Desde el 22 de abril al 5 de mayo el furor del tenis se apodera de la capital con sus reveses liftados, dejadas imposibles y globos estratosféricos. Se calcula que más de 300.000 personas (un 30% de extranjeros) pasarán en algún momento por las pistas del Mutua Madrid Open para ver la última participación de Rafa Nadal en el torneo o comprobar el estado de forma de Carlos Alcaraz. Algo que ya han podido ver de primera mano rostros conocidos como el rey Felipe VI, Pablo Motos, la actriz María Castro o el presentador Roberto Leal. En la competición femenina todas las miradas están puestas en la polaca Iga Swiatek y la bielorrusa Aryna Sabalenka, que siguen su camino como favoritas. Atentos a la final este sábado 4 de mayo.
Los datos del evento son apabullantes. El impacto económico se cifra en más de 100 millones de euros, creando 3.400 puestos de trabajo y con la colaboración de 44 espónsor. La competición reúne a 140 millones de espectadores en 170 países. Un dato interesante es el reparto equitativo de los premios en metálico: 7.877 €. Y tampoco pasa desapercibido las necesidades de pelotas (40.000) ni de toallas (4.000) a lo largo del torneo.
Pero si alguien conoce los entresijos del Mutua Madrid Open al máximo nivel es Marina Godoy. Entró en la organización el primer año en la Caja Mágica como auxiliar de producción y de manera paulatina ha ido acumulando responsabilidad hasta convertirse en su Directora de Operaciones. FORBES WOMEN habla con ella de su experiencia, los retos a los que se enfrenta, los momentos buenos y también los sinsabores de su trabajo.
¿Cómo ha sido el camino para llegar a ser Directora de Operaciones del Mutua Madrid Open?
Pues es curioso porque yo estudié Realización de Audiovisuales. Algo que en principio que no tiene nada que ver pero sí con la producción. Hace ya unos años entré, precisamente, como ayudante de producción y poco a poco, gracias a la confianza con mis jefes he ido pasando por distintos departamentos hasta llegar a esta posición. El hecho de haber trabajado todos estos años me ayuda a comprender bien cada uno de los cometidos, que son muchos y muy variados, y poder coordinarlos a todos.
De todos cometidos, quizá la seguridad sea uno de los más importantes. ¿Cuáles son las principales amenazas a las que se enfrenta un evento de estas características?
Todos los trabajos son importantes a su manera, pero es cierto que la seguridad es fundamental. Por un lado, tenemos que mantener una barrera de seguridad que proteja a los tenistas de sus fans. La mayoría es muy respetuosa pero a veces las emociones se desbordan y es necesario actuar con eficacia para evitar problemas. Y por otro, está siempre la posibilidad de ser objeto de un atentado terroristas y por eso hemos tenido reuniones con los responsables de la seguridad del Estado para implementar las medidas necesarias para prevenir cualquier tipo de incidencia.
¿A lo largo de su carrera ha sentido alguna vez que el hecho de ser mujer le suponía un perjuicio?
Afortunadamente, mi experiencia ha sido muy positiva en ese aspecto. En mi caso, lo cierto es que no he sentido que por ser mujer me hayan tratado mejor o peor. Me he sentido valorada por mi trabajo, no por mi género. Desde luego, sé que esto no siempre se da y tengo ejemplos cercanos de ello, pero, a mí no me ha tocado vivir esa experiencia.
Después de tantos años, supongo que tendrá muchas anécdotas con tenistas… ¿Alguna confesable?
Tendría que pensar, tampoco tenemos tanto contacto con los tenistas porque la idea es aislarles lo más posible del ruido exterior. (Se queda pensativa unos segundos) Pero si tuviera que destacar a alguien sería a Manolo Santana, ha sido un privilegio poder conocerle. Era un persona entrañable, muy cercana y encantadora. Ha sido una leyenda para el deporte español y un padrino para todos los que trabajamos en el Madrid Mutua Open.
Feliciano López es el director del Mutua Madrid Open, ¿cómo es su relación con él?
Estupenda y muy cercana. A Feliciano le conozco de cuando venía como jugador y creo ayuda mucho el hecho de que haya sido tenista porque entiende muy bien cuales son sus necesidades. Además, ahora valora mucho más todo el trabajo silencioso que hay detrás de un torneo.
¿De qué se siente más orgullosa en esta edición?
Este año hemos hecho un esfuerzo en mejorar la sala VIP. Normalmente, sacábamos a concurso este servicio pero en esta edición el proyecto lo hemos diseñado desde la propia empresa. Hemos ampliado el espacio y hemos cuidado mucho la oferta gastronómica. Ahora es posible hacer un recorrido culinario por los 5 continentes y está siendo muy apreciado por el público y la prensa.
¿Cuál ha sido el momento más duro en sus años en el Mutua Madrid Open? ¿Y el más gratificante?
El momento más duro fue la edición después del fallecimiento de Manolo Santana. El hueco que ha dejado es muy grande. Y el mejor quizá sea el año pasado, ver ganar a Carlos Alacaraz, Carlitos como le llamamos cariñosamente, fue toda una experiencia, lo vivimos casi como un triunfo propio. Todavía me acuerdo de cuando ganó aquí el torneo sub 12. Le hemos visto crecer como tenista y como persona.
¿Los grandes nombres de tenis tienen mucho ego?
Pues, mira, no sabía decirte si tienen mucho o poco ego. Creo que es muy difícil ponerse en su piel con toda esa gente tratando de conocerte, de tener algo de ti. Yo no sé cómo reaccionaría la verdad.
¿Qué tiene el tenis que no tenga otro deporte?
Yo respeto mucho el fútbol pero no tiene la elegancia del tenis. Luego también me encanta el silencio y el respeto que existe entre el público y los deportistas. Es algo único.
El tenis ha dado muchas alegrías a los aficionados españoles, ¿cree que hay cantera para nuevos triunfos?
En España hemos tenido grandes tenistas y eso nos ha hecho estar un poco malacostumbrados. Hay que saber valorar lo que significa, por ejemplo, un Rafa Nadal. Algo extraordinario que sucede cada mucho tiempo. Ahora tenemos a Carlos Alcaraz, pero lo importante es que sí hay cantera en el tenis español y poco a poco lo iremos viendo.