El objetivo de Hollywood está cada vez más acostumbrado a capturar a artistas cuyo apellido ya ha estado previamente en los créditos sobre el fondo negro de sus filmes, pero de previas generaciones. Hablamos de los «nepo babies», aquellos hijos cuyos padres son ya famosos y que por casualidad, o no tanta, también han logrado éxito. Maya Hawke, Dakota Johnson, Gwyneth Paltrow, Hailey Bieber, Jamie Lee Curtis…y decenas más que posan en primer plano. No son presencias nuevas en las carteleras de todo el mundo, pero cada año que pasa, salen más y más de sus escondites y tumbas de Beverly Hills.
Seas fan o no de la cita del filósofo y político del s.XV, Maquiavello, «el fin justifica los medios», hay que admitir que este nepotismo encarnado en estrellas arrasa en todas las facetas artísticas. Cuestión de genética, esfuerzo o apoyo, o una fusión de todas ellas, las «nepo babies» de 2024 han sido muchas de las protagonistas del cine de este año. Es como si hicieran la alfombra roja su árbol genealógico.
Lily-Rose Depp en Nosferatu
La hija de Johnny Depp y Vanessa Paradis demuestra su leyenda artística de la mano de esta la última escurridiza pesadilla del año, Nosferatu de Robert Eggers, y concede una dulce muestra de la histeria y obsesión femenina del siglo XIX de ‘lo malo que está por venir’. En Lily existe la etérea fusión entre la belleza de las pasarelas de su madre y la sensibilidad emocional de su padre, por lo que brinda una interpretación que ver con los ojos muy abiertos y con crucifijo en mano.
Margaret Qualley en La sustancia
Hija de Andie MacDowell (Cuatro bodas y un funeral -1994-) ya está más que acostumbrada a la cámara. Desde sus papeles en Dos buenos tipos (2016), Érase una vez en Hollywood (2019), y Pobres Criaturas (2023), hasta su personaje en la película de terror psicológico/visual del año, La sustancia, que protagoniza junto a Demi Moore. Un talento dulce que tiene muchas caras y, que de momento, arrasa con todas ellas. Muy lejos de las comedias románticas de su madre, Qualley se está labrando una carrera variada y de muchos géneros, algunos de ellos de los que su familia nunca se hubiera esperado, como confesó en The Tonight Show de Jimmy Fallon.
Marisa Abela en Amy Winehouse: Back to Black
Hija de la actriz Caroline Gruber y del director Angelo Abela, se ha convertido en una de las actrices de moda que todas las marcas de lujo se rifan para lucir sus diseños, Miu Miu entre ellas. Con su papel como la trágica estrella de Camden Town que llevaba en cada actuación un eye liner más intenso que el anterior, Abela ha dado su primer paso en los titulares de la mano de la directora, también británica, Sam Taylor-Johnson. Y al igual que a su personaje, todos sus espectadores la han escuchado bien alto y la tienen en sus listas de las actrices más top del año.
‘Nepo directoras’ también
La conocida directora de las joyas visuales y narrativas de Las vírgenes suicidas (1999), María Antonieta (2006) y Lost in traslation (2003), Sofia Coppola, hija de Francis Ford Coppola, estrenó este pasado San Valentín Priscilla, el biopic de ‘la muñeca’ de Elvis Presley. Por primera vez, se cuenta la versión de la que fue mujer del rey del rock, y a través de una belleza estético muy cuidada de colores pastel y mucho maquillaje, se cuenta la historia de la chica detrás de las puertas cerradas de Graceland. Protagonizada por Cailee Spaney y Jacob Elordi.
Zoë Kravitz, hija de Lenny Kravitz y Lisa Bonet, se ha estrenado como directora en Parpadea Dos Veces, una película de suspense psicológico y comedia negra, protagonizada por Channing Tatum y Naomi Ackie. El filme explora temas relacionados con el poder, el control y las dinámicas de género, presentando una alegoría feminista delicada a la vez que cautivadora.