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La adrenalina hecha reloj

El cronógrafo Intra-Matic Auto Chrono de Hamilton, todo precisión y comodidad, es un referente de diseño cuyos orígenes se remontan a finales de los años 60, en los que relojes y automovilismo compartían un mismo estilo de vida. Ahora llegan nuevas versiones en negro para completar la colección.

 

Hay un reloj que, cuando se ajusta a la muñeca de un entusiasta del automovilismo, saltan chispas, la adrenalina se dispara e invita a tomar el asfalto y a correr en libertad. Ese reloj que contiene toda la emoción de una carrera de bólidos es el Intra-Matic Auto Chrono, y a través de su diseño vanguardista cuenta su propia historia, como todos los modelos que han nacido en la factoría de Hamilton, firma relojera perteneciente al grupo Swatch.

El Intra-Matic hunde sus raíces en una época efervescente para la cultura automovilística estadounidense: los años 60. En aquellos días, los mejores fabricantes de coches del país de origen de Hamilton (fundada en 1892 en Lancaster, Pensilvania) comenzaron a ofrecer vehículos deportivos producidos en serie de aceleración rápida, con carrocería ancha y baja y potente motor que terminaron participando en pruebas de circuitos. Los que ganaban obtenían prestigio y ventas, lo cual llevó a los fabricantes a competir por lanzar coches cada vez más veloces. Mientras, algunas casas relojeras de prestigio, que empezaban a coquetear con un estilo de vida similar al del automovilismo, pugnaban por crear el primer calibre de cronógrafo automático del mundo para medir tiempos cortos.

Ahí estaban Zenith, Seiko y un consorcio formado por Hamilton (a través de la relojera Buren, de su propiedad), Breitling, Heuer (hoy TAG Heuer), y el especialista en movimientos Dubois-Depraz. Fue en 1969 cuando aquella asociación dio sus frutos: el Chrono-Matic o Calibre 11, según la relojera que lo utilizara. “La primera marca que tuvo un reloj con cronógrafo automático en el mercado para el consumidor final fue Hamilton, que ha sido muy activa en cuanto a innovaciones a lo largo de sus 133 años de trayectoria”, dice Vivian Stauffer, CEO de Hamilton.

Aquel Chrono-Matic y el resto de cronógrafos que Hamilton ideó en los 60 han evolucionado hasta el Intra-Matic actual, que integra la última tecnología relojera sin perder la esencia de aquellos ejemplares originales: una esfera bicompax (con dos subesferas), una ventana de fecha en la parte inferior, un conjunto de pulsadores en el lado derecho de la caja y una correa de piel de becerro perforada que remite a la carretera.

Tres nuevas versiones

El Intra-Matic Auto Chrono de 2025 presenta un look retro innegable, pues es un reloj que ejerce de tributo a sus orígenes. Hamilton ha revelado tres versiones de 40 mm de diámetro y 14,45 mm de grosor con la caja de acero con revestimiento de PVD negro, para emular la estética de los superdeportivos modernos. Lo que cambia en cada versión es el color del taquímetro (que mide la velocidad media entre dos puntos en función del tiempo transcurrido) y de la aguja central del cronógrafo, amarillos, naranjas o blancos, así como el de las perforaciones de la correa. Tanto los índices como las manecillas centrales de horas y minutos están rellenos de material luminiscente para facilitar su visibilidad nocturna.

Dentro, los tres portan el Calibre H-31 de la marca, con función de cronógrafo automático y fecha, y con una espiral Nivachron, que reduce la influencia perjudicial sobre el movimiento de los campos magnéticos que nos rodean. La sólida reserva de marcha asciende a 60 horas, y la resistencia al agua del conjunto es de 100 metros, aproximadamente. Por un precio de 2.595 euros, el Intra-Matic Auto Chrono de Hamilton brinda una buena dosis de adrenalina y un concentrado de la mejor relojería suiza.

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