Maria Barragan es la última firma de moda made in Spain que ha conseguido colarse en el armario de la reina Letizia. Lo ha hecho de forma discreta y en repetidas ocasiones, y como la reafirmación del gusto tan selecto y sencillo al que acostumbra lucir la consorte. Con su fundadora, María Barragán, hablamos de la trayectoria de la marca y de esos valores arraigados que le hacen distinguirse en un sector pensado para producir a gran escala y velocidad y, cómo no, de su vínculo con Casa Real.
Más de un cuarto siglo lleva confeccionándose la historia de María Barragán, una mujer que entró a formar parte del universo bridal tras confeccionar su propio vestido de novia. Esto ocurrió hace 32 años, cuando volvió a su ciudad natal, Almería, después de acabar sus estudios de patronaje industrial en Barcelona. Primero sentó las bases de una firma especializada en el diseño de vestidos nupciales, más tarde, en 2021, repitió suerte con OLENA, la línea prêt-à-porter orientada a un público más amplio, con una línea de producto que rompe con los esquemas de la trayectoria de la diseñadora pero sin alejarse de la esencia de la casa.
Tanto en la propuesta nupcial como en OLENA, el cuidado de la cada pieza y la perfección son característica indispensable en un trabajo en el que no está sola. Su familia, le acompaña para tomar el testigo cuando llegue el momento.
Hablar de María Barragán es hablar de una marca made in Spain y de kilómetro cero. ¿Cómo surge este modelo de negocio?
Fue algo natural. El primer vestido de novia que realicé fue el mío, un vestido tan sencillo para la época que provocó un impacto inesperado que llevó a las mujeres de mi ciudad a querer que les confeccionase el suyo y el de sus invitadas, a hermanas, madres, amigas… Fue un comienzo muy bonito.
Y si hablamos de elaboración española y de cercanía, hablamos de artesanía. ¿Cómo es el proceso de creación de un vestido Maria Barragan?
Todos nuestros diseños son a medida y confeccionados por nosotros, en nuestros talleres de Almería y Madrid. Todos los años creamos colecciones de novias que pueden ver en nuestra web mariabarragan.es para que las futuras novias puedan inspirarse, pero sólo a modo de inspiración. A partir de estos modelos que sirven de guía, creamos conjuntamente con la clienta su vestido ideal. Lo normal es esto, que vengan con una idea en la cabeza y se le dé forma junto con el equipo de diseño para crearlo de cero, pero a veces ocurre que alguno del atelier provoque un flechazo inmediato y quieran ese, tal cual. En cambio, para los vestidos de invitada dejamos que la imaginación fluya desde que acuden a nuestros espacios.
Y de la creación de vestidos nupciales a una línea centrada en prêt-à-porter…
Sí, un paso también natural. En cuanto a la propuesta nupcial, el primer vestido de novia que realicé fue el mío, y a partir de ahí todo fue coser y cantar, como aquel que dice. OLENA by Maria Barragan, la línea prêt-à-porter, nació en 2021, tras la pandemia; fue un acto de resiliencia para adaptarnos a las necesidades de lo que estaba sucediendo en ese momento. Algo natural. Queríamos crear prendas versátiles para que las mujeres pudiesen lucirlas con unos jeans una tarde o con otra prenda más arreglada para una cena o evento.
De manera que si tuviera que destacar un valor añadido que diferencia su marca del resto, tanto para la propuesta nupcial como para OLENA, ¿cuál sería?
La atemporalidad. Todos nuestros diseños son especiales y, por supuesto, están adaptados a cada época o tendencia, pero una característica que creemos que nos hace destacar sobre el resto es que, aunque pasen los años, podrían llevarse siempre. No aburren, porque comparten valores, lenguaje, con cada temporada, año, momento…
¿Y por todo ello ha conseguido formar parte del catálogo real de firmas de moda?
Por suerte, Maria Barragan es una firma con una larga trayectoria profesional, lo cual nos ha ayudado a hacernos un hueco en este sector tan competitivo y disfrutar de tal reconocimiento.
Cuéntenos, ¿cómo es la relación establecida entre la marca y Casa Real?
Es una relación estupenda, como las que establecemos con todas nuestras clientas, por supuesto. Eso sí, a la vista está que es una relación más ¿especial? Queremos ser lo más prudentes posibles y queremos preservar la confidencialidad.
Lo entendemos, pero si tuviera que destacar un rasgo de la reina Letizia, ahora habitual usuaria de la firma, ¿cuál sería?
Su presencia. Lleve la prenda que lleve, que hasta ahora – y de nuestra firma- han sido sencillas, sabe darle su propio toque original para poder volver a combinarla en otra ocasión. Lo vimos cuando lució la blusa rosa la noche del concierto previo a la entrega de Premios Princesa de Asturias y en la primera vez que se vistió de nuestra marca, con el vestido que que llevó el Día de la Hispanidad.
En lo referente a la producción, desde la marca respetan y defienden el consumo responsable practicando un stock limitado de sus productos, pero volviendo a esa blusa rosa, ¿han notado el aumento de la demanda a raíz de que la reina Letizia la vistiera en un acto público?
La verdad es que sí, pero no sólo con esa blusa. Cada vez que tenemos la suerte de que la Reina Letizia se pone una prenda nuestra, las visitas y ventas en la web se disparan. Asumimos esa disparatada demanda de la misma forma en la que trabajamos: con tiempo y buen hacer.
Así que, además de los valores de marca mencionados anteriormente, la sostenibilidad también es importante en Maria Barragan. ¿Cómo se puede ser sostenible en esta industria?
Al final, para poder ser sostenible en este sector que tanta producción demanda, hay que dar con la pieza clave en los valores de cada firma. Para nosotros, confeccionar cada prenda en nuestros talleres, bajo pedido, evitando así procesos, tejidos o cantidades innecesarias, es un valor que prima en nuestro proceso productivo. Fomentamos el consumo responsable a través de una producción local y ética.
Además, de estas características convertidas en valores de marca (español, de cercanía, artesano y sostenible, se podría decir que la marca es una empresa familiar. ¿Es así?
Sí, conmigo están mis hijas, María y Elena. Desde que creamos la línea OLENA, mezclamos la gran experiencia debido a la larga trayectoria junto con el conocimiento de los nuevos tiempos, tanto tecnológicos como creativos. Todo esto lo aportan ellas, que han sentido la inquietud y la pasión por el oficio desde pequeñas, también por la artesanía y la creatividad, razones que han acabado por empujarlas a querer forjar sus caminos y ser parte de la empresa familiar, estudiando carreras relacionadas con el mundo del negocio y del arte.
Y en lo referente al modelo de negocio de la marca, ¿cómo funciona y qué momento vive?
Estamos creciendo mucho, ilusionados con las nuevas colecciones tanto de novia como de la línea más casual que verán la luz a principios del próximo año. Esperamos que al público le guste tanto como a nosotros, disfrutamos muchísimo todo el proceso.