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Marina Pérez, la modelo misteriosa

La mirada magnética de Marina Pérez lleva más de dos décadas liderando la industria de la moda. Ahora, a sus 40 años, cree que todo lo que había que cambiar en el sector ya se ha hecho: adiós a los estereotipos.

Fotografía: Javier Biosca / Realización: Chabela García / Maquillaje y peluquería: Beatriz Matallana / Ayudante de fotografía: Ana Eguizabal / Ayudante de estilismo: Martina Tacchini

Es una de las modelos más exitosas de España pero también de las más misteriosas. Marina Pérez (Madrid, 40 años) es la prueba de que tener fama no es sinónimo de falta de privacidad. Después de más de 20 años en la industria de la moda, la vida de esta modelo se sigue manteniendo como un secreto para muchos. Tras dar a luz a su hija Valentina hace cuatro años, Pérez ha vuelto al modelaje con las prioridades totalmente distintas. 

Vestido de Tod’s y zapatos de Ferragamo.

¿Cómo ha sido volver al mundo de modelaje después de ser madre?

Distinto. Ahora todo requiere más organización e intento viajar lo menos posible. Como con cualquier trabajo, es difícil de compaginar con la maternidad, pero en el mío además todo se decide a última hora. 

¿Te gustaría que tu hija siguiera tus pasos?

 Si ella quiere, le gusta y tiene futuro en ello, no me importaría, por lo menos es algo que conozco y podría orientarla. Pero no voy a animarla.

¿Cómo llevas el envejecimiento?

Sorprendentemente bien. Llevo mucho tiempo concienciándome de que es algo inevitable. Hay veces que incluso me veo mejor que hace 10 años. También es cierto que no pensaba que seguiría trabajando a esta edad. 

Abrigo de Louis Vuitton y pantalón de Zara.

¿Qué opinas de los retoques estéticos? ¿Te los aplicarías?

Cada uno es libre de hacer con su cuerpo lo que quiera y hay que respetarlo. Personalmente no creo que recurra a ellos, aunque nunca se puede decir nunca. Me gusta la belleza natural y he aprendido a querer y sacar partido de mis imperfecciones. 

¿Cómo es un día típico en tu vida cuando no estás trabajando?

Suelo dedicar casi todo el día a mi hija. Despertarla, hacerle el desayuno, cambiarla y llevarla al cole. Mientras ella está en el cole aprovecho a hacer recados, cosas de la casa, organizar, si tengo tiempo me dedico un poco a mis hobbies, o a ponerme al día. Luego la recojo del cole y toda la tarde estoy con ella hasta que la acuesto.

¿Qué importancia le das al cuidado de tu salud física y mental en tu trabajo?

Me gustaría decir que como muy sano y hago mucho ejercicio, pero lamentablemente no es así. Ser madre es agotador y no me queda mucho tiempo para dedicarme a mi misma.

¿Qué haces cuando encuentras tiempo para desconectar?

Desconectar del trabajo es fácil cuando no estoy trabajando. No miro desfiles, ni leo nada que tenga que ver con moda, ni me conecto a las redes.  

¿Has tenido alguna experiencia negativa en el trabajo? ¿Cómo has reaccionado?

Por suerte, no. Si consideraba que alguien no daba el trato correcto, no trabajaba con esa persona. He tenido la suerte de poder elegir.

Americana de Emporio Armani, medias de Calzedonia y mocasines de Ferragamo. 

¿Cual es la jornada laboral más larga que has hecho?

Hace un par de semanas hice un trabajo que solo podían hacer las fotos por la noche. Empezamos a las diez y acabamos a las ocho de la mañana. Después de estar despierta todo el día fue agotador. 

¿Cómo fueron tus comienzos?

Que yo recuerde nunca quise ser modelo. Empecé con 10 años porque mucha gente le decía a mis padres que creían que me podía ir muy bien. 

¿A qué otra cosa te hubiera gustado dedicarte?

De pequeña siempre quise ser veterinaria, aunque ahora no creo que valiese para ello. Me afecta mucho ver un animal enfermo. La arquitectura siempre me llamó la atención, así que al final estudié lo más parecido a la arquitectura en el mundo de la moda: patronaje y sastrería.

¿Cuál fue tu primera gran oportunidad en la industria?

Lo primero importante que hice fue en 2003 el desfile de Calvin Klein en exclusiva en NY. A partir de ahí todo fue rodado. Yo era muy escéptica y no quería ir porque pensaba que cuando llegase me cancelarían, pero me equivoqué. A día de hoy sigo con la misma inseguridad antes de cada trabajo. 

¿Hay alguna pasarela o campaña que consideres el punto más alto de tu carrera? ¿Cómo fue? 

Prada siempre lo consideré el más importante. El seguir haciéndolo temporada tras temporada, era lo que me mantenía en el punto alto. 

¿Cómo definirías tu estilo personal fuera de las pasarelas?

Muy sencillo y bastante sobrio. Me gusta mucho el corte masculino e ir cómoda. Casi siempre con pantalones vaqueros o de traje y en colores oscuros o neutros. No me complico mucho, el estilismo no es lo mío. 

Viajas mucho por trabajo, ¿qué sitio es el que más te ha gustado?

Tokio siempre va a ser mi favorito. 

No importa las veces que haya ido, tiene algo que me sigue atrapando.

¿Qué cambiarías en tu industria?

Casi todo lo que cambiaría ya lo está haciendo. La moda cada vez es más inclusiva y ya no tiene miedo de romper con estereotipos.