La cantautora Sofía Ellar presenta este 2025 nuevo disco con un primer sencillo que es toda una declaración de intenciones: Cosiendo y Cantando, una metáfora convertida en canción y destinada a bañarnos en fuerza, autoestima y amor propio, para recordarnos que de los errores se aprende y que en la vida los mejores estribillos suenan a aciertos, a errores y a puntadas con o sin hilo.
Sofía Ellar dibuja con pincel cada acorde, cada susurro respirado y ahogado. Con su nuevo LP, titulado Ellar como su apellido artístico, la artista es más Sofía que nunca, y recupera una esencia que lleva 8 años enamorando a fans de todas las edades a este y al otro lado del charco.
Desde el lanzamiento de su primer álbum Seis peniques en 2017, seguido de Nota en Do en 2018, y su tercer álbum Libre, publicado en 2022, Sofía se ha convertido en un fenómeno como cantautora autoeditada y su música ha logrado posicionarse en lo más alto de las listas de ventas, tanto físicas como digitales. Además de su éxito sobre los escenarios, Sofía destaca por su compromiso social, ya que ha donado los beneficios de sus canciones a organizaciones como Fundación RAIS y UNICEF, y ha participado en conciertos solidarios para diversas causas.
¿Qué significa vivir la vida Cosiendo y Cantando?
Realmente, empecé a escribir esta canción a raíz de ese famoso dicho que hace que coser y cantar parezca lo más fácil del mundo. Quise desmontar un poco esa idea y darle la vuelta porque la vida no siempre se plantea fácil y hay que enfrentarse a ella de cara, cosiendo y cantando.
Dice la letra de este nuevo tema que eres de “meterte en el barro y de darle mil vueltas al tarro”, ¿vives como cantas?
Soy muy disfrutona y creo que es muy fácil hacerme feliz, no necesito más que buena compañía, una puesta de sol y un aperitivo. A veces peco de sencillez y me olvido de mí misma, por eso digo que, “aunque soy de meterme en el barro, no puedo olvidarme de que, también soy reina de mi palco”.
En tu primer tema hablas de coser heridas, de regresar a los orígenes y de seguir jugando. ¿Cómo podemos reconciliarnos con las niñas que nos habitan y lograr, mirarnos y encantarnos como cantas?
Reconciliarse con nuestro niño interior es un ejercicio que todos deberíamos hacer cada día de nuestras vidas y eso supone valentía, abrirse en canal, descubrir el origen de ciertas heridas, ponerles nombre y apellido y trabajarlas con tesón, constancia y sinceridad. Si parcheamos, acaban saliendo por algún lado SIEMPRE.
¿Cómo ha evolucionado tu música desde tu primer disco hasta este último?
Desde 2017 he crecido (como todos), he tenido momentos de acercarme ligeramente a otros estilos (creo que sin perder la esencia de mis letras y de mi voz), pero tras tres discos autoproducidos y muchos sencillos, mi corazón me ha pedido volver a casa, a la Sofía de siempre, de pelo largo, con un corazón por delante y una guitarra por detrás: también con toques e influencias de México puras y orgánicas.
Eres una artista que compone letras, música, se autoproduce y dirige su carrera, ¿cómo lo haces?
Jajajaja, ¡buena pregunta! ¿Ves? Aquí podría decirte que no todo es “coser y cantar”, pero que, cuando una hace las cosas con el corazón y, ¡ojo! con cabeza y con constancia (las tres C’s), no te digo que siempre te salgan bien, pero, por probabilidad, recoges tus frutos. Esto es sembrar y sembrar, a veces recoges y otras no tanto como esperabas… pero así es el mundo de la música. Apasionante pero difícil. No todo son escenarios ni mucho menos.
¿Qué le dirías a las personas que sueñan con dedicarse a la música?
¡Que se lo piensen dos veces! En una de mis canciones más conocida: Amor de Anticuario, digo que tan solo soy “esa niña cansada de oficinas que se busca la vida cantando esta canción”.
Les diría que es fundamental no perder el Norte, ni los pilares y valores básicos, como los de una familia y amigos funcionales, esos que siempre se relacionarán contigo desinteresadamente (estés arriba o estés abajo) y que,desgraciadamente, el éxito en la música no depende del talento. Da vértigo.
¿Cómo es llenar un Wizink Center?
Creo que todavía a día de hoy no lo he llegado a asimilar, porque para lo bueno y para lo malo voy viviendo el día a día y disfrutando y exprimiendo cada segundo. Pero te puedes imaginar lo que es echar la vista atrás y pensar que tus canciones, esas que has escrito entre las cuatro paredes de tu habitación, retumban por un recinto tan relevante como el WIZINK CENTER. A veces piensas… ¿me lo merezco?
¿Qué tienen de ti tus letras?
Todo, absolutamente todo. A veces me echan un poco la bronca en casa porque dicen que mis canciones no pueden ser como mi psicólogo y, que hay cosas, que me tengo que guardar para mí, pero, como me des un papel en blanco y tenga algo que decir…. ¡que tiemble el mundo!

Este nuevo álbum lo has cocinado a fuego lento y lo has confeccionado con mimo, paciencia y mucho corazón. ¿Qué nos vamos a encontrar?
De todo. Desde canciones veraniegas y bailables tipo canción de radio, hasta temas que hablan de mis orígenes, de Londres, con toques “un poco” de Los Beatles. También hay alguna rancherilla popera… ¡ay, no sé! ¡Qué nervios y qué ganas de salir con todo ya!
Tu último LP, Libre, se colocó en el número dos de ventas, posicionándote como la artista española que más discos vendió en 2022, solo por detrás de Rosalía. Tres años después afirmas que su último trabajo, es el más completo, ecléctico y personal de tu carrera, ¿por qué?
Libre, desde luego, fue un renacer de ave Phoenix tras haber pasado (como todos lo hacemos) por muchas etapas de felicidad, de planes a futuro, desfondamiento repentino de todos esos planes, dolor, duelo y después liberación. Este nuevo disco, Ellar, no narra una historia cronológica como tal, sino que habla de todo, y no todas las canciones hablan de mí, esta vez (y gracias a Dios) hay algunas en las que me he inspirado más en lo que les ha pasado a otros (menos mal, que ahora me toca tregua). Hay una muy marchosa que se llama COMO LO VIVAS, que habla de la vida y que os va a encantar.
En 2024, emprendiste una gira por varios países de Latinoamérica, como México o Argentina, ¿hay parte de ese viaje en tus nuevas letras?
¡Ya te digo yo que sí! He podido componer con grandes artistas y cantautores que han puesto de sus influencias en mis canciones y ese tándem ha salido realmente curioso. Hay una canción, que habla de mis abuelos, que se llama Palomita, habla del amor de antes, el amor puro, es una canción con la que yo entraría a casarme jajajaja.
Tu proyecto musical surgió como resultado de su trabajo de fin de grado de gestión y dirección de empresas, ¿cómo se come eso?
Pues “comiendo y gastando” ja,ja,ja,ja. Es broma. Jamás imaginé que me dedicaría a toda esta locura. Lo hice porque realmente consideré que dedicar seis meses a un trabajo de fin de grado tenía que ser medianamente divertido… y fíjate tú que diversión, ¡que ahí nació SOFÍA ELLAR!
Tu éxito se ha cimentado en redes sociales como Instagram, Spotify y YouTube, donde cuentas con 317.000 seguidores y oyentes de todo el mundo. ¿Qué responsabilidad supone tener una comunidad tan amplia?
Las redes sociales pueden ser un arma de doble filo y el límite y la línea es tan delgada que creo que hay que tomárselo como un trabajo más, aparte del de los escenarios, de componer, de hacer promoción, estudio, grabar videoclips… Creo que hay que servir de ejemplo y de inspiración a quienes nos siguen. A mí, en particular, me siguen muchas familias y muchas niñas que se sienten reflejadas en mí. ¿Tú sabes lo que es verlas y abrazarlas en los conciertos con sus purpurinas y sus trencillas, ahí todas hippies? No puedo defraudarlas. Cada cosa o statement que yo haga puede tener mucha repercusión, y aunque yo, o cualquier artista tenga todo el derecho a cambiar su estilo o manera de comunicarse o presentarse, creo que hay que ser muy considerado con el público que te sigue, con sus valores y educación, para, repito, no dejar de mandar mensajes transcendentales, aunque quieras vestir las canciones y proyectarlas de manera diferente.
Lo difícil es encontrar la fórmula en la que puedas seguir creciendo, hablar de más cosas que no solo sean amor y mariposas, y esconder determinados mensajes más maduros entre poesía y entendibles y recogidos por un niño desde la dulzura e inocencia. Ahí está la clave.
