Chanel presentó la semana pasada su colección ‘Crucero 2022’ desde Montecarlo, un homenaje a su ex director creativo Karl Lagerfeld, quien fue la musa de la colección. Los cineastas Sofia y Roman Coppola crearon el avance antes del lanzamiento de la colección, brindando el glamour del verano a los asistentes.
“Para mí, Mónaco es una cuestión de sentimientos por encima de todo. Esos son Karl, Caroline, Charlotte”, afirma Virginie Viard. “Desde muy temprano supe que íbamos a hacer un show allí, y más precisamente en el Beach Hotel. Desde este magnífico lugar, se puede vislumbrar su villa, La Vigie. Nunca olvidaré los momentos que pasé allí: terrazas y balcones, grandes sombrillas, canastas de flores, tanta belleza”.
El mar Mediterráneo, la Fórmula 1, los yates, los grandes edificios, los coches extranjeros aparcados frente al Casino de Montecarlo y el lujo: esto es lo que viene a la mente cuando muchos piensan en el renombrado principado. Los trajes de pantalón relajados en rojo y blanco y los monos ocupan la colección. Pero Viard agregó piezas de oro que ofrecen glamour nocturno a los looks. Con piezas aptas para unas cálidas vacaciones en la playa, puedes sentir las influencias de Lagerfeld. Los brillantes trajes de baño se retuercen en faldas negras asimétricas o vestidos drapeados, señala la casa.
Hay fuertes inspiraciones del ballet de Montecarlo y sus zapatos de punta y zapatos de raso negro incluyen una fina hebilla de strass. Viard recuerda la primera vez que vio a la princesa Carolina de Mónaco y se inspiró en su encuentro en la colección. “La primera vez que vi a Caroline fue en la playa de Mónaco. Llevaba un vestido negro drapeado, medias muy finas y tacones”, recuerda la directora en jefe.
“Hay un montón de monos de tweed o seda forrados con tela ligera de rizo. Muchas lentejuelas y flores dan forma a los plastrones bordados que adornan los vestidos camiseros largos de rayas finas con cuello alto blanco, un guiño a Karl, un vestido azul medianoche con lentejuelas o blusas sin espalda que se usan sobre pantalones anchos”, comparte Viard.