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Forbes W Interview | Elena Ochoa Foster: «Cada proyecto suele ser distinto… y a veces la experiencia no sirve para mucho»

Convencida de que el fracaso alecciona más que la experiencia, el mecenazgo artístico y la supina discreción de Elena Ochoa Foster reposa en tres pilares: de la conquista de los retos nace todo lo memorable, el pasado debe dormir para vivir el presente y el mejor trabajo siempre tiene que ser el último.
Traje hecho a medida, jersey de The Row, botines de Prada y gafas vintage de Marni. Foster posa delante de la obra de Jenny Holzer. Fotografía: Rosa Copado

Es una de las mujeres más respetadas en el mundo del arte contemporáneo –el MoMA de Nueva York, el Museo del Prado o la galería Serpentine de Londres son algunas de las instituciones con las que está involucrada–, pero a Elena Ochoa Foster no le preocupa su legado. “Me interesa el presente”, dice esta editora y comisaria que ha adoptado la capacidad de reinventarse como una máxima en su vida. Hace casi 30 años dio un monumental giro de timón: dejó su puesto de profesora de psicopatología en la universidad, su trabajo clínico y de investigación, para mudarse a Londres. Allí su reinvención le llevó a unir su pasión por el arte y por los libros, y en 1996 fundó Ivorypress, una editorial especializada en libros de artista, exposiciones y librerías enfocadas en fotografía, arquitectura y arte contemporáneo. Ha editado libros de artistas con grandes nombres del arte moderno. Desde un enorme libro en plomo de casi dos metros, inspirado en constelaciones de estrellas, a un volumen que el artista explosionó con pólvora para reflexionar sobre las ideas explosivas o prohibidas. Obras nacidas de la libertad absoluta de sus creadores. Hacerlas realidad supone embarcarse en sofisticados proyectos sin tiempo límite ni esquema previo. Elena anima a los artistas a explorar nuevos métodos y les apoya en su viaje. Todavía hoy disfruta el vértigo de los retos.

Le nombran de muchísimas maneras: Elena Ochoa, Lady Foster, Elena Foster, Doctora Ochoa, Elena Ochoa Foster… ¿Con cuál está más cómoda?

Me siento cómoda con estos y otros títulos, nombres y apellidos… y también pseudónimos.

Cambió radicalmente de vida. Está claro que no es una persona que se amilane ante los retos. ¿Qué sensación le produce afrontarlos?

Sin retos no se construye nada que merezca la pena. Sin fracasos no se aprende. Cuanto más monumental es la caída, más se tiene uno que esforzar para levantarse e intentar llegar incluso más alto. Sin obstáculos, la vida no sería estimulante ni atractiva. Sería intrínsecamente aburrida. Esto no quiere decir que afrontar cambios significativos en la vida profesional no produzca una ansiedad terrible y un estrés a veces difícil de manejar. Pero sin un cierto nivel de ansiedad, sin exponerse a una constante estimulación y retos, nuestro cerebro se convertiría en una hoja plana, descolorida y sin interés.

Traje hecho a medida, jersey de The Row, botines de Prada y gafas vintage de Marni. Foster posa delante de la obra de Jenny Holzer.

Su editorial ha celebrado recientemente sus 25 años. ¿Pensó que llegaría hasta aquí?

No tenía ningún planteamiento sobre su futuro. Imaginé posibilidades y las tanteé en conversaciones con amigos, pero no escribía en mi cabeza películas de ficción sobre lo que podría o no conseguir. Paso a paso, cada libro producido fue abriendo nuevas posibilidades… hasta hoy.

¿Qué cualidades de su personalidad tenía claro que le ayudarían?

No tenía claro absolutamente nada. El autoanálisis no suele funcionar cuando se intenta crear o se relanza un proyecto profesional. Es más sensato y efectivo analizar lo que ocurre fuera de nuestro ego, perfilar con cuidado lo que se pretende y los pasos necesarios a seguir, el tiempo, el presupuesto, el equipo… Al menos lo ha sido para mí.

¿Qué jugaba en su contra?

Quizá el total desconocimiento de las complicaciones que conlleva la edición, desde barruntar una publicación hasta verla terminada. Y luego darla a conocer, promoverla, venderla… Fue un aprendizaje continuo, y lo sigue siendo, duro pero que merece la pena. Mi objetivo ha sido siempre sentirme orgullosa de cada publicación que Ivorypress produce. Saber que es lo mejor que puedo crear como editora. Lo mejor.

¿Qué ha aprendido de los fracasos?

Cuando no logro la calidad que persigo y observo defectos, paso una temporada realmente apenada, buscando la manera de que estos errores no ocurran más. Es difícil encontrar el camino correcto, las decisiones adecuadas para obtener el equilibrio y la solidez en una empresa, creando un buen producto. Y cuando se consigue, mantener la calidad es todavía más difícil. Somos nuestro último proyecto. Ivorypress es su última publicación. La historia de lo conseguido duerme para siempre en el pasado. Lo que cuenta verdaderamente es el presente.

Nace como “una editorial de libros con obra original de arte moderno y contemporáneo, fruto del encuentro entre el artista y el editor”. ¿Cómo ha evolucionado?

Sigue con la misma filosofía y misión que tenía cuando nació. Ahora tiene más alas y más cuerpo, lo que le permite afrontar proyectos más ambiciosos. En 1996 era un universo diminuto. Ahora es una constelación. Ha crecido y lo sigue haciendo, explorando nuevas vías. En 2022 hemos comisariado obras y libros en 16 instituciones europeas y americanas. Durante la pandemia y hasta ahora, el comisariado y construcción de bibliotecas especializadas en arte contemporáneo, diseño, arquitectura, fotografía, tanto privadas como públicas, es una de las actividades más interesantes que estamos realizando.

“SOMOS NUESTRO ÚLTIMO PROYECTO. LA HISTORIA DE LO CONSEGUIDO DUERME PARA SIEMPRE EN EL PASADO. LO QUE CUENTA DE VERDAD ES EL PRESENTE”

Jersey de The Extreme Cashmere, chaqueta de Dries Van Noten, falda de Alaïa, botines de Prada y gafas vintage de Marni.

¿Cómo es trabajar con usted?

Estimulante. Nunca aburrido. En nuestro equipo se exige todo lo que uno pueda dar. En conocimiento, en tiempo, en trabajo, en ideas y en resultados.

Dicen que es un huracán de ideas. Y usted se ha descrito como impaciente pero perseverante. ¿Cómo maneja esa tensión entre esos polos?

¡Me parece dificilísimo! Con paciencia. Siempre con mucha paciencia.

Con los años, ¿le sigue dando muchas vueltas a las cosas o nota un cambio en cómo toma las decisiones?

Se aprende con los años. Se adquiere lo que se denomina ‘experiencia’. Pero cada proyecto suele ser distinto, sorprendente… y, por tanto, a veces la experiencia no sirve para mucho. Puede ser alentador, frustrante, complicado. También increíblemente creativo. Comenzar y recomenzar sin saber dónde vamos a terminar… es fantástico para mantenerse alerta, pero uno puede descontrolarse; exige manejar la incertidumbre. Tomar decisiones clave no es un paseo por la playa… pero sí, quizá con los años la toma de decisiones es más rápida.

¿Qué es más importante en su trabajo: la confianza, la intuición, la química, el no tener prisa…?

La intuición.

¿Qué proceso creativo le ha quitado más el sueño?

El último en el que estoy en este momento trabajando.

¿Qué le queda por hacer?

Mucho.

Sus obras se cocinan a fuego lento. Puede estar años con un proyecto. Requieren paciencia, lo contrario de lo que vivimos en esta era Google, donde doy a una tecla y obtengo lo que busco.

Sí, vivimos a gran velocidad, con innumerables fuentes de información. Seleccionar adecuadamente exige un enorme esfuerzo. Padres y educadores deberían darle importancia. No olvidemos que aprendemos a seleccionar mucho antes del parvulario. Es totalmente necesario para la adaptación equilibrada del ser humano a la existencia, a la vida diaria, a las relaciones emocionales. Y fundamental para lograr cierto grado de éxito profesional.

“NUESTRO PAÍS ESTÁ EN UN MOMENTO ÁLGIDO, ES EL PUNTO DE MIRA PARA MUCHOS. ARCO SE ESTÁ CONVIRTIENDO EN EL PUNTO DE REFERENCIA INTERNACIONAL”

La reinvención es para usted una actitud. Pese a su experiencia y lo que ha logrado ¿sigue reinventándose?

Cada día, no podría ser de otra manera. El día que deje de reinventarme estaré muerta. Es un motto constante en mi vida.

Elena Ochoa Foster, fotografiada delante de la obra de Jenny Holzer, en Ivorypress.

ARCO nació en 1982 de la mano de Juana de Aizpuru. Aizpuru, la baronesa Thyssen, usted… figuran entre las mujeres más respetadas en el mundo del arte internacional. Sin embargo, yo sigo viendo más artistas consagrados varones que mujeres. ¿Cómo ve el arte moderno y la cultura en España?

Nuestro país está en un momento álgido, es el punto de mira para muchos. ARCO es un ejemplo. Por su selección de galerías, de proyectos, se está convirtiendo en el punto de referencia internacional. España ha producido artistas increíbles, fascinantes. En nuestra generación sigue produciendo artistas extraordinarios, cito a Barceló o a Cristina Iglesias, a Elena del Rivero. Cada vez más mujeres son consideradas, pero tiene toda la razón, falta mucho recorrido. Ivorypress ha ofrecido muestras a artistas jóvenes emergentes, como Blanca Miró Skoudy. Nuestro país está en un periodo de rejuvenecimiento, de creación incesante en el arte, moda, danza, música, teatro, industria cinematográfica, arquitectura, diseño… Ahora bien, el Gobierno central y el local tienen la responsabilidad moral, el deber político y social de apoyar las artes y la cultura. Sin ayuda gubernamental, es y será muy complicado que se mantenga esta ebullición artística y económica a largo plazo.

Cuando editó su revista C Photo en 2005, lo hizo en idiomas como el japonés o el chino. “Estoy convencida de que Asia es el futuro”, le dijo a The Guardian.
Si no me equivoco, usted le puso clases de chino a su hija. Fue visionaria.

China era y es una fuerza imparable, política, cultural, artística, social, que mueve este planeta cada vez con más intensidad.

Actualmente, ¿qué país ve emerger con fuerza?

Indonesia, Camboya, Vietnam y Corea son los lugares que más me interesan. En arte, diseño, en arquitectura y en inversiones masivas que han ocurrido y ocurrirán pronto.

¿Qué legado quiere dejar?

No me preocupa el legado. Me interesa el presente. Y parte de mi presente está comprometido con la edición y con el futuro del libro en cualquiera de sus formas. También con la misión de la Norman Foster Foundation. La formación de líderes para las ciudades del futuro es clave para la supervivencia de la humanidad.

*Fotografía: Rosa Copado.