Cuando pensamos en las grandes fortunas de Hollywood los primeros rostros que aparecen por la mente son Tom Cruise, Jennifer Aniston, Scarlett Johansson o Dwayne Johnson -que ocupa el primer puesto en el podio de actores mejores pagados de 2024-. Sin embargo, quien lleva la corona de tener la fortuna más grande del séptimo arte es nada menos que una actriz grabada en la nostalgia ochentera. Quién le hubiera dicho a una joven Jami Gertz (Chicago, EE. UU., 59 años), con pelo cardado y hombreras, que se iba a convertir en nada menos que la patrona, junto a su marido, de casi 12.000 millones de dólares, según Celebrity Net Worth.
Además de entrar en nuestra listas de altas esferas multimillonarias también fue la compañera del debut de Tom Cruise en la pantalla, ya que juntos protagonizaron Amor sin fin (1981), el primer proyecto de ambos. A partir de este momento y gracias al productor Norman Lear, su talento no tendría límites, como demostró en Jóvenes ocultos (1987), Golpe al sueño americano (1987) y Twister (1996).
Aunque todas las flechas indicaban que su gran cartera iba a llenarse a base de entradas de taquilla, todo cambió cuando conoció a su futuro marido en 1989, el empresario Tony Ressler, con el que comparte una bonita familia (Oliver (32), Nicholas (30) y Theo (27)) y un gran imperio empresarial.
¿Quién dice que el amor no te cambia? Desde luego que a Gertz la convirtió en multimillonaria.
En los inicios, ella ganaba más que él, hasta pagó su primera casa. No obstante, con el tiempo su marido multiplicó su patrimonio a través de inversiones. Hoy, Ressler posee una fortuna estimada por Forbes en 11.300 millones de dólares, y juntos forman una de las parejas más ricas y filantrópicas de Hollywood. Se estima que, en sí, Gertz acumula 8 mil millones de dólares de toda esta fortuna.
Una gran aficionada a los deportes
Jami Gertz forma parte del grupo inversor conducido por Mark Attanasio, del que forman parte Gertz y su marido, que compró los Milwaukee Brewers, equipo profesional de béisbol, y los Atlanta Hawks de la NBA, donde ella ejerce como embajadora y ha sido la principal representante del equipo en eventos clave como el draft. Estas inversiones han funcionado como las perfectas estrategias de juego para acumular dicha fortuna. Por lo que se podría decir que, sus ambiciones laborales cambiaron de forma, transformándose de una cámara a una pelota de baloncesto y beisbol.
Además de su faceta como empresaria, Gertz es una activa filántropa. Forma parte de la junta directiva de la Melanoma Research Alliance, la mayor organización sin ánimo de lucro dedicada al cáncer de piel, y junto a su marido ha donado grandes sumas de dinero a causas sociales, incluyendo una donación de 10 millones de dólares en 2012 a través de su fundación conjunta.
El cine, un hobbie más
Desde su estrellato multimillonario, su sueño de convertirse en una gran estrella pasó a segundo plano. Sin embargo, su oficio evolucionó, transformándose en un hobbie, y por esta razón, se le ha visto por la pantalla de vez en cuando. Apareció en series como Urgencias (1997) y películas como ¡Vaya vecinos! (2012) y Quiero que vuelvas (2022), comedia romántica protagonizada por Charlie Day y Gina Rodriguez.