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‘Gladiator 2’: por qué no pasa el tiempo por la actriz Connie Nielsen (y sí por Russell Crowe)

Ridley Scott prepara la segunda parte de Gladiator, la película que arrasó en 2000 y le valió el Oscar a su protagonista Russell Crowe. ¿Cómo ha tratado el tiempo por él y su coprotagonista Connie Nielsen?

 

Como si de una escultura romana se tratara, Connie Nielsen (Dinamarca, 59 años), la actriz que interpretó a Lucilla en la película de Gladiator (2000), se ha conservado estupendamente 24 años después del estreno de la película. Tras el éxito que supuso la primera entrega al considerarse una de las mejores películas de toda la historia del cine, Paramount Pictures ya ha lanzado el tráiler de Gladiator 2, la secuela que llegará a los cines el 15 de noviembre, y que vuelve a contar con la actriz danesa perfectamente reconocible en el papel de la dulce y bella Lucilla, ya que no ha cambiado ni un pelo.

Sin embargo, para el papel de Máximo Décimo Meridio, Ridley Scott no ha contado con Russell Crowe (Nueva Zelanda, 60 años), por el simple hecho del fallecimiento de su personaje en la arena a manos de la batalla a muerte con Cómodo (Joaquin Phoenix). No obstante, el intérprete de la primera parte, cuyo papel le convirtió en ganador de un Oscar, no hubiera vuelto de la misma majestuosa manera que lo ha hecho Nielsen. ¿Por qué? Debido a su aspecto actual. Aunque compartan prácticamente la misma edad, el cuerpo neozelandés de Crowe ni se acerca al estado de lo bien que se conserva el estado de Connie de origen danés. Con o sin el factor de la procedencia genética, no hay lugar a dudas de la abismal diferencia del paso del tiempo en el rostro de dos de los actores que más han representado el aura de Roma a través de la gran pantalla.

Esta vez el protagonista en el coliseo es Paul Mescal, la nueva promesa irlandesa del cine, junto otras nuevas estrellas como Joseph Quinn y Barry Keoghan, y veteranos como Denzel Washington y Pedro Pascal, quien promete una batalla entre gladiadores para ver si esta última película supera a la primera.

Tráiler Gladiator 2

La actriz danesa, tras papeles en películas como El abogado del diablo (1997), dio el gran salto a la fama internacional con este papel, cuyo vuelo ha aterrizado en diversos otros proyectos como en Wonder Woman o La Liga de la Justicia de Zack Snyder. Pero su rol como Lucilla ha conformado un papel muy importante en el concepto de la belleza romana dentro del imaginario colectivo, en donde sus looks acompañados por una melena rizada y larga y decorados con joyas, son impecables.

Y no iba a ser menos en esta próxima entrega de la historia, en cuyo tráiler, estrenado la semana pasada, y las primeras imágenes compartidas por la productora junto a Vanity Fair, se aprecia que al igual que Maximo (Russel Crowe) tenía sed de venganza y Cómodo (Joaquin Phoenix) de gloria, ella ha bebido directamente de la fuente de la juventud, porque se encuentra estupenda y para nada con la apariencia de tener 60 años.

El antes (Gladiator, 2000) y el después (Gladiator 2, 2024) de Connie Nielsen.

Nielsen interpreta a la grata hija del emperador Marco Aurelio, quien en la película del año 2000 vela por el mejor futuro para su hijo Lucio -interpretado por Paul Mescal en esta nueva entrega- y su querida Roma. Sin embargo, sus deseos se ven torcidos tras el asesinato de su padre por parte de su propio hermano Cómodo, interpretado por Joaquin Phoenix, quien toma las riendas de la cámara de cónsules guiado por sus ansias de poder. Su personaje ganó los corazones de todos los espectadores, no solo a través de su belleza, sino gracias a su relación «tan especial» con Maximo, el protagonista que ansía su venganza contra Cómodo después de haber asesinado a su familia. Romance o no, su química traspasó todas las pantallas y las arenas de todos los coliseos.

Tráiler Gladiator

No cabe duda, que el mejor final para la película hubiera sido verles a ambos salir de la mano de aquel espectáculo romano, no obstante el cuerpo de Maximus yació junto al de Cómodo sobre la arena tras su batalla a vida o muerte. Por esta razón, no les volveremos a ver junto a Lucilla en esta segunda película. Sin embargo, en ocasiones todo cobra sentido. Actualmente Russell Crowe (60 años) y Joaquin Phoenix (50 años), al contrario que Nielsen, no lucen como si el tiempo no hubiera pasado, sino que seguramente no podrían volver a portar las ropas y loricas (armaduras) de la misma manera que las portaron en aquel filme de principios del siglo XXI. Como se puede apreciar en los últimos proyectos de ambos actores, en el caso de Phoenix en el Joker (2019) o en Beau tiene miedo (2023). Y en el de Crowe en su nuevo alter ego de exorcista en sus últimas películas de terror, como El exorcista del Papa (2023) o El exorcista (2024).

Así pues, mejor dejar a las expertas hablar por sí solas y demostrar cómo se vuelve a Roma con la elegancia de no haber sucumbido ni a la sed de venganza ni gloria, sino a la de la belleza eterna. ¿Su secreto? Se encuentra entre las ruinas del imperio más épico de la historia.

El segundo gladiador

Esta secuela pretende emular el éxito de su primera entrega, aquella película nada más y nada menos considerada como una de las mejores de todos los tiempos y la que fue ganadora de cinco premios Oscar, incluidos Mejor Película y Mejor Actor. Desde 2018 se viene cocinando esta nueva historia que seguirá a Lucio en su camino hacia la recuperación de Roma, tras la invasión de otros tiranos emperadores, bajo el legado de Máximo 20 años después de su muerte, al combatir como él en la arena como gladiador. Con los ojos en la arena, las batallas en el coliseo de Lucio se volverán un completo dejà vu donde parecerá que Máximo no murió en la arena de ese espectáculo lleno de espectadores y alumbrado por un sol ardiente y esperanzador.

Acerca de volver a calzar una vez más las sandalias y a portar las túnicas romanas, Connie Nielsen se pronunció muy entusiasmada en una entrevista para Screen Rant, donde le preguntarón cómo se sentía 24 años después en la piel de su personaje: «Ha sido increíblemente genial. Ha sido una locura y un gran privilegio. Sigo diciendo la palabra privilegio, pero eso es lo que siento».

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