Más de 38 millones de españoles están llamados a las urnas este domingo 9 de junio para renovar la Eurocámara en las Elecciones Europeas 2024. Aunque los ciudadanos respiremos aires polarizados, hay que coger aliento y votar para escoger a los 61 diputados que representarán al país en el Parlamento Europeo.
Este último año, las urnas han estado movidas. Tras las pasadas elecciones gallegas, vascas y catalanes, una vez más, el voto se convierte en el plan de domingo por excelencia de los españoles. Son 720 eurodiputados los que completan la Asamblea de las Comunidades Europeas y son nueve partidos españoles los que están al frente de la lucha por mantener o aumentar la cuarta posición de España como país con mayor representación.
En estos comicios, se han presentado como la representación física de sus partidos, cuatro mujeres principales, para ser las elegidas por los votos españoles para estar sentadas en los asientos de la UE. Con la sanidad y economía como principales asuntos, desde el comienzo de la campaña electoral el pasado 24 de mayo, nos han informado de sus objetivos e intenciones políticas de forma alta y clara. Pero, ¿qué sabemos de su faceta más personal?
Teresa y su vínculo con Messi
Esta ecologista es la representante del PSOE en estas elecciones. La justicia climática ha sido su obsesión en su trayectoria política y profesional. La número dos del partido en la lista del Congreso en las últimas elecciones generales, creció en un paisaje filosófico, ecofriendly y lleno de justicia de la mano de su madre, docente de filosofía y redactora jefe de Tiempos de Paz, una revista que surgió en plena Guerra Fría y en la época de la amenaza de los euromisiles, y de su padre, José Manuel Ribera, un geriatra muy reputado y también docente. En busca de justicia, estudió Derecho y ha sido docente de la Universidad Autónoma de Madrid, al igual que funcionaría de la administración del Estado, además bajo su mando se impulsó el programa de confinamiento durante la pandemia del coronavirus. En su agenda más ociosa, prima el senderismo y cocinar para su gente.
A sus 54 años, vive en Majadahonda y es madre de tres hijos junto a Mariano Bacigalupo, consejero de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. El padre de su marido, Enrique Bacigalupo, ha sido el abogado de Lionel Messi en sus asuntos con Hacienda y junto a su hijo, es afiliado al PSOE.
Dolors, madre soltera
Sigue los valores de la Iglesia Católica Apostólica y Romana y una vida personal muy privada. Poco se sabe aparte de lo que muestra a través de su cuenta de Instagram. Tiene un hijo de 13 años y es madre soltera. No bebe café y duerme pocas horas durante la campaña.
Dolors nació en un ambiente donde se respiraba política, ya que su madre es la histórica presidenta del PP de Barcelona, Dolors Montserrat i Culleré, por lo que en el mundo de las urnas se siente como en casa. Para esta abogada de oficio, el cargo de eurodiputada ya es más que conocido, porque lleva al frente de este rol y del de vicepresidenta portavoz del Grupo del Partido Popular Europeo desde 2019. Entre sus principales intereses, está la sanidad y la lingüística, de esta última es la responsable de emprender la misión de conseguir una enseñanza equitativa del catalán y del español en las escuelas de la Generalitat.
Irene, una vieja conocida
Una vieja conocida en el panorama política de nuestro país. Desde su sonado comienzo en 2014 como militante de Podemos, su cara ha protagonizado todo tipo de titulares. Pero fue a partir de su relación con el que fue Secretario de este mismo partido y Vicepresidente segundo del Gobierno de España, Pablo Iglesias, cuando se convirtió en una celebridad más en los medios. Con 36 años, tiene tres hijos con el apellido Iglesias y sigue muy enamorada del que dice que «es una de las personas más inteligentes del país», como contó en su charla con Ibai Vegan, desmintiendo todos los rumores de ruptura.
La exministra de Igualdad, además de disfrutar de las escapadas a la naturaleza con sus hijos Leo, Manuel y Aitana, tiene otras pasiones en su tiempo fuera de la política. Salir con amigas, viajes internacionales, leer e incluso asistir a eventos de drag queens son algunos de los planes que rellenan su agenda más personal y sus redes sociales. Desde el periodismo narrativo de Leila Guerriero con La llamada o el feminismo del Capitalismo caníbal de Nancy Fraser, hasta la Dragalda, una fiesta de drag queens y drag kings que se celebra en varios locales de Madrid, son las historias que componen los destacados de la vida más personal de la candidata de Podemos para las Elecciones Europeas 2024.
Estrella, las menos mediática
Su estela ha iluminado muchas iniciativas y organizaciones sin ánimo de lucro por la lucha, entre otros asuntos, por los derechos humanos en su mayoría, a lo largo de su trayectoria profesional y social. Antropóloga y trabajadora social, está luchando por su primer puesto político en el firmamento europeo después de haber sido durante más de 25 años la directora general de la ONG Comisión de Ayuda al Refugiado (CEAR).
Su perfil como gran defensora del factor humano de la sociedad, lo extiende tanto a la campaña de alcance europeo de SUMAR para potenciar una Europa «de acogida» más solidaria y dedicada al medioambiente, como a su vida más personal. Poco se conoce aparte de su faceta más abnegada y lo poco que se sabe, es a partir de las imágenes y vídeos que comparte en redes sociales, donde hace público su afán por viajar y conocer diferentes culturas, desde una mirada más activista y altruista que turista. Su pasaporte llega desde Beirut o el Líbano hasta Nueva York o Lisboa, también pasando por los campos de refugiados. Actualmente, está de lleno en su compromiso con el pueblo palestino, de hecho fue junto a su compañera Yolanda Díaz, una de las cabezas al frente que proclamó el boicot contra la participación de Israel en Eurovisión.