Rihanna se convierte en la última mujer negra en actuar en el mayor escenario del mundo. Como estaba previsto, ofreció una espectacular actuación en el descanso de la Super Bowl LVII. La ganadora de nueve premios Grammy cantó una docena de sus mayores éxitos, entre ellos Umbrella, Pour it Up, Rude Boy, Diamonds y Work.
Según Billboard, Rihanna tiene catorce canciones en el número 1 y 30 en la lista de las diez mejores. Deslumbró al público de Glendale (Arizona) y a los millones de personas que siguieron por televisión la Super Bowl de este año. Lo más impresionante es que también aumentó la diversidad racial y de género en la lista de artistas del descanso.
Rihanna forma parte ahora de una hermandad de élite que incluye a Diana Ross, Janet Jackson, Beyoncé, Missy Elliott, Mary J. Blige y otras artistas negras que han sido cabeza de cartel o han ocupado un lugar destacado en anteriores escenarios de la Super Bowl. En 1977, Ella Fitzgerald fue la primera. ¿Por qué es importante? Porque Rihanna y otras mujeres negras trabajan en una industria dominada por ejecutivos blancos y por hombres (pocos de los cuales son negros). Este es uno de los problemas más persistentes y generalizados en el negocio de la música.
Además, según Recording Academy, el grupo que decide qué artistas musicales reciben los premios Grammy cada año, el 69% de sus miembros son hombres y el 67% son blancos, lo que supone una mejora desde la implantación de su nuevo modelo de afiliación hace cuatro años. Han nominado a Rihanna a 33 premios Grammy.
Antes de que Jay Z y Roc Nation comenzaran a asociarse con la NFL en 2019, muy pocos músicos negros se exhibían en el escenario del descanso de la Super Bowl. La actuación del año pasado, una oda al hip hop de la costa oeste, significó un cambio. Fue un homenaje masivo a Dr. Dré y contó con muchos artistas cuya música él había producido. Fue increíble. La única crítica que hice en la revista Ebony fue que Mary J. Blige fue la única mujer que subió al escenario el año pasado junto a Dre, Snoop, Kendrick Lamar, Eminem y 50 Cent. Este año, Rihanna fue la única artista, acompañada por docenas de bailarines de increíble talento de todos los géneros.
Marisa Dellatto, periodista de noticias de última hora de Forbes, explicó por qué Rihanna no cobró por su actuación en el descanso, como tampoco lo hicieron Beyoncé, Bruno Mars, Justin Timberlake, Lady Gaga, The Weeknd y otras megaestrellas de la música. La exposición hace que merezca la pena. En el caso de Rihanna, no se trataba sólo de exponerse a sí misma, sino también a otras mujeres negras de talento a las que se les han negado histórica y contemporáneamente oportunidades de actuación de esta magnitud.
Es estupendo que Rihanna haya actuado en el descanso de la Super Bowl de este año. También es estupendo que ofreciera una actuación tan sólida, sobre todo siendo la primera mujer embarazada (negra o no) que encabeza el espectáculo, según informa la revista People. También es digno de elogio que ella y otras mujeres negras hayan tenido la oportunidad de mostrar su talento al mundo.
Pero sin duda Rihanna y todas las mujeres negras que la han precedido estarían de acuerdo en que se necesita una mayor diversidad racial y de género en el escenario del descanso de la Super Bowl, en los puestos de producción del espectáculo, en las mesas de dirección ejecutiva donde se toman las decisiones sobre quiénes serán los cabezas de cartel en años venideros, entre los miembros de la Recording Academy y en los puestos de dirección de toda su industria.
Y aunque la actuación del descanso no esté remunerada, Rihanna y sus predecesoras de la misma raza y género abogarían sin duda por que se pagara equitativamente a las mujeres negras en todas las funciones de la industria musical que impliquen remuneración. No se puede ni se debe esperar que lo hagan solas. Las mujeres negras merecen que los hombres negros, así como personas de todos los grupos raciales y géneros, aboguen también por la equidad y la inclusión en su nombre.