Al pronunciar su discurso anual sobre el estado de la unión ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia, en septiembre, Ursula von der Leyen, la primera mujer presidenta de la Comisión Europea, hizo una impactante declaración política visual. Estaba vestida con una chaqueta amarilla brillante y una blusa azul y; frente a las 12 estrellas doradas de la Unión Europea, parecía una bandera ucraniana viva.
«Esta es una guerra contra nuestra energía, una guerra contra nuestra economía, una guerra contra nuestros valores y una guerra contra nuestro futuro», dijo, refiriéndose a la invasión no provocada de Rusia a Ucrania. «Se trata de autocracia contra democracia». Y continuó haciendo una promesa: «Quiero dejar muy claro que las sanciones llegaron para quedarse. Este es el momento para que mostremos determinación, no debilidad».
Algunos ciudadanos de países de la UE se enfrentan a un frío invierno sin el gas natural ruso que calienta sus hogares. Otros viven en el ojo del peligro, en caso de que el presidente ruso, Vladimir Putin, se atreva a expandir sus agresiones.
De alguna manera, Von der Leyen ha podido reunir a esas personas (aún con los sacrificios que eso implica) para permanecer unidos contra Putin. Von der Leyen, elegida en 2019, administra los más de 300 mil millones de euros anuales de la UE, y trabaja para lograr el consenso con 27 jefes de estado que representan a 450 millones de personas.
El año pasado, Von der Leyen ocupó el octavo lugar en la lista de FORBES de las 100 mujeres más poderosas del mundo. Este año, salta al número 1 como resultado de su fuerte y decisivo apoyo a Ucrania, así como de su continuo liderazgo para ayudar a Europa a superar la pandemia de coronavirus.
Su apoyo a Ucrania fue rápido y amplio. Apenas una semana después de que Putin enviara los primeros misiles hacia Kyiv en febrero, Von der Leyen se comprometió a prohibir las transacciones del banco central de Rusia, cerrar los cielos de Europa a los aviones rusos y prohibir las agencias de noticias propiedad del Kremlin. En abril, se convirtió en la funcionaria de más alto rango de la UE en visitar Ucrania y reunirse con el presidente Volodymyr Zelensky. Y en mayo, presentó una nueva ronda de sanciones más severas contra Rusia, esta vez pidiendo a los líderes europeos que aceptaran una «prohibición total» del crudo ruso.
Algunos criticaron su propuesta por falta de especificidad, pero en junio, Von der Leyen anunció una medida que reduciría el 90% de las importaciones de petróleo ruso a la UE.
“Ella está realmente en la cúspide de su poder en este momento”, le dice a FORBES Matthias Matthijs, miembro principal para Europa en el Consejo de Relaciones Exteriores y profesor asociado en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins.
Si bien Von der Leyen no fue la única líder mundial que impuso sanciones a Rusia, Matthijs dice que ella se enfrentó a un trabajo más difícil para convencer a sus electores de que eso era lo correcto, ya que llevar a cabo esas acciones les resultaría más costoso que a los ciudadanos de otros países. (Los que están fuera de la UE).
«Ella necesita negociar el consenso entre los 27 estados miembros, que son culturalmente muy diferentes», dice Anja Langenbucher, directora de la Oficina Europea de la Fundación Gates. «Y ella es muy buena en eso». La Fundación Gates otorgó a Von der Leyen su Premio Global Goalkeeper 2022 por su liderazgo durante la pandemia en Europa después de que la presidenta encabezara un paquete de ayuda de 800.000 millones de euros en el verano de 2020, y que entró en vigor en 2021.
Hemos sacado a la superficie la fuerza interior de Europa. Y vamos a necesitar toda esta fuerza.
Úrsula von der Leyen.
Los antecedentes de Von der Leyen como médica y madre de siete hijos pueden explicar cómo es experta en manejar problemas. Su primer trabajo fue como doctora en una clínica para mujeres en su Alemania natal. No ingresó a la política hasta que tuvo poco más de 40 años, luego se abrió camino desde las oficinas locales para convertirse en ministra federal de Asuntos de la Familia y la Juventud en 2005, donde ayudó a iniciar reformas críticas en el sistema de cuidado infantil de Alemania. De 2013 a 2019, se desempeñó como la primera mujer ministra de defensa de Alemania.
«Su labor fue increíble en términos de creación de instalaciones de planificación parental y cuidado infantil, cosas que no existían antes en Alemania», explica Vivien Schmidt, profesora de relaciones internacionales en la Universidad de Boston y directora fundadora del Centro para el Estudio de Europa de la universidad.
La agenda que Von der Leyen preparó antes de ser elegida en 2019, dice Schmidt, fue una de las principales razones por las que pudo actuar de manera tan decisiva en los paquetes de ayuda durante la pandemia. En 2019 parecía un “sueño inalcanzable», pero en medio del contexto de los confinamientos y la incertidumbre económica de 2020, las ideas de Von der Leyen sobre abordar la desigualdad social, fortalecer los compromisos medioambientales de Europa y acelerar su transformación digital se consideraron necesarias.
«Ella entiende muy bien lo que pasa en estos momentos», dice Schmidt. «Y ella tiene, creo, un fuerte sentido moral de lo que es correcto».
Por ahora, eso significa continuar manteniendo la línea contra Rusia. El pasado 30 de noviembre, Von der Leyen propuso establecer un tribunal especial para «investigar y enjuiciar» los presuntos crímenes de guerra de Rusia.
«Hemos sacado a la superficie la fuerza interior de Europa», dijo Von der Leyen. «Y necesitaremos toda esta fuerza».