Un análisis de la asociación sin ánimo de lucro Coqual ha concluído que la raza, la clase, sexualidad y otras características de identidad dificultan el día a día de las vidas de los trabajadores. El estudio ha analizado a más de 5.400 trabajadores con contrato indefinido de más de 21 años en ocho países de diferentes continentes (Australia, Brasil, Alemania, India, Japón, Sudáfrica, Reino Unido y Estados Unidos).
El estudio ha descubierto cuáles son los principales perjudicados en el ámbito laboral. En particular, se pone el acento sobre el grupo de las mujeres de color y las personas transgénero.
En el caso de las mujeres de raza negra, una de cada cuatro cuenta que sienten que su color de piel afecta sobre su carrera laboral, mientras que en el caso de las mujeres latinas es el 19%. Y esto acaba teniendo un impacto sobre el bienestar laboral, tanto que el 42% de las mujeres de piel negra han pensado alguna vez dejar su trabajo, que es más en comparación con el 34% de las mujeres blancas que también lo piensa.
Además, los datos reflejan la realidad de la diferencia entre los hombres y las mujeres. En primer lugar, el equilibrio entre trabajo y vida; más de la mitad de los hombres están satisfechos con ese equilibrio, mientras que apenas una tercera parte de las mujeres lo siente así.
En el caso de los ascensos, algo más comprobable, en el caso de los hombres, dos terceras partes de los varones han recibido una propuesta de ascenso en los últimos cuatro años, un número mayor que las mujeres, ya que apenas la mitad de ellas han escuchado una propuesta de este tipo en ese mismo período de tiempo.
Por último, otro dato cualitativo que el estudio pone de relieve sobre las diferencias entre hombres y mujeres es el porcentaje de personas que siente que tiene unas redes de contactos fuertes. Mientras que en los hombres son la mitad de ellos, entre la mujeres son apenas un 38% las que confiesan tener redes de contacto fuertes.
Otro de los grupos poblacionales que sufren discriminación en el día a día son los trabajadores trasngénero, que, según este estudio, es el sector poblacional que sufre más microagresiones.
El 60% de los empleados transgénero dice que ha sufrido prejuicios e interacciones negativas en su entorno laboral, en comparación con el 39% de las personas cisgénero. Prácticamente la mitad de los trans han tenido que escuchar en su trabajo que están «pasando por una fase«, los han identificado con otro género o les han dicho que su identificación se hace incómodo para ellos.