La prensa salmón ha amanecido con el nuevo nombramiento de Flora Pérez (A Coruña, 72 años), esposa de Amancio Ortega, como nueva consejera dominical del Consejo de Administración, un cargo que se hará efectivo mañana. La duda surgió enseguida. ¿Qué es una consejera dominical? ¿Alguien que solo trabaja los domingos? Si hay alguien que puede trabajar solo un día a la semana esa sería Flora Pérez, una de las mujeres más ricas de España. Sin embargo no es ese el significado de este nuevo cargo.
Según la definición oficial el consejero dominical es la persona que forma parte del Consejo de Administración debido a que es accionista de la propia sociedad o porque tiene una participación de más del 5% del capital. También obtiene esta denominación la persona que mantiene una vinculación a un accionista significativo (como Amancio Ortega).
Flora Pérez es, desde 2005, miembro del consejo de administración de Inditex como representante de Pontegadea Inversiones, el brazo inversor del creador de Zara, con algo más del 50 % del capital. La directiva también forma parte del patronato de la Fundación Amancio Ortega desde marzo de 2003, donde es vicepresidenta desde octubre de 2005.
Tras ser dependienta, la madre de Marta Ortega se convirtió en una pieza esencial en el equipo de diseño de Zara y, como su marido, ha vivido volcada en Inditex. Pertenece a una familia grande –son ocho hermanos– donde su madre ha cumplido un papel nuclear. «Ha sido una mujer de fuerte personalidad y las cosas muy claras, que ha criado un montón de hijos», contaban en un reportaje publicado en Vanity Fair sobre la madre de Flora (y abuela de Marta Ortega, a quien le cosía los vestidos de las muñecas y ha tenido siempre un gran sentido de la estética, algo que Flora heredó.
Flora no es la única de su familia vinculada a Inditex. Sus hermanos Jorge y Óscar Pérez Marcote –director general de Massimo Dutti y de Zara, respectivamente–, llevan años trabajando en el gigante textil y forman parte de la cúpula. Como su marido, Flora es una mujer austera. “Cuando ya aparecía en la lista Forbes, un día me comentó: ‘Lo único que quiero es comprarme una casa frente al mar”, contaba una antigua conocida de la familia a Vanity Fair. Y lo hizo. Un edificio de cinco plantas que mira a la dársena del puerto de A Coruña. En las plantas bajas viven Amancio y Flora. En el ático, Marta con sus hijos —Amancio, de 10 años, Matilda, de cuatro, y Manuel, un bebé de apenas ocho meses — y su marido, Carlos Torretta.
Flora, que se crió en un barrio obrero de A Coruña, donde sus padres se instalaron para cambiar Melides una localidad en el campo de Galicia a la que la familia sigue muy vinculada, por la ciudad, donde había más oportunidades laborales. Como la de Amancio, la historia de Flora es una historia de superación. Su nombramiento como consejera dominical es el último paso, por ahora, de su meteórica
Flora, que se crió en un barrio obrero de A Coruña, donde sus padres se instalaron para cambiar Melides una localidad en el campo de Galicia a la que la familia sigue muy vinculada, por la ciudad, donde había más oportunidades laborales. Como la de Amancio, la historia de Flora es una historia de superación. Su nombramiento como consejera dominical es el último paso, por ahora, de su meteórica .
Flora, que se crió en un barrio obrero de A Coruña, donde sus padres se instalaron para cambiar Melides una localidad en el campo de Galicia a la que la familia sigue muy vinculada, por la ciudad, donde había más oportunidades laborales. Como la de Amancio, la historia de Flora es una historia de superación. Su nombramiento como consejera dominical es el último paso, por ahora, de su exitosa trayectoria.
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