Viajar es lo que tiene, que cuando te quieres dar cuenta has salido de un país, empapada de su cultura nacional, para adentrarte en otro, también repleto de nuevos descubrimientos. Y de esto da fe María Chaver, viajera empedernida y, por consiguiente, empresaria de moda. Sí, porque en su caso, una actividad es consecuencia de la otra.
De la creatividad descubierta en cada uno de sus viajes, Chaver dio con la clave de su profesión: compartir con los demás, y en diferentes países, cada pieza genuina de moda encontrada en el camino. Primero, a través de Lamu Kikoy, su primera apuesta empresarial, y ahora, con Lamu United.
Esta empresaria española vive entre México e Ibiza y se dedica a generar una moda concienciada con la intención de conseguir un planeta ‘ecoresponsable’ y sin ataduras de género
Si con la primera marca distribuyó sus piezas en Ibiza, otros puntos de Europa y América, con la actual no le pone limitaciones al mapa y, además de la isla ibicenca, llega a Tulum, Saint-Tropez, Miconos y Bodrum. Sin embargo, un elemento común a las dos empresas no ha dejado nunca de ponerse de manifiesto: su gusto por la promoción del trabajo artesanal realizado por mujeres, “para ayudar a comunidades indígenas a tener presencia en mis marcas”, confiesa esta española afincada en México.
Su buen hacer en el sector textil no termina aquí. Convencida de la necesidad de hacer de este planeta un lugar con buena salud empresarial, de prácticas sostenibles y orgánicas, María Chaver confirma llevar tres años trabajando en ello, los mismos que tiene Lamu United: “Nuestras etiquetas botánicas son de cartón reciclado y con semillas de lavanda que crecen para asegurar un planeta más verde”.
Todos los diseños son artesanales, con tejidos naturales y certificado IT01, que garantiza la suprema calidad de las prendas y su origen 100% italiano
La firma que sólo trabaja con tejidos nobles, busca ser referente de estilo genderless. “En un viaje a Sicilia descubrí un tejido de lino artesanal que me enamoró y me animé a crear una colección no binaria, inspirada en el estilo de los músicos, djs, artistas y creativos, como con los que convivo en Tulum e Ibiza, porque lo fundamental es crear colecciones que te identifiquen, sin género ni edad, y que fluyan como una segunda piel”, cuenta Chaver, quien conduce una firma de crecimiento orgánico y expansión controlada que ya trabaja en un nuevo proyecto de upcycling: rediseñar prendas vintage, “porque es el único destino posible, el de un futuro próximo donde sólo quepa reciclar lo que ya se ha fabricado”.