Ángel Nigorra llegó a Bizum cuando el proyecto se ponía en marcha en octubre de 2016. Cinco años después, con la expresión “te hago un bizum” ya asimilada a la jerga común, han cerrado 2020 duplicando las cifras del año anterior, con más de 13,6 millones de usuarios, y por encima de los 210 millones de operaciones, con un volumen de unos 10.000 millones de euros.
¿Quién tuvo la idea de crear un servicio de transferencias electrónicas instantáneas entre cuentas?
Fue el Banco Central Europeo el que se marcó el propósito de generalizar las transferencias instantáneas. En nuestro país, esta iniciativa llegó a través del Banco de España. Y mediante este, a las entidades, que crearon un programa sectorial para dar forma a tal objetivo. Dicho programa no solo se ha limitado a establecer ese sistema de transferencias instantáneas, sino que ha creado un servicio que ha dado un valor añadido al usuario. Eso pretendía ser y es Bizum, intuyendo que los usuarios demandarían un sistema de pago más fácil, rápido, cómodo y seguro.
Ya existían sistemas similares, como PayPal, pero que no venían avalados por el Banco Central Europeo.
La principal diferencia es que Bizum es un proyecto colaborativo entre prácticamente todas las entidades de la banca española. Esto hace que sea un proyecto, ya de salida, muy distinto a las iniciativas existentes y aparentemente similares. Y ello hace de Bizum un servicio universal.
Ese es su principal punto diferencial junto con el hecho de que Bizum se centra en las transferencias entre cuentas corrientes.
Las cuentas corrientes, efectivamente, habían sido muy poco usadas en pagos instantáneos electrónicos, y Bizum se focaliza en ello a través del móvil, insistiendo en el triángulo facilidad, rapidez y seguridad. Además, nos anticipamos a una tendencia, ya que todo indica que en 2030 el 60% de los pagos instantáneos por comercio electrónico se harán directamente desde una cuenta corriente. Y el 20% de los presenciales, también.
Uno de los principales retos debió de ser transmitir la idea de que Bizum, pese a ser un sistema de pago electrónicos, era totalmente seguro.
Hay distintos objetivos fundacionales. El primero, y casi conceptual, era ofrecer una alternativa al pago con efectivo. Para conseguirlo, empezamos ofreciendo primero el pago entre particulares; un nicho que aún no estaba cubierto. Podríamos decir que Bizum ha generado esta demanda, pues era algo que en 2016 no existía: resolver pagos cotidianos con el móvil. La seguridad es intrínseca al proyecto, está totalmente garantizada. Lo que ofrece Bizum es confianza para que los usuarios operen con este sistema de pagos cotidianos entre ellos. Y hemos conseguido que para esos pequeños pagos ya no se tire de cartera sino de teléfono móvil.
El éxito de Bizum puede medirse por el hecho de que el proyecto forma parte ya del lenguaje popular con la expresión “te hago ‘un bizum”.
Evidentemente, para nosotros es fundamental y estamos muy satisfechos con este éxito. Realmente estas expresiones se han vuelto coloquiales. Ya forma parte de nuestro lenguaje porque nos ayuda a resolver problemas de pequeños pagos cotidianos. Los usuarios son los grandes dueños y prescriptores del servicio. El próximo paso es que ese “hazme un bizum” no sólo haga referencia al pago entre particulares, sino que también sirva para el pago de un televisor o de un viaje.
¿Cuáles son los retos para el futuro?
Queremos ampliar la paleta de usos del servicio hasta que sea un sistema de pago de corte general. Llevamos ya un año ofreciendo la posibilidad de pago a comercios electrónicos. Terminamos 2021 con más de 8.000 comercios de muy distintos sectores adheridos, algunos de ellos grandes comercios.
¿Y el pago a través de Bizum en el comercio presencial?
Será lo siguiente. Ya tenemos una primera experiencia con las loterías: 11.000 puestos de Loterías y Apuestas del Estado en los que se puede pagar con Bizum. A corto plazo, el foco seguirá siendo el comercio electrónico, pero desarrollando también esa parte de comercio presencial.
Y un Bizum profesional para poder realizar pagos a profesionales autónomos: electricistas, carpinteros, fontaneros, transportistas…
Ya hay bancos comercializando esta solución. Es lo que nosotros llamamos pagar por enlace: cuando un profesional va a tu casa y realiza un servicio, en su móvil y a través de Bizum, introduce el importe por ese trabajo realizado y el número de teléfono del cliente, y este recibe un enlace para poder realizar el pago. A lo largo de 2021, iremos viendo soluciones más específicas para este tipo de necesidades.
¿El futuro ya no pasa por las monedas, ni los billetes o incluso las tarjetas de crédito?
El futuro de los sistemas de pago pasa por el móvil. Esta es la apuesta de Bizum. Aun así, creo que las tarjetas bancarias todavía tienen un largo recorrido por delante.
¿Y el efectivo?
Se va a reducir su uso significativamente. Hay consenso en que los medios de pago electrónico son más eficientes, seguros, transparentes e incluso más limpios y ecológicos para la sociedad. De lo que no soy partidario es de prohibir. Soy partidario de que los usuarios prefieran el pago electrónico al del efectivo, pero no de prohibir. Y esto deriva en que siempre habrá quien quiera hacer servir el sistema tradicional de pago con efectivo, aunque irá perdiendo peso con el paso del tiempo frente al pago electrónico.