Nacido en Buenos Aires, en 1990, Andrés Reisinger es uno de los creativos contemporáneos más buscados a nivel mundial, sobre todo, por empujar los límites artísticos y por ser pionero de una nueva frontera experiencial que fusiona de manera impecable los ámbitos digital y físico, infundiendo el arte con una esencia profundamente contemporánea, la corriente artística que mejor defiende y de la que ya podemos disfrutar durante 13 días en uno de los puntos de encuentro de la capital madrileña.
Rosewood Villa Magna colabora con el artista argentino y desde este 8 de abril hasta el día 21 el hotel madrileño acoge una selección distintiva de la trayectoria de Reisinger. De todas ellas, destaca Hortensia. Es el gran punto destacado de la exposición y se trata de una obra de arte física. Hortensia es la encarnación física del ethos del creativo en constante evolución, por ello tiene un lugar destacado en el emplazamiento y un peso importante en esta retrospectiva.
Originalmente, en 2018, Reisinger concibió esta obra de arte como una propuesta digital inspirada en las flores de hortensia, pero si viralidad impulsó la demenada de una iteración tangible de la pieza que se materializa en forma de sillón, con ademanes de nube, en color rosa, simulando la tonalidad cromática más característica de la planta.
La visión de esta obra de arte de Reisinger llega a la realidad a través de un largo y cuidadoso proceso de artesanía que requirió de más de 500 tiras de telas cortadas por láser y fruncidas en racimos, y miles de pétalos de color rosa pálido adornando su estructura. Un trabajo arduo y una transición surrealista que no ha hecho otra cosa que potenciar el imaginario ilimitado del creador, tal y como se puede apreciar in situ. La obra preside el Lobby de Rosewood Villa Magna y es sólo en ejemplo más de todas las piezas que se resaltan en esta selección.
Hortensia preside la elección que el hotel ha hecho del portfoflio de Reisinger. Collide, Arcadia y A Dream complementan la exposición que invita a abrazar un nuevo paradigma de creación, uno liberado de las restricciones del mundo físico y guiado únicamente por el poder ilimitado de la imaginación. Y se puede contemplar dentro de Tarde.O, el bar ubicado dentro del hotel y considerado uno de los puntos de encuentro más vibrantes de la capital.
Esta ubicación hace las veces de galería para exhibir el talento del artista, habitual colaborador con marcas líderes en el sector del lujo, como Gucci, Dior Beauty, Tory Burch y Audi, entre otras grandes referencias. También es reseñable su destacado trabajo en casas de subastas, elevando así su vinculación con el arte, así como su influencia en esta industria, en la que es conocido y admirado por obras como las que se recogen en la serie Take Over, definidas como «una sensación viral que presenta obras de arte digitales e instalaciones físicas que atraviesan edificios icónicos de capitales globales».
Las creaciones de Reisinger son un viaje inmersivo en un universo creado de tonalidades rosadas, desafiando las perspectivas convencionales sobre la realidad mientras revelan el potencial intrínseco y sin límites del arte. Un viaje que esta vez hacemos de la mano de Rosewood Villa Magna, el hotel que se transforma en un destino cultural de Madrid con este encuentro muntidimensional con el arte.