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Esta es la fortuna millonaria de Simone Biles, la mejor deportista de la historia de los Juegos Olímpicos

No hay juegos sin sus saltos y acrobacias imposibles. Con su pasado muy presente, la mejor gimnasta de todos los tiempos ha vuelto a los Juegos Olímpicos de París para cubrir a su bandera con más medallas de metales preciosos y seguir aumentando su fortuna personal, que podría alcanzar los 16 millones de dólares.

 

 

Simone Biles (Ohio, EE.UU, 27 años) desafía todas las leyes de la gravedad cada vez que pisa suelo olímpico. En su metro y 42 centímetros de puro músculo alberga un talento que ni el mismo Isaac Newton podría llegar a contrastar con su física. Una vez más, lo ha vuelto a demostrar en estos recién estrenados Juegos Olímpicos de París, el pasado domingo 28, al nada más y nada menos que volver a los altos vuelos con coreografías impecables, destacando el Biles II -siendo la primera mujer en realizar este salto, considerado uno de los saltos más complicados de todos los tiempos-. Vestida con un maillot negro con estrellas plateadas, fue la que más brilló en el pabellón Bercy al completar su primera jornada olímpica con tres clasificaciones a la final de las cuatro modalidades a las que se ha presentado.

No es solo considerada la mejor gimnasta de la historia y más condecorada, al tener 34 medallas, sino que podríamos estar ante la mejor deportista, o al menos una de ellas, que han dado a conocer los Juegos Olímpicos. Su increíble físico, técnica, esfuerzo y falta de gravedad, son algunos de los numerosos factores que apuntan a Simone como una auténtica prodigio y que la han impulsado a los más alto en los libros de la historia del deporte.

Un patrimonio millonario a los 27 años

Campeona olímpica, Forbes estima que en 2023 Simone Biles ganó aproximadamente 100.000 dólares en competiciones de gimnasia, pero fuera del deporte, se llevó a casa unos 7 millones de dólares en patrocinios. Además de estimarse que su patrimonio neto para este 2024 es de unos 16 millones de dólares, como resultado de su carrera, acuerdos de patrocinio y otros compromisos empresariales.

Con el dorsal 391 a la espalda y con ovaciones haya donde vaya, Biles, de 27 años, es la gimnasta estadounidense de mayor edad en representar a Estados Unidos, desde Marie Hoesly a sus 35 años en 1952. Sin embargo, cada pisada que da le acerca más a volver a triunfar en los juegos custodiados por la Torre Eiffel donde, aún con un pequeña lesión en el tobillo, todas las porras y todas las expectativas apuestan por ella para acumular más metales en su vitrina de la mejor gimnasta del mundo.

Esta misma presión fue la que le hizo alejarse de los gimnasios durante tres años tras los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 al haber sufrido problemas de salud mental «al sentir que todo el peso del mundo recaía sobre sus hombros». Hasta su reaparición en Amberes en octubre de 2023, campeonato mundial que la coronó como la gimnasta más premiada de todos los tiempos, superando al bielorruso Vitaly Scherbo, al poseer 34 medallas, de las cuales siete son olímpicas, cuatro oros frente a una plata y dos bronces.

Ahora, en pleno 2024, con un objetivo claro y una recién estrenada serie en Netflix donde cuenta su historia, Simone está dispuesta a hacer brillar a su equipo y todo su país en esta semana de finales de los Juegos Olímpicos de París, en los que mañana, disputará en la categoría individual la medalla de oro.

Desde su primera y dorada aparición en 2013 con solo 16 años, también en el Campeonato Mundial de Amberes, el mundo de la gimnasia artística ha sufrido un antes y un después. Biles simbolizó la revolución y la llegada de una estrella más para la bandera estadounidense.

Las puntas de una estrella

Nacida en Ohio en 1997, fue adoptada junto a sus tres hermanos por sus abuelos debido a los problemas de adicción que sufrieron sus padres. Simone comenzó con la gimnasia a los 8 años y se convirtió en su mundo y refugio.

Maestra en los saltos y piruetas imposibles, Simone Biles se dio a conocer al mundo como el prodigio de musculatura compacta y explosiva que es, en los Juegos Olímpicos de Río en 2016 donde subió al podio internacional como una de sus reinas tras ganar las medallas de oro en la competencia general individual, en salto y por equipos, y el bronce en viga de equilibrio.

De su chistera, saca trucos que nadie más ha podido y de momento, puede hacer, como el Biles I -un doble mortal atrás estirado con medio giro en el segundo mortal-y el Biles II. Por estas acrobacias, se convirtió en una figura trascendental dentro de su deporte, en el que no solo ha demostrado talento sino también la pura realidad de la competición. La gimnasta ha sido la portavoz de diversas cuestiones de salud mental, que van de la mano del deporte de élite. Lo más sonado fueron los Juego Olímpicos de Tokio de 2021, cuando se retiró en la segunda jornada debido a que no sentía la suficiente confianza en sí misma y por problemas de ansiedad: «Tenemos que proteger nuestra mente y nuestro cuerpo y no limitarnos a hacer lo que el mundo quiere que hagamos», explicó durante la misma rueda de prensa y siempre contando con el apoyo de sus entrenadores, Cecile Landi y Laurent.

El apoyo fue fundamental durante esa etapa tan dura para Biles, ya que además de estar casi un año y medio sin entrenar, también fue el momento del juicio de Larry Nassar, antiguo médico del equipo nacional de gimnasia de Estados Unidos y quien fue juzgado a cadena perpetua por el abuso sexual de más de 300 deportistas, incluida Simone. Con duras palabras y entre lágrimas contó su testimonio y se sumó como una víctima más ante uno de los mayores escándalos sexuales del país: “Echo la culpa a Larry Nassar y también echo la culpa a todo el sistema que permitió y perpetró ese abuso. USA Gymnastics y el Comité Olímpico y Paralímpico Estadounidense sabían que estaba sufriendo abusos por parte del médico oficial del equipo. No quiero que ningún otro joven deportista olímpico o ningún otro individuo sufra el horror que yo y que otros cientos han soportado y continúan soportando hasta hoy”.

Estuvo bien acompañada. Por sus compañeras, entrenadores, además de todo un país y por supuesto de su novio, Jonathan Owens, futbolista de los Green Bay Packers de la NFL. La pareja de deportistas se conoció en 2020 a través de una aplicación de citas, se casaron en abril de 2023 y no hay dudas que son los mayores animadores del otro.

Ahora en pleno 2024, con mucha más salud mental, un anillo de casada y en más forma que nunca, la mejor gimnasta de todos los tiempos está dispuesta a volver a cubrir de oro su bandera y a representar el talento y la pasión de todo un deporte.

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