La inesperada muerte de Isak Andic el pasado 14 de diciembre sigue conmocionando al mundo empresarial y de la moda. Hoy aprendemos que Sarah Andic Raig, la hija menor del fundador de Mango, ha creado su propia sociedad patrimonial con el fin de gestionar sus inversiones, según cuenta hoy Expansión. Sarah, de 28 años, constituyó Kiwi Capital ante notario el 11 de diciembre, tres días antes de la muerte de su padre, por lo que la creación de la nueva sociedad no está relacionada con el trágico accidente ni con la herencia que le corresponde.
Kiwi Capital cuenta con un capital social de 100.000 euros y tiene como socia y administradora única a Sarah. Su objeto social es la «compra, suscripción, tenencia, permuta y venta de toda clase de valores mobiliarios nacionales y extranjeros, incluidas acciones, participaciones o intereses». Según cuenta Expansión, las inversiones que gestionará la compañía son activos inmobiliarios.
Sarah es la pequeña de los tres hijos que tuvo Isak Andic con su primera esposa, xxx. Tras la muerte de su progenitor, Jonathan, de 43 años, Judith, de 41, y Sarah se han convertido en los dueños del holding que creó su padre y por el que controlaba sus negocios. Jonathan es ya miembro del consejo de administración y del comité de dirección.
Mango cerró el pasado junio el mejor primer semestre de su historia, con una facturación de 1.543 millones de euros, un 6,3 % más que en esos meses de 2023, resultado que la empresa atribuye a la «buena aceptación» de las colecciones diseñadas en Barcelona.
Mango, capital familiar con gestión profesional
En los dos últimos años, Andic introdujo cambios en la gobernanza de Mango y también en una de sus patrimoniales. Su deseo era que la firma continuara siendo de capital familiar, pero con una gestión plenamente profesional. Así, los tres hijos de Andic tomarán el relevo en Mango con Toni Ruiz, consejero delegado y accionista, al frente de la gestión.
Este controlaba el 95% del grupo textil catalán a través de la sociedad patrimonial Punta Na Holding, de la que poseía la totalidad las acciones. La mayoría las ostentaba a nivel personal, y un pequeño porcentaje a través de otra de sus empresas, Punta Na. Esta última está dedicada a la inversión inmobiliaria, y Andic también era su único accionista, aunque sí compartía consejo de administración con sus tres hijos: Judith, Sarah y Jonathan. “La propiedad será de la familia, pero yo creo que ya siempre estará llevada por profesionales”, contaba el propio Andic en El País Semanal, en una de las pocas entrevista que concedió los últimos tiempos.
