La Transición no se pudo contar de mejor manera que en aquella noche de verano de 1995. En la pantalla de La 2, el segundo canal de la televisión pública española, se emitía un documental homónimo que narraba el final de la dictadura franquista hasta llegar al gobierno de Felipe González en 1982. El programa, que comenzó a germinarse en 1987 y que debió estrenarse en 1993, fue un rotundo éxito. Entre los culpables de tal éxito, resaltaba un nombre que la audiencia, probablemente, reconocería su trabajo: Victoria Prego.
Y es que Victoria Prego era una figura periodística muy habitual en la vida social y comunicativa de nuestro país, incluso años antes de que se estrenara La Transición. En las últimas dos décadas, dedicó sus últimos años de profesión como analista política en medios escritos como El Mundo y El Independiente. En este último era incluso adjunta a la dirección y presidenta del consejo de administración. Esta madrugada, la incansable periodista ha fallecido en Madrid a los 75 años.
Ya desde sus comienzos comenzaba a despuntar en el mundo del periodismo. Bien es cierto que porque lo llevaba incluso en la sangre, por culpa de su padre, Adolfo Prego de Oliver. Sus trabajos en los diarios Informaciones y la Agencia EFE la condujeron a RTVE, donde primero se marchó a Londres como corresponsal y después regresaría a Madrid, por orden de Iñaki Gabilondo, a dirigir el programa nocturno Al Cierre, lo que más tarde se convertiría en la última edición del Telediario español.
Durante 3 años, cambió las cámaras y los focos de TVE por los micrófonos y las ondas de RNE, en el programa Diario Hablado. Una experiencia que le ilusionó, porque nunca participó en la vida radiofónica ni era una amante de la radio. Consolidada como figura principal del Ente Público, Prego fue elegida como directora del programa televisivo, Debate, donde sus deseos de fomentar la discusión calmada y constructiva se vieron superadas por un enganchón único en televisión, el que protagonizó Nicolás Redondo (UGT) con el ministro de Economía socialista, Carlos Solchaga, provocando el final de la alianza sindical-socialista.
Tras contar la Transición española a través del documental que tanto le costó preparar por las lagunas documentales del archivo de RTVE, la vida periodística de Victoria Prego se alejó de los focos y de las ondas, pasando a la subdirección del diario El Mundo en el 2000. En este cargo estuvo durante 15 años, hasta que en 2016 se unió al proyecto ilusionante de Casimiro García-Abadillo de El Independiente. Fue reconocida con el premio de honor de la Asociación de la Prensa de Madrid en 2015 y con el Premio Luca de Tena un año más tarde. Además, en 2018 recibió el Premio Nacional de Televisión.