Con 162 millones de dólares en entradas vendidas en Norteamérica, Barbie batió el récord en el primer fin de semana para una película dirigida por una mujer. El primer puesto lo ocupaba Patty Jenkins, directora de Wonder Woman, que se estrenó con 103,3 millones de dólares. Y Captain Marvel, codirigida por Anna Boden, obtuvo 153,4 millones de dólares en su fin de semana de estreno.
El número de directoras de las películas más taquilleras sigue siendo extremadamente pequeño. Según Kirsten Schaffer, directora ejecutiva de la organización Women in Film, «el porcentaje de mujeres que dirigen las películas más taquilleras vuelve a estar estancado en el 14%, según un estudio reciente de ReFrame. Se trata de un sistema profundamente arraigado que da prioridad a las personas que lo han hecho antes, y la mayoría de esas personas son hombres. A menos que los estudios y las empresas tomen medidas para lograr una contratación equilibrada entre hombres y mujeres, pasarán décadas antes de que consigamos la igualdad de género para los directores».
Pero la profesión no siempre ha estado tan desequilibrada entre hombres y mujeres. «Durante la época del cine mudo, se puede decir que las mujeres dominaron la industria. Hubo más de treinta directoras antes de 1920, más que en ningún otro periodo de la historia del cine… Las directoras eran consideradas iguales, si no mejores, que sus colegas masculinos», escribió Anthony Slide en su libro Early Women Directors. Su investigación sugiere que no es la falta de interés lo que frena a las mujeres.
En la actualidad, las mujeres no sólo tienen menos probabilidades de ser seleccionadas para el papel de directoras, sino también de ser reconocidas por su trabajo. De todas las nominaciones a mejor director en la historia de los Oscar, sólo siete, es decir, aproximadamente el 2%, han recaído en mujeres. Solo tres mujeres han ganado el premio. Gerwig fue nominada en 2017 por Lady Bird, pero se fue a casa con las manos vacías.
Una explicación de la escasez de directoras es la falta de modelos femeninos. «Tienes que verlo para serlo» se atribuye a Billie Jean King y sugiere que las niñas y las mujeres necesitan modelos como Gerwig para inspirarse. El mero hecho de presenciar el éxito de Gerwig puede influir en las aspiraciones profesionales de las generaciones futuras.
«Greta ha estado al frente y en el centro de la campaña de Barbie, inspirando a la próxima generación de mujeres a asumir papeles de liderazgo, especialmente directoras. Por eso es tan importante que las directoras reflejen a la población, en particular a las de géneros infrarrepresentados y a las mujeres de color», afirma Schaffer.
Los investigadores han establecido la importancia de los modelos de conducta para las mujeres que se plantean una profesión dominada por los hombres como la dirección. Por ejemplo, en un estudio, cuando se presentaba a estudiantes mujeres de éxito y carismáticas que se especializaban en economía en su universidad, era un 8% más probable que se especializaran en economía. Conocer a Gerwig podría tener un efecto similar para quienes se plantean una carrera en la dirección.
También se ha demostrado repetidamente que el encuentro con modelos femeninos como Gerwig reduce los prejuicios inconscientes. Un informe muestra que los estudiantes expuestos a mujeres famosas por sus contribuciones a la ciencia, el derecho y la política eran menos propensos a tener creencias estereotipadas sobre las mujeres. Otro estudio descubrió que cuantas más profesoras tenían los alumnos, menos probabilidades había de que expresaran estereotipos de género. Del mismo modo, ver el éxito de Gerwig puede hacer que los ejecutivos de los estudios piensen menos en «hombre» cuando busquen a su próximo director.
Otra explicación de la falta de directoras es que los estudios no suelen considerar rentables las historias que quieren contar las mujeres. Sin embargo, las mujeres desempeñaron un papel importante en el histórico estreno de Barbie, con un 65% de la audiencia. Esto envía un poderoso mensaje a los ejecutivos de la industria: el público femenino puede, en efecto, impulsar éxitos de taquilla.
El revolucionario logro de Gerwig es muy prometedor para las futuras directoras. Su éxito inspirará a futuras generaciones de mujeres a dedicarse a la dirección y a desafiar los prejuicios profundamente arraigados en la industria cinematográfica.
