Aclaremos el término: un business angel es un agente protagonista del ecosistema emprendedor, que suele disponer de un capital (a título personal) relevante e invierte en las fases iniciales de una empresa a cambio de participaciones a lo largo de la evolución del negocio. Normalmente, lo hacen a través de clubes de inversión, gestoras de fondos de capital privado o asociaciones.
La diversidad es imbatible en todas sus dimensiones. Así lo reflejan diferentes estudios que hacen referencia a la paridad del equipo fundador de una empresa, no tanto a la exclusividad de un género. Por ejemplo, First Round Capital concluye que los equipos fundadores que contaban al menos con una mujer tuvieron un 63% más de rentabilidad, mientras el Kauffman Fellows Report señala un 35% más de retorno de la inversión.
La empatía, la comunicación directa, la colaboración, el análisis o la visión a largo plazo de un negocio deberían ser cualidades de liderazgo con independencia de género. “Si las unimos, podemos cooperar para competir, mejorar el sistema para experimentar con nuestras empresas y proyectos”, cree Helena Torras, managing partner de PaoCapital.
Mujeres emprendedoras
Existen distintas oportunidades para diferentes momentos, a afrontar con una serie de cualidades que, originalmente, se han atribuido tanto a mujeres emprendedoras como inversoras, empeñándose en incidir en las diferencias con respecto a sus colegas varones. “Claramente, la prudencia es una virtud a la hora de invertir. Como dice Warren Buffet, el ADN de un inversor se compone de humildad y paciencia”, agrega Carmen Carpintero, empresaria, business angel y mentora de emprendedores y emprendedoras.
“No caigamos en cuestiones del siglo pasado», advierte Laura González-Estéfani, fundadora y CEO de TheVentureCity. «Hoy en día, habiendo aumentado el número de mujeres emprendedoras, CEOs, gestoras de fondos… de conservadoras no tienen nada. Ni más ni menos que el resto de nuestros compañeros de batalla. Invertimos y emprendemos con pasión y con convicción. Cuando tenemos éxito, arrasamos y cuando fracasamos, aprendemos, exactamente igual que el resto de la profesión”.
“Pongamos encima de la mesa si tendemos a rodearnos de personas que piensan igual que nosotros o seguimos los consejos de aquellos que entienden el liderazgo como hacer ganar a ‘los nuestros”, añade Carpintero, que asegura que hombres y mujeres se topan con las mismas dificultades para liderar equipos multidisciplinares con backgrounds distintos.
Estilo de inversión diferente
Pero ¿cómo invierten las mujeres? Para empezar, habría que diferenciar el tipo de inversión. No es lo mismo inyectar capital en fases iniciales que avanzadas. Al referirnos al entorno startup, las bussines angels entrevistadas para este reportaje asumen que todas tienen riesgo, aunque en las primeras fases es bastante mayor, encontrando mujeres inversoras en todas. “Creo que es más mito que certeza el hecho de que las inversoras somos más conservadoras. Las mujeres valoramos una serie de criterios para invertir, para tomar nuestras decisiones, pero no es conservador, simplemente, es diferente”, traslada Torras.
En WERockCapital, de hecho, tienen varios objetivos. Por un lado, el de la inversión. Por otro, acercar los ecosistemas de la empresa tradicional y los de la empresa emergente para colaborar. Es una realidad que la crisis de la Covid evidenció diferentes estilos de liderazgo, partiendo de las principales cadenas de mando de los distintos países.
Estrategia y empatía
En palabras de Helena Torras: “Las mujeres demostraron poder ser estratégicas y contundentes, a la vez que compasivas y empáticas, tomando decisiones inicialmente no muy populares, para proteger a los suyos, lo que dio lugar, finalmente, a decisiones adecuadas. Cuando las llevaron a cabo, priorizaron el bien de los demás, aun siendo conocedoras de las críticas que iban a recibir. Escucharon y decidieron, colaboraron y actuaron”, recuerda.
“Qué suerte han tenido esos países», aplaude la CEO de TheVentureCity. «Hay grandes gestores masculinos que han hecho cosas extraordinarias en los momentos mas críticos de la sociedad e, históricamente, al no existir mujeres ocupando puestos relevantes, tenía cierta lógica que se pudiera llegar a pensar que sólo los hombres, sabían, podían y triunfaban. Ese tiempo ya pasó y ahora las mujeres somos imparables, luchamos por las mismas oportunidades, hemos demostrado que podemos emprender igual de bien, gestionar fondos igual de bien y dejar un legado para la siguiente generación igual de meritorio”, concluye.
Las cifras hablan
Las mujeres ocupan el 30% de los puestos de trabajo englobados en la industria del venture capital y el private equity en España, un dato no demasiado alejado del 38% de las profesionales que representan el mercado británico, por ejemplo. Estos porcentajes se extraen de recientes estudios de la firma de capital privado Nina Capital y la organización sin ánimo de lucro Level 20.
Las inversiones de capital privado en España alcanzaron récord en volumen de inversión, en 2020, con un importe que ascendía a 6.275 millones de euros, representando un crecimiento del 33% en contraste con el año anterior. Ahora bien, la diversidad en el sector del capital privado viaja en otro tren, porque la representación femenina de los equipos venture capital de nuestro país supone el 27%, según el estudio A More Diverse and Fairer VC Industry, elaborado por la entidad internacional Diversity VC junto a DayOne de CaixaBank y Osborne Clarke.
Sectores de interés
Asimismo, en ese informe podemos comprobar que los sectores con mayor representación de mujeres en puestos de toma de decisiones son el de Impacto Social (31,6%) y Biotecnología (24,4%). Helena Torras confiesa que tiene predilección por proyectos donde todo está por hacer, con una visión de aportar valor y sí, generar impacto. “Al tratarse de fases muy incipientes, lo que más valoro es a los emprendedores y el equipo. Me interesa especialmente entender la motivación que les ha llevado a emprender y a hacerlo en ese proyecto en concreto. Adicionalmente, valoro la potencial escalabilidad y el tamaño del mercado”, apunta. Identificar el problema a resolver y encontrarse en el momento adecuado de mercado es importante, pero Helena insiste: “En estas fases, la clave son las personas”.
Carmen Carpintero, por su parte, se encuentra focalizada en las finanzas descentralizadas y la tokenizacion de activos, para democratizar la financiación de las pequeñas y medianas empresas. “Desde la Asociación Andaluza de Business Angels (AABAN) en concreto, estoy inmersa en agrifood, así como el uso eficiente del agua en la agricultura. Y desde Impluse4women me centro en proyectos de impacto liderados por mujeres que quieran escalar”, asegura.
Laura González-Estéfani apunta que ella está apostando por fintech, DeFi (finanzas descentralizadas), web3, healthtech, ciberseguridad, energía y modelos de negocio como B2B, market places o suscripción. “Tampoco nos enfocamos en un país o una región, buscamos compañías globales desde su origen al resto del mundo, mayoritariamente software, fundadores ambiciosos, disruptivos y muy persistentes”, apunta.
Dónde están las business angels
Son menos que sus homólogos masculinos y seguramente por ello menos visibles. La realidad es que a lo largo de los últimos años han surgido grupos de inversoras como WERockCapital, WA4Steam, AWASI, así como una lista muy larga de mujeres que se han lanzado a invertir. Algunas a través de entidades y otras con su propio capital. “Lo que nos encontramos, es que, a veces, alguna mujer ha empezado recientemente a invertir y no se considera inversora. Tenemos que perder el miedo a usar las palabras”, sugiere Torras.
Y anima a comenzar a invertir con cantidades pequeñas, según su capacidad, incluso, más allá del dinero, si también aporta tiempo, know-how o contactos. Levantar la mano para hacerse más visibles es, efectivamente, responsabilidad de las bussines angels, como lo es cuidar la diversidad en los paneles, mesas redondas, eventos y medios de comunicación. Laura, por su parte, critica: “Los que organizan esos paneles, con todo mi respeto, a veces no buscan más allá de sus círculos inmediatos”.
La educación financiera tampoco es suficiente
Que la educación financiera es clave en edades tempranas a estas alturas puede resultar una obviedad. Educar para obtener independencia económica, para comprender que el futuro es incierto y por lo tanto, nada está asegurado, pero sobre todo, para entender que quienes tenemos que atar el nuestro somos nosotros mismos.
Sin embargo, no resulta suficiente. “Necesitamos referentes. Las niñas han de tener modelos en los que verse reflejadas y tener opciones donde escoger. Y no podemos limitarnos a personajes públicos, sino cercanos, reales, accesibles”, propone Helena. En otras palabras, de su propio entorno.
Más allá, también hay que insistir en la educación tecnológica, con especial foco en las mujeres, que son las que abandonan en los primeros años de carrera, porque no se sienten identificadas con la tecnología. Se sienten excluidas, como que “no va con ellas”.
Educación con aspiración
Así, el reto está en encontrar la manera de vincularlas y conectarlas. Para Carmen Carpintero, la brecha de género se reduce cuando los padres invierten el mismo tiempo y dinero en la educación de sus hijas que en la educación de sus hijos: “El apoyo en los estudios, los deportes, las aficiones, los sueños y los proyectos de emprendimiento de las niñas, por partes de sus familias, para que puedan ser económica y emocionalmente independientes, es la clave”.
González-Estefani hace un apunte hacia la «educación con aspiración», como la gran asignatura pendiente de España. Y es curioso, porque estamos rodeados de casos de superación fuera de lo que todos podemos considerar “normal”: desde deportistas, pasando por grandes empresarios a científicos españoles mundialmente reconocidos.
La inversora propone: “La autoestima, pensar a lo grande y apostar por el marketing personal. Mis padres me educaron haciéndome entender que podría hacer lo que me propusiera en la vida. Si elegía una carrera profesional vibrante en paralelo a construir una familia, me enseñaron que fuera la mejor. Los valores de la determinación, la ilusión, el esfuerzo para conseguirlo”. El resto, es su historia.
Quién es quién
Helena Torras
Managing partner de PaoCapital, supporting partner de Calm/Storm VC.
Inversora y consejera independiente, promueve el ecosistema emprendedor tecnológico. Pertenece a la Junta de Gobierno de Barcelona TechCity, a la de la Asociación Empresarial de Publicidad y al Ambassadors Council de The Collider.
Laura González-Estéfani
Fundadora y CEO de TheVentureCity, plataforma global de fundadores convertidos en inversores, desde fase semilla hasta Serie A. Previamente, fue la primera empleada de Facebook en España, eBay, miembro del Investment Commitee del European Innovation Council Fund y del Caixabank Payments and Consumer.
Carmen Carpintero
Fundadora de Cubicarte Ventures, miembro de la Asociación Andaluza de Business Angels Network, embajadora en Cádiz del Observatorio Turístico Inteligente del Mediterráneo y miembro del consejo de Impulse4women. Mentoriza startups lideradas por mujeres en España e Hispanoamérica a través de los programas de UN Women.