Se acaban de cumplir cinco años de la fundación de la Casa de México en España. Este miércoles, con motivo de la celebración del día internacional de la latinidad, Ximena Caraza (Ciudad de México, 52 años), su directora general, nos explica todos los aspectos de la promoción del país azteca que se realiza en este palacete situado en el corazón de Madrid. Al apoyo a la cultura, la gastronomía y la artesanía mexicana se une la labor para estrechar las relaciones empresariales entre México y España que pidió su patrocinador, el empresario mexicano de origen español Valentín Díez Morodo.
¿Cómo surgió la idea de abrir este espacio? ¿Fue una idea gubernamental para internacionalizar el potencial artístico y económico de México?
España recibió de México, hace alrededor de 20 años, un espacio que hoy es el Centro Cultural de España en México, un edificio que concede el Ayuntamiento de la Ciudad de México a la Jefatura de Gobierno para que España abra allí su espacio cultural. Se había firmado un acuerdo de reciprocidad, a la que se había comprometido España, que nunca se había cumplido y en 2016 empiezan las conversaciones, porque la alcaldesa Manuela Carmena decidió que se tenía que cumplir el compromiso que se había adquirido hacía ya muchos años y ofrece diferentes posibilidades de edificios. El edificio en el que estamos estaba abandonado y es el que se elige como el lugar indiciado para que ser la sede de la Fundación Casa de México. En ese momento se le concede al gobierno mexicano para establecer aquí su centro cultural. Sin embargo, el gobierno mexicano decidió que ese no era el momento adecuado para abrir un centro cultural y entonces aparece un empresario, Valentín Díez Morodo, que se ofrece a financiar al 100% todas las actividades y toda la puesta en marcha de la Casa de México en España.
En resumen: el Ayuntamiento de Madrid le da en comodato al Gobierno de México este edificio y el gobierno de México, a su vez, le da en comodato toda la operación, la gestión, la rehabilitación, etc. a la fundación que Valentín Díez Morodo crea para este mismo objetivo.
Así es como surge esta gran idea de hacer una Casa de México, que no solo es cultural, porque nosotros no solo nos dedicamos a promover la cultura de México, sino también a promover la parte empresarial, negocios y comercio entre México y España.
¿Hasta qué punto es gubernamental y hasta qué punto es privado?
Yo diría que es un noviazgo muy bien llevado. El edificio está considerado territorio mexicano, porque se le dio al gobierno mexicano y está considerado, bajo auspicio diplomático, como territorio mexicano: el embajador es nuestro presidente honorario. Pero la financiación, la puesta en escena, la organización, la gestión, etcétera es totalmente privada. Y tenemos un consejo rector en el que participan el Ministerio de Turismo, el Ministerio de Cultura y la Cancillería mexicana y cada tres o cuatro meses nos reunimos para ver todo lo que se está realizando y establecer proyectos futuros, con funcionamiento mixto, público-privado.
¿Y cómo ha sido la evolución? Imagino que lenta, porque cuando quizá estaba empezando a funcionar a todo tren llegó la pandemia.
La idea es que la Casa de México sea una ventana de la excelencia de México en España. Ese es nuestro objetivo. Mostrar nuestra diversidad: tenemos una librería del Fondo de Cultura Económica de México, hacemos encuentros de escritores iberoamericanos y tenemos un cine donde hacemos muchísimas proyecciones de cine mexicano, para la tercera edad, para los niños y los jóvenes, y activaciones de la relación del cine mexicano con el cine español, como Mestizo Lab, que es un foro de coproducción, para reforzar el desarrollo del sector audiovisual y escénico de habla hispana con la industria del cine de España y México. Luego tenemos el área de exposiciones y un área muy importante, que es la de vinculación de relaciones con universidades. Aquí, por ejemplo, se llevan a cabo cursos de verano de la Universidad Complutense y tenemos una relación muy estrecha con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Y tenemos un restaurante que es una maravilla: una apuesta muy importante por el pescado y el marisco: la mayoría de los restaurantes mexicanos que estaban en ese momento en Madrid eran restaurantes de taquería y de comida mexicana tradicional. Pero faltaba esa oferta de pescados y mariscos que es algo que los mexicanos apreciamos y comemos mucho.
¿Se pueden facilitar datos de visitantes?
Nosotros inauguramos en octubre de 2018 y nos iba muy, muy bien, y prácticamente un año y medio después apareció el COVID. Se presentó como un reto muy difícil porque apenas empezábamos a darnos a conocer. Pero creo que la reacción de la Casa de México fue muy oportuna, porque todo lo que se hacía se empezó a subir a las redes: nunca dejamos de generar actividades. La exposición que teníamos en ese momento se se subió en streaming a la web y se podía visitar online y te la explicaban. Seguíamos también con temas de literatura, con talleres de literatura, seguíamos con temas de gastronomía. Por otra parte, nosotros cerramos lo mínimo… en el momento que dijeron “¡abran!” , nosotros abrimos, mientras que muchos museos seguían cerrados.
Ha sido muy bien aceptada y estamos muy contentos. El año pasado tuvimos 280.000 visitantes, que es una cifra enorme, dada la oferta cultural que hay en Madrid. Son cifras que, si las comparas con muchos museos –y nosotros no somos un museo–, son muy similares. Y a algunos de ellos les sobrepasamos.
Actualmente tenemos un boletín informativo que entregamos a todos aquellos que nos dejan sus correos electrónicos, con datos de 25.000 personas que reciben todos los viernes, y que les informa de todas las actividades que vamos a tener en la Casa de México en la semana siguiente, para que puedan reservar lo que deseen. La verdad es que es una casa en la que todo el tiempo están ocurriendo cosas: una cata de tequila, un escritor presentando su libro, un conversatorio, conciertos de músicos como la Banda El Recodo, Julieta Venegas o Jiménez Aguiñaga, o se está inaugurando una nueva exposición, o un evento de cine.
¿Aprovecháis la visita de alguien desde México o son actividades que programáis directamente desde aquí ex profeso?
Hay de todo. Nosotros somos una fundación y nuestros recursos son limitados. Si nos enteramos de que van a venir ciertos escritores, ciertos cantantes o un cineasta, los invitamos a hacer alguna activación con ellos. Pero yo también voy a México periódicamente y aprovecho para contactar y traer a maestros artesanos que dan aquí sus talleres, porque la Casa de México tiene una apuesta también muy importante con las artes populares. Y esos talleres se nos llenan. Hemos dado clases de baile mexicano o clases de cocina con cocineros muy reconocidos que traemos directamente aquí, ya sea desde México o de los restaurantes mexicanos que hay en Madrid. Hacemos una serie de actividades para que México entre a través de todos los sentidos.
¿Aparte de la exposición de Frida Kahlo, cuáles han sido los hitos más importantes?
Frida Kahlo es Frida Kahlo. Obviamente, Frida Kahlo es la reina de las exposiciones…
Igual que en España tenemos a Picasso, yo creo que en México, Frida Kahlo es LA artista.
Esa fue una exposición muy deseada, porque Frida no pisaba Madrid hace 40 años. Muchos museos que querían hacerla y nosotros logramos hacernos nuestro hueco para traerla a nuestro espacio y que la gente la disfrutara. Pero hemos tenido exposiciones maravillosas, como las de Francisco Toledo o Vicente Rojo. Estos últimos meses hemos tenido la de Jan Hendrix que ha sido una maravilla de exposición. Al principio del verano estuvo aquí Alejandro González Iñárritu, y también ha estado Arturo Ripstein, poniendo el foco en toda su trayectoria en el cine.
También consideramos que tenemos que dar oportunidades a los emergentes. Hemos tenido una exposición de 30 artistas jóvenes mexicanos que fue muy exitosa y desde enero tenemos una nueva sala para darles espacio a estos artistas o artesanos emergentes menos conocidos.
Nuestras exposiciones van con el calendario de Madrid. En febrero tenemos arte contemporáneo, por ARCO. En junio ponemos fotografía, por PhotoEspaña, y en octubre, como es nuestro aniversario, somos más abiertos y decidimos traer exposiciones que creamos que el público español le pueden gustar y puede apreciar.
Y luego están nuestras tradiciones… Además del arte popular tienes nuestro famosísimo “Altar de muertos”, que se ha convertido en una cita para Madrid y nos vienen a ver de otras comunidades autónomas: en cinco semanas recibimos alrededor de 120.000 personas. Y desde hace un par de años estamos con los belenes, con los nacimientos, hechos por artesanos.
Aunque no tenemos un espacio lo suficientemente amplio que se requerirían para hacer las exposiciones que traemos, hemos sabido transformarlo y salirnos de los espacios puramente expositivos.
Por ejemplo, la de “Bienvenida a la primavera”, que iniciamos el año pasado y este año volvimos a hacer: el 21 de marzo ponemos en la fachada una instalación con 45 o 50.000 flores naturales, que dura una semana. Este año lo vinieron a hacer Jacobo y María Ángeles, que son la pareja de creadores de alebrijes más reconocida internacionalmente –cuyo taller sirvió de inspiración para la película “Cocó”, de Disney/Pixar, ganadora del Óscar 2018 a la mejor película de animación–, que fueron los que nos hicieron el diseño de la fachada. México también es color y es un país muy importante en la producción de flores. Sobrepasamos el simple espacio de exhibición.
Y en los aspectos empresariales, ¿qué es lo que se ha conseguido?
Nosotros ayudamos a muchas empresas mexicanas que se quieren internacionalizar con sus productos. Ahora estamos llevando a cabo un proyecto con una empresa mexicana que quería producir cerveza artesanal en España, a través de analizar el mercado y hacer una agenda de posibles empresas con las que podrían producir esa cerveza artesanal.
Este es uno de los muchos ejemplos en los que hemos ayudado, pero también estamos en el tema de inversiones, tanto de empresas mexicanas que estén buscando invertir en España, en ciertos sectores puntuales, como de empresas españolas que estén buscando invertir en México, en los diversos sectores que está presente España en México. Estamos organizando con Sernauto (la Asociación Española de Proveedores de Automoción) una posible visita de empresas españolas que quieran ir a México a producir, porque hay una demanda de muchos productos que México no tiene la capacidad de producir y España sí. Lo que hacemos nosotros es juntarlos para que estas empresas vayan a México y, de alguna manera, puedan vender sus productos a esas cadenas de valor del sector de automoción.
Este es el sector en el que yo, tengo mi experiencia: yo me dediqué 25 años al mundo empresarial, al mundo de las inversiones y al mundo del comercio. Y quien financia todo lo que es la Casa de México, Valentín Díez Morodo, es un empresario. Cuando él ofrece financiar al 100% todo lo que económicamente precisa la Casa de México, lo que sí solicita es que no sea solo un centro cultural, sino que tengamos también esta parte de promoción de negocios.
¿A qué se dedica el señor Díez Morodo?
Su padre fue uno de los grandes accionistas de la Cervecería Modelo. Su padre salió de Portilla de la Reina, un pueblecito de León, a los 17 años y se fue a hacer las Américas. Valentín Díez Morodo es hoy una de las grandes fortunas de México y siempre ha sido un enlace empresarial muy importante entre España y México. Ha sido presidente de la Comisión Bilateral Empresarial México-España durante 25 años. Cuando ve esta oportunidad, lo que realmente quiere decir es: “Yo le quiero regalar a México algo de lo que México me ha dado a mí, y quiero que México tenga una ventana de su excelencia en España”. La verdad es que ha sido muy generoso y los resultados están a la vista, porque la Casa de México está permanentemente llena de gente y actividades. El año pasado creo que hicimos alrededor de 900 actividades. ¡Es muchísimo!
Y con motivo del quinto aniversario, ¿va a haber algo especial?
Vamos a hacer un encuentro de rectores, vamos a hablar sobre la inteligencia emocional, vamos a abordar temas muy importantes de gastronomía. Vamos a tener un foro de empresarios, para juntar a finales de septiembre y principios de octubre a todos estos empresarios mexicanos que están queriendo invertir en España. En octubre también vamos a traer una exposición de diseño mexicano comisariada por Ana Elena Mallet. Y en 2024 queremos hacer una exposición muy importante de arte popular mexicano.