Tras siete años sin subir a un escenario, una dolorosa y mediática separación y ser juzgada por fraude fiscal en España, Shakira está de vuelta este 2025 con Las Mujeres Ya No Lloran World Tour. La gira comenzó el pasado martes 11 de febrero en Rio de Janeiro (Brasil), el primer show de 44 en total. Tras ganar su cuarto Grammy hace pocos días, esta vez como Mejor álbum de pop latino, la colombiana dejó boquiabiertos a sus fans en la apertura de la gira.
La dueña de Hips Don’t Lie había agotado en cuestión de pocas horas los tickets para sus shows en Colombia, Argentina, México, Brasil, Chile y Perú, teniendo que ampliar fechas en cada país hasta el 30 de junio. Y es que con el arranque de su gira, la cantante dejó claro que además de facturar, sigue sorprendiendo a su público tras tres décadas de carrera.
Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan
Su álbum cicatriza unos años turbulentos para la cantante. Tras una separación caótica con hijos de por medio y presuntos delitos contra la Hacienda Pública valorados en más de 6 millones de euros, la cantante no ha tomado mejor decisión que plasmar todo su dolor y rabia en un álbum de música.
El título del álbum es una de las frases más virales de la sesión de Shakira con el productor argentino Bizarrap, la indirecta más directa de la cantante al futbolista que se convirtió en Canción del Año en la pasada edición de los Latin Grammy.
Además de arrasar en las listas de éxitos de muchos países y recibir un sinfín de premios, la artista no para de facturar una fortuna de dinero con las 16 canciones que componen el disco. Su patrimonio, prueba de ello, llega a superar los 300 millones de euros.
Siendo la artista latina que más ha vendido en toda la historia, más de 80 millones de discos concretamente, Shakira demuestra que la edad no significa nada. Con 48 años se sube al escenario y lo da todo. ¡Baila, canta y factura!
Lágrimas convertidas en diamantes
Diamante, zafiro, rubí y esmeralda. Son las cuatro piedras preciosas que conforman las portadas de su álbum. Piedras que, en un inicio fueron lágrimas. Las 16 canciones, entre ellas Puntería con Cardi B o Cohete con Rauw Alejandro, le sirvieron a la cantante como unas buenas sesiones de terapia.
Shakira afirma haberse reconstruido a sí misma con cada canción del disco. «Al cantarlas, mis lágrimas se transformaron en diamantes y mi vulnerabilidad en resiliencia», es el mensaje que ha publicado en sus redes sociales.