Imagínate en un palacio renacentista a orillas del Lago di Como, en un elegante desfile de moda de ni más ni menos que Chanel, con un Aperol en la mano izquierda y tus gafas de sol en la mano derecha. Esto ha hecho la maison: combinando historia, moda y cine, ha elegido el Villa d’Este como escenario para presentar su colección Crucero 2025/26.
El desfile tuvo lugar el 29 de abril, y el hotel —frecuentado históricamente por artistas, actrices y figuras del jet set internacional— se convirtió en el telón de fondo perfecto para una colección que celebra el arte de vivir con estilo.
Cuando Chanel se convierte en cine
Chanel ha vuelto a elegir a la cineasta Sofia Coppola, colaboradora habitual de la marca y referente en la estética del lujo nostálgico, quien dirigió el teaser de la colección, protagonizado por la modelo Ida Heiner. Vale la pena verlo. Este clip parece sacado de película. La dirección visual de Coppola encapsula perfectamente el tono de esta propuesta: una invitación a escapar, reinventarse y perderse en el tiempo con Chanel.
La dolce vita según CHANEL
Inspirada en la vida de hotel y en la atmósfera hedonista de los veranos italianos, la colección Crucero 2025/26 de Chanel se mueve entre la ligereza de unas vacaciones de lujo y el refinamiento de una soirée en la Riviera. Hay vestidos de tafetán con volantes en tonos pastel —melocotón, rosa, azul— que recuerdan al brillo del lago en distintas horas del día, así como trajes de tweed en tonos cálidos, salpicados de lentejuelas o hilos metalizados que reflejan la luz con cada movimiento.
Esta colección tiene de todo. Conjuntos inspirados en pijamas de noche, monos escotados de lamé a rayas, trajes de lurex dorado o vestidos bordados con pedrería capturan una idea clara: vestirse para una ocasión es, en sí misma, una forma de celebración. En esa línea, Chanel explora también el volumen, el movimiento y el dramatismo discreto: capas vaporosas, blusas con mangas amplias, siluetas fluidas que invitan a bailar o a ser vistas.
Los jardines del Villa d’Este, con sus glicinas, magnolias y camelias, se filtran en los bordados, encajes y motivos florales que aparecen en trajes de dos piezas, vestidos o conjuntos en blanco y negro. La inspiración cinematográfica —con referencias al cine de Visconti, amigo cercano de Gabrielle Chanel y enamorado del Lago di Como— recorre silenciosamente el imaginario visual de toda la colección, desde los estilismos hasta el modo en que cada look se presenta en escena.
Por supuesto, no faltan los códigos clásicos de las colecciones crucero: rayas marineras, pantalones blancos rectos, chaquetas de corte limpio y tejidos ligeros, reinterpretados con toques contemporáneos. Los accesorios también juegan un papel clave en esta narrativa visual: guantes largos, collares de perlas, pañuelos de seda atados en el pelo o las muñecas, gafas oscuras de diva, bolsos estructurados y mules de charol terminan de construir un look que es tan atemporal como cinematográfico.
En definitiva, Chanel vuelve a ofrecer algo más que una colección de ropa. Esta vez, el lujo se vive con naturalidad, la feminidad se expresa con seguridad y cada prenda es única. Crucero 2025/26 es perfecta para aquellas que confían en el placer de vestirse con intención, a las noches cálidas junto al agua y a esa mezcla inimitable de ligereza y sofisticación que solo Chanel sabe transformar en moda.
