Como muchos canarios, Elena González Vázquez de Parga, lleva el turismo en el ADN. «Supone el 35% del PIB de las Canarias y el 40% del empleo. En Turismo de Canarias trabajamos con un presupuesto de unos 60 millones de euros, muy favorecido por los fondos europeos». El último día de FITUR hablamos con la directora de proyectos de comunicación y marketing de Turismo de Canarias sobre playas paradisíacas, los estereotipos sobre los canarios y la expresión canaria que más usa –¡esto es un tranque!– y lo que significa.
¿Cuál es su mayor desafío laboral para 2024?
Entender el mercado norteamericano y acertar en cómo seducirlo para que vengan a Canarias. Y ya, si me pongo caprichosa, lograr un premio en el Festival de Cannes, los Oscar de la creatividad.
¿Cuál es estereotipo más injusto que ha escuchado sobre los canarios?
Más que injusto diría inexacto. Nos dicen aplatanados, a veces queriendo referirse a una actitud indolente, con falta de iniciativa. Y para nada somos así, simplemente afrontamos la vida con más calma. Además los canarios somos muy disfrutones, tal vez porque el entorno y el clima nos ayudan a ver la vida con optimismo.
¿Qué le resulta más interesante de FITUR? ¿Qué propuesta/evento/stand no se querría perder?
De FITUR me gusta su capacidad de lograr concentrar en un mismo espacio a toda la industria turística del país. Se comparte mucho conocimiento que permite sacar grandes aprendizajes tanto a nivel de mercado como de destinos competidores. Y como cita obligatoria sugiero FITUR TECHY, el foro de innovación para abordar los desafíos que nos trae la tecnología y la sostenibilidad.
¿Tiene algún destino recurrente?
Nada mejor que mis islas para descansar. Pero puestos a salir, Andalucía siempre me inspira curiosidad.
¿Qué playa de Canarias recomendaría y por qué?
Me pone en un compromiso, pero hablemos de Fuerteventura, por algo le dicen a esta isla la playa de Canarias. Corralejo, en el norte, es una playa tranquila, de arena rubia y aguas turquesas ideal para familias. Y para quienes busquen algo más salvaje, la playa de Cofete, en el sur, es un regalo visual donde la sensación de libertad es absoluta.
¿Cuál es su fiesta popular favorita de las islas Canarias y por qué?
En esto soy muy previsible, me encanta el Carnaval. Es como un paréntesis obligatorio donde está prohibido estar de mal rollo. Y una fuente continua de inspiración, es increíble el talento creativo que brota en las calles durante la fiesta.
¿Cuál es el plato de Canarias que más le gusta y a quién se lo cocinaría?
En la cocina voy muy justa, pero me animaría con unas garbanzas compuestas para mis hijos, que no hay forma de que coman legumbres. Y que se vengan los Javis y alargamos la sobremesa.
¿Le gusta describir nuevos restaurantes? Recomiéndenos uno.
No soy mucho de comer fuera, pero hay que probar El Palafito de Candelaria, en la isla de Tenerife, con una maravillosa terraza que casi toca el mar y las mejores croquetas de cochino negro de la historia.
¿Cuál es la expresión canaria que más usa y qué significa?
Soy muy fan de “esto es un tranque”, referido a algo o alguien que es pesado o aburrido pero te lo tienes que aguantar… sinceramente no encuentro una palabra en castellano que refleje igual de bien la incomodidad que esto provoca. Acabaremos por exportarla.
¿Qué cosas nunca faltan en su maleta?
Un bañador y un bolígrafo. Soy fanática del agua y las ideas me surgen en los momentos más inesperados. Y máscara de pestañas, que lo cortés no quita lo valiente.
¿Cuál es su próximo destino?
Londres, que nunca aburre.
¿Cuál es el mejor viaje que ha hecho y dónde?
Un viaje de cooperación a Benin en el que aprendí que lo importante y lo necesario son relativos. Pero el mundo entero es maravilloso. Hay que viajar siempre que se pueda. Estoy segura de que alarga la esperanza de vida.
¿Cuáles son sus aficiones cuando está fuera del trabajo?
Los baños de mar, los amigos, trastear en redes y ver documentales. Y si puedo, no hacer nada, para qué vamos a engañarnos.
¿Qué deportes practica?
Pilates como religión y ballet clásico como terapia.
¿Cuántas horas trabaja?
Las que me exige el guion, que suelen ser muchas. Y sin ningún mérito porque disfruto con lo que hago.
¿Cuántas horas necesita dormir para sentirse bien?
Al menos siete, que son las que me permite mi rutina, pero podría dormir diez del tirón, llevo muy mal madrugar.