Cuando la fortuna de dos estrellas se une por amor el valor de la pareja puede llegar a una cifra estratosférica. Mucho más si los negocios funcionan. Este es el caso de Blake Lively, de 36 años, y Ryan Reynolds, de 47, uno de los matrimonios más queridos e influyentes de Hollywood. Guapos y estilosos son un imán para la industria. La pareja acumula un patrimonio conjunto de unos 330 millones de dólares.
Los dos cuentan con triunfos a sus espaldas y con muy buenas proyecciones presentes y futuras, como se ha podido confirmar a través de sus últimos estrenos de taquilla. Ayer, 9 de agosto, Blake estrenó la romántica Romper el círculo, que junto a su co-star Justin Baldoni, asegura una historia de amor ideal para disfrutar este verano. Por otro lado, Ryan ha marcado uno de los taquillazos del año con su película de Deadpool y Lobezno, con Hugh Jackman, película del universo Marvel y del planeta de los X-Men, que ha arrasado en taquilla: en menos de dos semanas ha recaudado 824 millones de dólares superando la suma de las previas películas de Deadpool. Su pronóstico es de alcanzar y superar con creces los mil millones.
No solo guapos, también ricos
La pareja se conoció en 2010 y se casó en 2012 antes de convertirse en padres de cuatro hijos: James, de nueve años, Inez, de siete, Betty, de cuatro, y Olin, de un año. Su relación tan natural y desenfadada, aparece en todos los medios cada vez que hacen una aparición. Su carisma y sus estupendos looks no son las únicas vías de ingresos. Otro actor fundamental en esta pareja son sus inversiones.
Hace un año, Reynolds se embolsó cerca de 277 millones de euros por la venta de la operadora Mint Mobile al gigante T-Mobile de la que el actor poseía un 25%, lo que hizo duplicar su patrimonio con sola una inversión. Sin embargo, esta jugada maestra no es la única que ha llevado a cabo el protagonista de Deadpool en los últimos años, ya que en 2020 vio cómo cartera se llenaba tras que la compañía británica de Diageo –dedicada la fabricación y distribución de bebidas alcohólicas– comprase la licorera Aviation American Gin, marca en la que el canadiense tenía una muy importante y elevada participación.
Además, desde 2018 se asoció con George Dewey, un gurú del contenido digital, para lanzar Maximum Effort, una productora de cine y una agencia de marketing. Ha llevado proyectos con otros compañeros de industria como Celine Dion, David Beckham y su amigo de reparto, Hugh Jackman. Tres años después, la plataforma de publicidad MNTN compró Maximum Effort, pero el actor y Dewey se mantuvieron como fundadores y directores creativos.
Parte de su fortuna también reside en los deportes. Adquirió el equipo de fútbol galés Wrexham por 2,3 millones de euros y destinó parte de su dinero a Wealthsimple, un servicio de gestión de patrimonio con sede en Toronto cuyo valor actual es de 5.000 millones de euros y en el que también participan figuras como Drake y Michael J. Fox. No satisfecho con todo esto, el año pasado Reynolds añadió otro negocio a su imperio al invertir en 1Password, un software de gestión de contraseñas valorado en 6.800 millones de euros. Ryan no solo sirve para enamorarnos en sus comedias románticas dosmileras y para hacernos reír con sus chistes irreverentes de Deadpool, sino que también podría dar clases de inversiones.
Lively también se anima con las inversiones y demuestra su espíritu emprendedor con su debut con el lanzamiento en 2021 de Betty Buzz, una línea de bebidas gaseosas sin alcohol, que casualmente crea la perfecta mezcla con la ginebra Aviation Gin, de la que Ryan Reynolds fue dueño. Con o sin alcohol, no cabe duda que en los negocios son también el matrimonio perfecto. Asimismo, Blake ha acumulado bastantes ingresos gracias a representar la imagen de firmas de la talla de Stella McCartney, Chanel y L’Oreal.
En su última aparición en la première de Deadpool y Lobezno es la propia representación física, en cuya alfombra roja posa un triunfo común y no uno individual, y sino que se lo digan a su patrimonio descomunal de 330 millones de dólares. Con pronósticos de muchos más taquillazos en carteleras y en inversiones, Blake Lively y Ryan Reynols se coronan como uno de los matrimonios más ricos y que mejor manejan su dinero de todo Hollywood.