privé en tonos pastel y detalles bordados que resultó difícil de olvidar. En 2018, apostó por un diseño minimalista de Givenchy con cortes geométricos, reflejando su lado vanguardista. Y en 2021, brilló con un vestido de Schiaparelli que mezclaba surrealismo y sofisticación, reafirmando su estatus como musa de la moda en el festival.
Este año, los accesorios han sido la joya de la corona de su look. Deslumbró con un opulento conjunto de joyas que incluía 49 perlas blancas Akoya, 33 perlas grises de Tahití y 633 diamantes, todos reciclados de tres creaciones previas de la casa de moda francesa. En la alfombra roja, llevó un elegante vestido halter de crepé de seda negro, también diseñado por Louis Vuitton, rematado con un maxi pañuelo de organza de seda adornado con múltiples volantes de encaje en los bordes.
Cate Blanchett completó su look con los pendientes Splendeur, hechos de platino y oro amarillo, engastados con dos rubíes rojos talla cojín de 1,17 quilates cada uno, diamantes y dos colgantes LV Monogram Star de 0,72 y 0,73 quilates. Además, lució el anillo Splendeur, que presenta tres rubíes ovalados de 3,76 quilates cada uno, rodeados de diamantes. Esta joya pertenece a la colección Awakened Hands, Awakened Minds, el sexto capítulo creado por Francesca Amfitheatrof, ex directora artística de joyería y relojería de Louis Vuitton, que rinde homenaje al esplendor del siglo XIX.
