La gran dama punk de la moda, tal y como se refería el sector a Vivienne Westwood, ha fallecido en su casa de Clapham, en el sur de la capital británica, a los 81 años de edad. Lo ha hecho «en paz y rodeada de su familia», tal y como han anunciado sus representantes a través de Twitter.
Conocida por su estilo andrógino, Westwood llevó la moda de aires punk a su máxima expresión y conquistó los años setenta, hasta entonces precursora de looks más desenfadados del movimiento hippie. Su presencia en la industria dio al sector de la moda una visión desconocida y aclamada desde sus primeros diseños. Los mismos que le valieron la consideración de ser la principal responsable de la estética asociada al punk y el llamado ‘new wave’: la estética que deriva del rock y que alcanzó su esplendor tras la caída del punk, con gran popularidad en los últimos años de la década de los setenta, pero con asentamiento durante los ochenta.
Fue así como el nombre de Westwood pasó a ocupar los primeros puestos de diseñadores encargados de cambiar el panorama con su creatividad y visión futurista de la industria. La británica originaria de Derbyshire puso actitud e intención a cada una de sus colecciones que no acaban con su fallecimiento, ya que en palabras de su marido, Andreas Kronthaler, el trabajo continuará: «Hemos estado trabajando hasta el final y me ha enseñado mucho como para ponerme manos a la obra y continuar su legado». Será él quien, al menos de momento, continúe con el legado de esta directora creativa de su firma de nombre homónimo.
Un trabajo que continúa y pone en valor, más todavía, la firma moda comprometida con el medioambiente y la artesanía que inició la diseñadora que supo hacer de su estilo propio y melena naranja un sello de identidad, hasta el punto de ver sus colecciones expuestas en museos, traspasando las fronteras de las pasarelas más importantes.
