Mucho antes de convertirse en un nombre conocido -y antes de empezar a tener varios hijos con varias mujeres solteras-, Elon Musk era un hombre casado.
Su primer matrimonio, con la novelista canadiense Justine Wilson Musk, duró ocho años, de 2000 a 2008. Tuvieron seis hijos, de los cuales el primero falleció trágicamente de muerte súbita siendo un bebé, seguido de gemelos y trillizos.
Pero mientras que Musk es ahora la persona más rica del mundo, Justine no es más que una millonaria, con un valor de unos 15 millones de dólares, según estimaciones de Forbes, o alrededor de la 1/24.000 parte de la fortuna actual de 364.000 millones de dólares de Musk.
Una legión de hijos
Su relación con Justine le sirvió como modelo para sus posteriores vínculos con las demás madres (al menos cuatro hasta ahora) de su ambicionada «legión» de hijos —actualmente se conocen 14—. Según informó el Wall Street Journal a principios de esta semana, Musk ofreció a Ashley St. Clair, madre de uno de sus hijos, 15 millones de dólares y un pago mensual de 100.000 dólares a cambio de mantener silencio sobre la existencia del niño, a quien llamaron Romulus. Sin embargo, Musk retiró la oferta poco después de que St. Clair revelara públicamente que él era el padre.
Aunque últimamente Musk ha recurrido a X para invitar públicamente a mujeres a tener hijos con él, según el Wall Street Journal, conoció a su primera esposa de forma mucho más tradicional: en la Queen’s University de Ontario (Canadá), donde ambos estudiaban antes de que Musk se trasladara a la Wharton School de la Universidad de Pensilvania para terminar su carrera. Se reencontraron a mediados de los años 90, cuando Justine se mudó a Silicon Valley y fue a vivir con Musk en un piso compartido con otros compañeros.
Musk destrozó su coche de un millón de dólares
Por entonces, Elon estaba inmerso en la creación de su primera empresa, Zip2, fundada en 1995 junto a su hermano Kimbal y su amigo Greg Kouri.
En 1999, Elon y sus cofundadores vendieron Zip2 a Compaq por 300 millones de dólares, de los que Elon se embolsó unos 20 millones. Compró un piso de 1.800 metros cuadrados en Palo Alto y se gastó un millón de dólares en un coche deportivo McLaren F1, que la CNN filmó mientras era entregado en casa de Elon en 1999 con Justine a su lado. «Es un millón de dólares por un coche. Es decadente», dijo Justine a la CNN en aquel momento. «Mi miedo es que nos convirtamos en mocosos mimados, que perdamos el sentido del aprecio y la perspectiva». (Más tarde, Musk destrozó el coche).
6 hijos, un divorcio y una nueva esposa en 6 años
Musk y Justine se casaron al año siguiente y en 2002 ya se habían trasladado a Los Ángeles, donde él fundó SpaceX. Dos años después invirtió en Tesla y entró en el consejo de administración. En sólo cuatro años, entre 2002 y 2006, Justine dio a luz a seis niños. También se dedicó a su pasión por la escritura creativa, publicando tres libros de ficción entre 2005 y 2008.
Musk pidió el divorcio a finales de la primavera de 2008, sólo unos meses antes de convertirse en Consejero Delegado de Tesla (y cuatro años antes de su debut en 2012 en la lista Forbes de multimillonarios del mundo, con un patrimonio neto de 2.000 millones de dólares), y seis semanas antes de comprometerse con su siguiente esposa.
Durante el proceso de divorcio, Justine le pidió a Musk la casa, la manutención de sus hijos, el 10% de sus acciones de Tesla, el 5% de sus acciones de SpaceX, 6 millones de dólares y un Tesla Roadster azul glaciar. Si hubiera conseguido todo eso, hoy valdría 17.300 millones de dólares, según Forbes, suficiente para convertirla en la 113ª persona más rica del planeta.
Según Musk, él ofreció a Justine un acuerdo de 80 millones de dólares antes de impuestos, que ella rechazó, prefiriendo las acciones de Tesla y una participación en SpaceX.
Un juicio perdido para Musk
Ella no consiguió ni lo uno ni lo otro, y terminó aceptando mucho menos de lo que le habían ofrecido inicialmente.
¿La razón principal? Justine firmó un acuerdo postnupcial en marzo del año 2000. Durante el proceso de divorcio, en 2010, escribió en Marie Claire sobre aquel momento: “Confiaba en mi marido —¿por qué si no me habría casado con él?— y me dije que no importaba. Éramos almas gemelas. Nunca nos divorciaríamos”. Más tarde, descubrió el verdadero alcance de lo que había firmado: había renunciado a todos sus derechos como cónyuge, incluida cualquier reclamación sobre bienes gananciales, excepto por la casa familiar, que quedaría a su nombre en cuanto tuvieran un hijo.
Justine llevó a Musk a los tribunales en 2008, impugnando la validez del acuerdo postnupcial al alegar que él no había revelado una fusión inminente entre su empresa de pagos X.com (no confundir con su actual red social X) y otra compañía del sector, Confinity. Tras la fusión, la empresa pasó a llamarse PayPal y fue vendida dos años más tarde a eBay por 1.500 millones de dólares en acciones. Musk se llevó, al menos, 100 millones de dólares. El juicio duró dos años, le costó a Musk alrededor de 4 millones en honorarios legales, y terminó con el fallo del juez a su favor.
Una venganza por 20 millones de dólares
Después de todo eso, según Musk, Justine recibió 20 millones de dólares después de impuestos, la mitad de los cuales era el valor de su casa en Bel Air, y la otra mitad se pagaría en cuotas mensuales de 20.000 dólares para ropa, zapatos y artículos discrecionales, además de pagos para cubrir «todos sus gastos domésticos y todo lo relacionado con los niños», escribió Musk. (No se sabe nada del Roadster.)
Los registros de la propiedad muestran que Justine vendió la mansión de 6.500 pies cuadrados en abril de 2011 por 6,5 millones de dólares. Un mes después, compró una casa de 4.900 pies cuadrados en Los Ángeles por 4,3 millones de dólares. Esa casa vale ahora más de 8 millones de dólares. Mientras tanto, los casi 2 millones de dólares en efectivo que obtuvo de la venta de la casa de Bel Air podrían valer más de 6,5 millones de dólares hoy en día si hubiera invertido la mayor parte en el mercado de valores. Ni Justine ni un portavoz de Musk respondieron a las peticiones de comentarios de Forbes.
Su plan para repoblar el planeta
Poco después de solicitar el divorcio de Justine, Musk conoció a la actriz británica Talulah Riley. No tardaron en enamorarse. «Todo sucedió muy rápido. Nos comprometimos a las dos semanas de conocernos», dijo Riley en 2018 durante un reportaje de 60 Minutos sobre Musk. «Yo tenía 22 años. Él era muy encantador y definitivamente la persona más interesante y excéntrica.» Musk estuvo casado con Riley dos veces: de 2010 a 2012, y luego otra vez de 2013 a 2016. La pareja no tuvo hijos, pero según los informes, ella aún obtuvo una suma similar a Justine de los dos divorcios combinados. En 2022 Riley llamó a Musk «el exmarido perfecto» y «un gran amigo».
No se ha vuelto a casar, pero mantuvo una relación duradera con la cantante Grimes, con quien tiene tres hijos, y ha estado pasando tiempo con el ejecutivo de Neuralink Shivon Zilis, con quien tiene cuatro hijos -parte de su plan para repoblar el planeta. Según el Journal, Zilis vive en un complejo cerrado en Texas donde Musk pretendía que residieran todos sus vástagos y sus madres.
¿Tendrá más hijos por ahí?
Justine Musk ha mantenido un perfil relativamente bajo desde su divorcio. Publicó un relato corto en 2016 y tuvo un blog durante un tiempo. Es de suponer que a Justine no le entusiasma el trato que Musk da a Vivian Jenna Wilson, una de sus hijas gemelas, que ahora es una mujer transgénero, y a la que Musk ha ridiculizado públicamente junto con la comunidad trans en su conjunto. «Me apoya mucho en mi transición», dijo Vivian sobre su madre en una entrevista concedida en marzo a Teen Vogue. «Cuando salí del armario, fingió estar ligeramente sorprendida durante 30 segundos y luego dijo: ‘Sí, cariño. Vale». ¿Y su padre? «No me apoyó tanto como mi madre».
Wilson, de 20 años, dijo a la revista que se ha independizado económicamente de su padre desde que salió del armario como trans en 2020. En cuanto a su legión de hermanos, Vivian bromeó: «Diré que en realidad no sé cuántos hermanos tengo, si incluyes a los medio hermanos. Es un dato curioso. Da para dos verdades y una mentira. Me enteré de lo de Shivon Zilis al mismo tiempo que todos los demás. No tenía ni idea antes de eso».
Es muy probable que haya aún más niños Musk por ahí, o seguramente más en camino.