Ha sabido reinventarse y consolidar su trayectoria con versatilidad y carisma. Desde su primera aparición en televisión en 1999 con Desesperado Club Social, Kira Miró (Gran Canaria, 45 años) ha explorado registros que van de la comedia al thriller, ha trabajado tanto en cine como en teatro, ha sido la cara visible de éxitos como Machos Alfa y Perverso y ha actuado bajo la dirección de reconocidos directores. Con varios estrenos en el horizonte, sigue sumando desafíos a su filmografía sin perder la frescura que la caracteriza.
Hemos quedado en hablar por teléfono y, cuando descuelga, Kira me advierte: “Me pillas en la peluquería haciéndome las mechas, pero si no te importa el ruido hacemos la entrevista”. De fondo, el inconfundible zumbido del secador y el murmullo del salón ponen la banda sonora a nuestra conversación mientras me la imagino con el cabello lleno de papel de plata, convertida en una estrella hasta en la pelu.
Hablamos de la inestabilidad de su profesión, de su acento canario, del trabajo aún pendiente con los machos alfa de a pie de calle, de su elección como madrina de los VIII Premios Astarté, que se inauguran este seis de abril en Ibiza, y del momento tan feliz que está viviendo tanto en lo profesional como en lo personal. “Me siento plena (…). Tengo a mi lado a un hombre maravilloso que no teme expresar su amor públicamente y eso es un regalo, porque me da mi sitio. No me esconde, no se esconde”.
El afortunado es Salva Reina, Premio Goya al mejor Actor de Reparto por la película El 47 y autor de una de las dedicatorias más emotivas que se recuerdan en los últimos años entre los premiados. Palabras que, por supuesto, iban dirigidas a Kira.
A lo largo de su carrera ha trabajado con directores como Pedro Almodóvar, Isabel Coixet o Álex de la Iglesia. Con el paso de los años, ¿cree que ha cambiado la forma en que la ven en el cine y el teatro?
Sí, porque he ido creciendo y cambiando. El tipo de personajes a los que accedo se está ampliando y eso es muy bonito. Cuando eres más joven, quieres demostrar que puedes hacer millones de cosas y, sinceramente, cuando me he tranquilizado con ese tema y he querido disfrutar de mi carrera es cuando me han llegado los personajes más bonitos.
El público también ha evolucionado, ¿ha notado un punto de inflexión en cómo le perciben los espectadores?
Mucho: yo de joven tenía un público más masculino y a raíz de mi participación en El Desafío [ganó la edición de 2021 del programa de Antena 3] se amplió bastante a familias, niños y mujeres. De hecho en esa época yo estaba haciendo teatro y por suerte se me llenó de familias. Fui un poco inspiración para otro tipo de generaciones.
Ha confesado que después de sus inicios vivió una etapa de vacío profesional y pensaba que no la volverían a llamar. ¿Cómo fue ese momento y qué hizo?
Los momentos en los que no te sale el trabajo que te gustaría son bastante desoladores. Una siente soledad e impotencia porque no depende de lo que tú hagas, tú sigues siendo la misma persona, la misma actriz con el mismo talento, solo que ya no te cogen. Es la mirada del otro lo que cambia. Entonces, te tienen que dar la oportunidad. Yo me mantuve activa haciendo teatro, que fue lo que me salvó cuando el audiovisual me bajó el ritmo, y fue una escuela maravillosa. Además, el público de teatro es súper fiel, si le ha gustado una obra te van a ver a las siguientes.Luego, poquito a poco me fui reenganchando en la tele con El Desafío, La que se avecina, Machos Alfa… y otra vez en la rueda.
¿Esa situación se revirtió también porque avanzamos en una sociedad en la que las mujeres peleamos por seguir siendo visibles a otras edades, con otros cuerpos, con otros roles?
Sí, todo afecta, lo que pasa es que el mundo de las actrices es complicado y el mundo de ser actor en general también, la inestabilidad está siempre ahí acechándote, da igual la edad que tengas. En mi caso, a los 20 trabajé muchísimo y a los 30 no era la típica jovencita y siempre cogían a una más joven que yo, pero tampoco tenía físico de madre me quedé en tierra de nadie. Y al cumplir los 40 se me ha reactivado muchísimo la carrera a nivel audiovisual.
Qué le diría a alguien que lo tiene todo para que le cojan en un casting, y sin embargo no le vuelven a llamar.
Que no desespere, hay que recibir muchos noes, yo he recibido muchísimos y a veces no depende de tu talento ni de lo bien que hayas hecho la prueba, depende de mil factores como por ejemplo que el protagonista pegue más con otra actriz que tú. Hacer casting es una profesión en sí misma.
Si pudiera elegir, ¿qué huella te gustaría dejar en los espectadores con tu trabajo?
Cuando salía del teatro había gente que me decía: me has hecho reír una hora y media, me he olvidado de mi vida. Me encanta ayudarles a olvidarse de sus problemas mientras ven una obra de teatro, o mientras ven Machos Alfa.
¿Cree que algún día veremos el fin de los machos alfa?
Ay… no sé, a mí me está dando un miedo todo… ojalá veamos pronto el fin de los machos alfa, no la serie pero sí en la realidad, pero este es un camino largo y nos queda mucho por hacer.

Le confieso que no sabía que era canaria, ¿le han pedido que cambie su acento en esta profesión?
Cuando empecé en Desesperado Club Social no se llevaban los acentos, si querías trabajar en la tele como actriz tenías que hablar con acento neutro. Me lo planteé como que no había opción. De canaria sólo he hecho poquito en una película y con Almodóvar. Mis personajes son generalmente peninsulares. Nadie me lo ordenó, pero ahora están bien vistos los acentos y además se está rodando bastante en Canarias. Es algo que practicaba mucho al estudiarme los textos.
Su pareja le hizo una de las dedicatorias más bonitas de los premios Goya, está triunfando con Machos Alfa 3, va a amadrinar el Festival Ibicine, ¿cómo definiría su momento vital?
Estoy plenamente feliz. Me siento plena, me siento llena de amor, por suerte también de salud y el trabajo me va bien. Tengo a mi lado un hombre maravilloso que no teme expresar su amor públicamente y eso es un regalo también porque me da mi sitio. No me esconde, no se esconde.
¿Cómo recibió la noticia de convertirse en la madrina de la VIII Edición de Ibicine? ¿Qué significa para usted este reconocimiento?
Es un honor inesperado y muy ilusionante porque compartir ranking con actrices tan top como Paz Vega o Cayetana Guillén Cuervo y que te den ese valor en Baleares es maravilloso. Y en un festival que no sólo premia a actores y directores sino también al equipo técnico, que es algo que valoro mucho porque nuestro trabajo luce gracias a todo el equipo y este festival les da valor a ellos también.
Es una amante del deporte y del mar, cuando se mete de lleno en largos rodajes, ¿encuentra huecos para entrenar? ¿tiene un deporte imprescindible?
Tengo mono y necesito tener en mi vida el kitesurf, y siempre que puedo me escapo a Tarifa, a Brasil, o a navegar y a la naturaleza, eso me da la vida, pero viviendo en Madrid no lo tengo tan a mano y mientras, lo que hago es desquitarme con mis tablas funcionales.
O sea, que usted no es de las que se disgusta con el viento en vacaciones.
Al revés, me encanta, aunque entiendo que es muy molesto en la playa. Pero si quiero kitesurf…
¿Cuáles son sus próximos proyectos?
Estoy rodando Machos Alfa 4 y pendiente de empezar Cómo hemos llegado a esto, una comedia en la que hago de una choni hortera, y Solos, que es un drama. En verano tengo otro rodaje pero aún no puedo hablar de él.
Durante nuestra conversación, Kira deja entrever la paz mental que siente en este momento vital. Antes de colgar, nos despedimos entre risas y la dejo de nuevo en manos de su peluquero para que pueda retomar su papel de hoy: el de clienta paciente bajo el brillo del papel de plata.