Recién llegado del Mobile de Barcelona, Rob Thomas, Senior Vicepresidente de IBM, nos recibe en sus oficinas de Madrid. Para él, asistir al Mobile ha sido una gran satisfacción porque supone un regreso a la “normalidad”. Rob es responsable de las ventas mundiales de la compañía, así como de las asociaciones estratégicas y de impulsar, entre sus clientes, la adopción de la nube híbrida y la Inteligencia Artificial.
PREGUNTA. ¿Cómo contribuye la división española de IBM a la firma global?
RESPUESTA. IBM lleva en España mucho tiempo, casi 100 años, y para nosotros es un mercado estratégico. Si echamos la vista atrás y pensamos en todos los proyectos en los que hemos participado a lo largo de todos estos años, podemos decir que somos un socio solido y constante, y que formamos parte del desarrollo de la economía española. Desde 1926, venimos trabajando tanto con instituciones públicas, como con empresas de todos los sectores; desde bancos a compañías de telecomunicaciones. De hecho, los bancos y empresas de telecomunicaciones españolas son una parte fundamental de nuestro negocio y contamos con grandes partners estratégicos en España como Telefónica o CaixaBank. Además, si analizamos con detenimiento lo que está sucediendo en el mercado español en estos momentos, nos daremos cuenta de que se ha convertido en una de las economías de la UE con mayor crecimiento y mayor dinamismo en cuanto a la transformación digital de su tejido empresarial y eso es una gran noticia para todos.
P. IBM es una compañía centenaria. ¿Cuál es la fórmula para seguir liderando el mercado entre todas esas nuevas compañías tecnológicas?
R. Desde sus inicios, IBM se ha definido no por sus estrategias o sus productos, sino por su cultura de mirar más allá, al futuro, y detectar las necesidades de los clientes y las tendencias de los mercados. La innovación y la adaptación han formado parte de nuestra razón de ser desde el origen y por eso estamos siempre en constante evolución, pendientes de las necesidades de nuestros clientes y de las oportunidades que nos ofrece la tecnología.
Es por eso que hoy podemos decir que somos una IBM significativamente diferente, enfocada en la ejecución de una estrategia de negocio muy definida, con mayor capacidad tecnológica y más sólida desde el punto de visto financiero. Mantenemos una firme apuesta por la oportunidad que brindan la nube híbrida y la inteligencia artificial (IA) en el marco empresarial. En este sentido, vemos cómo poco a poco la nube híbrida se está convirtiendo en una realidad para la mayoría de los clientes y la IA se va infundiendo en el software como la única forma de dar sentido al crecimiento de datos masivo.
P. ¿Cómo se mantienen al día con todas esas nuevas tecnologías que han emergido recientemente como Cloud, Inteligencia Artificial, blockchain o la computación cuántica?
R. En IBM siempre tenemos un ojo puesto en el futuro y aunque todavía estamos en los primeros pasos de desarrollo de algunas de estas tecnologías, está claro que hemos entrado en una nueva fase, especialmente desde la irrupción de la pandemia. Muchas empresas consideran que las Tecnologías de la Información se han vuelto más complejas en los últimos años y por eso queremos contribuir a simplificar los procesos y, así, optimizar y escalar las inversiones de nuestros clientes.
El uso del cloud ha hecho más rápida y fácil la innovación, aunque sí es cierto que los entornos en silos siguen creando fricciones y ralentizando la capacidad de escalado. Con una experiencia de cloud más sencilla se eliminarían estos silos y se crearía una visión más holística de las Tecnologías de la Información. En IBM apostamos por el concepto de nube híbrida, y ofrecemos una nube pública, abierta y segura para empresas, que pueda combinarse con otras nubes públicas o privadas, y gestionarse con una plataforma común y desde un único panel.
Con respecto al blockchain, cada vez son más las empresas que recurren a esta tecnología porque permite mejorar la eficiencia, la trazabilidad de sus cadenas de suministro y mitigar riesgos, lo que en última instancia, les permite reducir costes y/o generar nuevas sinergias. Al crear sinergias entre diferentes organizaciones, podemos crear modelos de negocio completamente nuevos y de mayor valor.
P. La pandemia ha impulsado y acelerado la digitalización. ¿Cómo ha hecho una compañía como IBM para seguir trabajando en unas condiciones tan difíciles y qué oportunidades ha traído?
R. La pandemia sólo ha acelerado lo que ya era inevitable: la digitalización y el impulso de la IA. Muchos clientes se han visto obligados a preguntarse cómo avanzar en su digitalización o cómo automatizar sus procesos de forma más eficiente. Es obvio que muchas empresas han tenido que mejorar su resiliencia y adaptarse a las nuevas circunstancias para asegurar su continuidad, pero lo que hemos vivido no ha sido sino la aceleración de un proceso que ya sabíamos era inevitable y que las empresas tenían en sus agendas como un objetivo a medio/largo plazo, y que, de repente, ha pasado a primera línea como un objetivo prioritario. Esto ha supuesto, en primer lugar, un desafío para todas las empresas, pero también nos ha brindado una gran oportunidad, ya que nos ha permitido avanzar en esos procesos de transformación digital a gran velocidad y en muy poco tiempo, y a la vez generar mayor confianza, por parte de las empresas, en la tecnología.
P. ¿Cómo afectarán las nuevas tecnologías a los trabajos del futuro?
R. Lo importante de la tecnología no son sus capacidades, sino su enorme potencial para aumentar las nuestras. El primer beneficio que nos aporta la tecnología a las empresas y a sus empleados es ser una herramienta que nos “des-robotiza”, porque nos libera de aquellas actividades y tareas que son muy repetitivas, intensivas en el uso de datos y de poco valor añadido. Esto nos permite a las personas centrarnos en aquellas actividades y tareas donde son más necesarias y valiosas nuestras fortalezas únicas: nuestra creatividad, nuestra capacidad de juicio, nuestra empatía…
Otro beneficio que nos aporta la tecnología, en este caso la IA, es transformar cómo hacemos las cosas. Embeber la inteligencia artificial en los procesos de negocio nos permite gestionar un ingente volumen de datos, realizar mejores predicciones y recomendaciones, y, sin duda, tomar mejores decisiones de una forma más ágil.
Un claro ejemplo de este modelo hibrido son los Asistentes Virtuales y su incorporación a los procesos de algunas compañías para reforzar sus capacidades y centros de atención a clientes.
El inicio de la pandemia incrementó la demanda de asistentes virtuales en las funciones de atención al cliente en muchas empresas. Nosotros trabajamos desde hace años con el banco NatWest, que automatizó algunos de los servicios de atención al cliente con un chatbot y liberó así a algunos de sus trabajadores para que pudieran dedicarse a resolver problemas de mayor calado. El resultado fue un aumento en la satisfacción de sus clientes gracias a la utilización de esta tecnología.
P. ¿La robotización es una amenaza o una oportunidad?
R. Frente a una visión apocalíptica de la Inteligencia Artificial como un adversario de nuestras capacidades, su verdadero valor es justo el contrario: es una formidable herramienta que complementa, potencia y nos ayuda a aumentar nuestra propia inteligencia, no a sustituirla.
Todas las revoluciones tecnológicas han supuesto la destrucción de unos empleos y la creación de otros, porque la forma de producir cambia, se transforma y genera nuevas oportunidades, así que no hay que quedarse con esa parte negativa, sino con que debemos adaptarnos y utilizar la Inteligencia Artificial y la tecnología para dar a nuestros empleados nuevas herramientas con las que hacer mejor su trabajo. La IA no va a reemplazar a las personas, sino que las personas que sepan utilizar la IA reemplazarán a las que no sepan utilizarla.
P. ¿En qué campos se van a generar las oportunidades de trabajo para las futuras generaciones?
R. Hoy en día, las empresas sólo utilizan una pequeña parte de todos los datos que poseen, así que creo que la capacidad para comprender, analizar, procesar y recopilar los datos va a ser absolutamente clave en el futuro.Para impulsar esta ventaja es necesario contar con una arquitectura de datos que transforme la información en conocimiento y para ello hay que poner los datos adecuados en manos de las personas adecuadas. Y ahí estarán los empleos del futuro: ingenieros de datos, científicos de datos o analistas de datos.
El año pasado IBM realizó un estudio que concluía que, en un plazo de unos tres o cuatro años, alrededor de 120 millones de trabajadores de las doce economías más grandes del mundo podrían necesitar formación o recualificación debido a la digitalización. Sin duda, la pandemia ha acelerado esa necesidad. De ahí que sea tan importante fomentar el desarrollo de nueva habilidades digitales y tecnológicas.
P. ¿Qué capacidades serán las más demandadas?
R. Para estar capacitados y poder acceder a los trabajos del futuro con éxito, es esencial invertir en una educación que apueste por las skills y habilidades digitales. Creemos que el desarrollo de las habilidades tecnológicas, como el análisis de datos, la ciberseguridad, la IA o el cloud computing, serán claves para impulsar las carreras profesionales de las personas y formar una fuerza de trabajo resiliente.
Para ello, hay que actuar en toda la cadena educativa para así despertar más vocaciones tecnológicas en los primeros niveles de enseñanza, seguir potenciando la formación profesional, ayudar a las universidades y a los emprendedores e incentivar los planes de formación interna de las empresas.
En este sentido, creo firmemente que las empresas tecnológicas tenemos la responsabilidad de contribuir decisivamente a afrontar este gran reto formativo y es por ello que nos hemos comprometido a formar a 30 millones de personas antes de 2030 en estas capacidades a través de nuestras plataformas de formación gratuita como SkillsBuild.
P. Recientemente han lanzado el informe del índice de amenazas X-Force. Con todos estos ciber ataques y ‘hackeos’, ¿Cómo podemos afrontar la desinformación y proteger nuestros datos?
R. La revolución tecnológica que estamos viviendo es un camino que no tiene marcha atrás y por eso debemos asegurarnos de que estamos avanzando en la dirección correcta, protegiendo adecuadamente nuestros datos y asegurándonos de que la seguridad de las compañías es sólida y confiable. Para ello es imprescindible dejar atrás el concepto de seguridad pasiva y crear tecnologías dinámicas que aprendan con cada uno de los ciberataques. Así conseguiremos una seguridad más fuerte y resiliente que no se quedará obsoleta en unos días, meses o años, sino que se irá actualizando y evolucionando con el tiempo.
Desde el punto de vista empresarial, y teniendo en cuenta el crecimiento de las amenazas de los últimos años, se ha vuelto esencial contar con una protección adaptable y continua para los usuarios y sus datos. En este aspecto, apostar por un modelo de seguridad como el de confianza cero o Zero Trust ofrece la protección necesaria para las aplicaciones, usuarios y dispositivos, así como para su información.