Los conciertos de mujeres se han convertido en auténticas superproducciones y cada vez son más las artistas que convierten sus tours en una experiencia única. La estadounidense Sabrina Carpenter, con tan solo 25 años ha llegado a Europa con la gira de su último disco, Short n’ Sweet, para recordarnos que lo único brillante que tiene no son solo sus looks, también su futuro.
Como amiga de Taylor Swift, ambas saben muy bien lo que es ser un fenómeno fan. Carpenter, aunque con una fama mucho más reciente, ya ha conseguido que todo el mundo que haya oído hablar de ella, esté atento de su gira.
Una estética pin-up, looks lenceros con mucho brillo, canciones sorpresa y una pose diferente cada vez que canta Juno, hacen que los conciertos de Sabrina creen mucha expectación al respecto.
Si hay algo que se le da bien a esta rubia es sonar totalmente dulce mientras canta canciones que sería mejor que no escuchase un niño. Esta artista está en proceso de convertirse en la princesa del pop. En cada concierto, el escenario recrea una casa de los años 70 pero con un toque futurista.
Ella está decidida a ser la mejor amiga de sus fans y es por eso que sus actuaciones recrean la mejor parte de salir de fiesta, prepararte con tus amigas. Los conciertos comienzan con un video suyo dándose un baño de espuma y según avanza la noche, el show va relatando las distintas fases de preparación hasta el momento de salir. Todas ellas marcadas por estilismos que ya se han vuelto icónicos.
Los favoritos del público
Esta gira tiene a todos los amantes de la cultura pop en pie. Las redes sociales se incendian cada vez que Sabrina canta en directo. Londres, París, Berlín, Bruselas y recientemente Amsterdam, son las primeras ciudades europeas que han tenido el placer de ver esta superproducción.
La artista abre el concierto con su canción Taste, mientras aparece corriendo, envuelta en una toalla como si hubiese terminado su baño de espuma, sin embargo, al quitársela deja ver un impresionante bodysuit lleno de pedrería, diseñado por Victoria’s Secret, y que cuenta con 150,000 cristales aplicados a mano. Valorado entre 10.000 y 15.000 dólares, según la agencia de tendencias Socially Powerful, este conjunto, cambia en cada concierto, creando así la expectación del público por ver los siguientes.
Los estilistas de la artista cuidan hasta el más mínimo detalle. En cada concierto no solo cambia el corsé, sino que cambian también las medias que lo acompañan, ya que cada una cuenta con una frase distinta, simulando un tatuaje.
Según avanza la actuación, al conjunto de pedrería le acompaña un babydoll a juego, adornado con unas flores en el bajo, continuando con la estética sexy y pijamera que tiene esta primera parte del concierto.

Tras la primera parte del concierto, comienza Sabrina After Dark, la sección del show que está protagonizada por un sofá estilo chesterfield, para continuar con la estética setentera y un mono de encaje negro. Este es siempre del mismo color, un diseño de Jean Patou, la casa de costura francesa. Se trata de un mono de tirantes completamente de encaje, ajustado y con corte capri, acompañado de unos guantes de ópera, también de encaje, y unos zapatos Mary Jane completamente cubiertos en brillantes.
El mono está elaborado con dos tipos diferentes de encaje y bordado a mano con lentejuelas, requiriendo un trabajo artesanal de aproximadamente 60 horas. Debido a su complejidad, está valorado entre 15.500 y 20.700 dólares, según Socially Powerful.
Para terminar el espectáculo, Carpenter se cambia al outfit que se pondría para la fiesta. Un top y una falda larga removible es lo que deslumbra al público. En esta parte del concierto, Sabrina brilla con un diseño de Ludovic de Saint Sernin, que además esta adornado con centenares de cristales Swarovski. Tras unos minutos, la artista hace una actuación que acaba con ella removiendo la falda larga y dejando al descubierto el verdadero look, un dos piezas casi igual pero con la falda mucho más corta.
Rosa, verde, plateado, rojo, azul… Carpenter ya ha lucido este atuendo en casi todos los colores. Según Socially Powerful este sería el vestuario más caro, en torno a los 26.000 dólares. Sin duda este conjunto es el más icónico y el que más representa a la cantante; viene acompañado con unas botas estilo Naked Wolfe, también recubiertas de cristales y con un cut out en forma de corazón en lo alto de la bota.
Cantante de millones
El vestuario de la gira Short n’ Sweet ha significado un antes y un después en la carrera musical de la estadounidense. Esta evolución, sumada a la cuidada actuación que realiza en cada show y su interacción con el público posicionan a Sabrina Carpenter como una de las estrellas de pop más relevantes del momento.
Charly XCX, Taylor Swift o Chappell Roan son otras de las artistas cuyos conciertos no solo estas reconocidos por su increíble voz, sino por toda la producción que hay detrás de cada detalle en sus shows.
Esto no es lo único que tiene en común Sabrina Carpenter con esta élite de la música pop, su patrimonio de 12 millones de dólares a pesar de su corta carrera musical muestran como no hay nada que vaya a detener la exitosa carrera de esta rubia.