Tras un 2020 turbulento, los inversores buscan motivos para ver la luz al final del túnel en todas las clases de activos. Indicios para tratar de prever que la recuperación esperada pueda generar rentabilidades en las carteras. También, en el mercado de la renta fija, que no ha sido ajeno a la incertidumbre macroeconómica.
Ese telón de fondo da lugar a un panorama muy incierto.“Creemos que ahora la cautela en el momento de seleccionar activos es necesaria”, describe sobre la situación actual Craig MacDonald, jefe global de Renta Fija de Aberdeen Standard Investments. A pesar de las caídas a principios de este año, la mayoría de los sectores de bonos corporativos con grado de inversión se han recuperado, proporcionando rentabilidades positivas gracias, tanto a la caída de los rendimientos de los bonos del gobierno, como a las políticas monetarias y fiscales. La cuestión es: ¿Y ahora qué?
“Cuando las economías mundiales comiencen a recuperarse en 2021, esperamos que los gobiernos y los bancos centrales mantengan su respaldo”, añade MacDonald. No obstante, a su modo de ver, es importante seguir siendo conscientes de las incertidumbres y los riesgos que se vislumbran en el horizonte. “Eso sí, si las turbulencias del mercado aumentan, creemos que los bonos corporativos ofrecerán más estabilidad que la mayoría de los activos”, matiza.
Los bancos centrales más importantes a nivel mundial, especialmente la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, ya han expresado sus intenciones de mantener unas políticas de tipos de interés laxas y un escenario absolutamente acomodaticio. Es decir, medidas que repercuten directamente sobre la inversión en bonos.
Si se atiende al probable comportamiento del bono a 10 años de Estados Unidos, referente en este espectro, pueden encontrarse algunas respuestas. Felipe Villaroel, gestor de TwentyFour AM (Boutique de Vontobel AM), prevé que para finales de 2021 su retorno sea del 1,30%. “A la luz de los resultados de las elecciones de Georgia y la probabilidad de planes de estímulo fiscal más amplios, este objetivo parece ligeramente bajo y posiblemente el nivel de 1,50% sea más realista”, pronostica.
En dirección al optimismo
Ahora, el entorno ha cambiado y parece más optimista. De hecho, la renta fija de alto rendimiento puede verse favorecida a expensas de la deuda pública. “De ahí a que demos preferencia a los bonos emergentes denominados en divisas fuertes (USD o EUR) y a los bonos corporativos de los países desarrollados, en particular a los subordinados”, Guy Kohemun, Head of Discretionary Portfolio Management Switzerland EdRAM .
Los rendimientos de los bonos corporativos siguen siendo más altos de lo que eran antes de la covid-19, particularmente en Europa. “Por lo tanto, sus precios podrían aumentar aún más”, agrega Kohemun.
Mark Holman, CEO de TwentyFour AM (Boutique de Vontobel AM), muestra, igualmente, una visión constructiva en esta clase de activo, pues la posición técnica sigue siendo tan firme como lo ha sido en los últimos nueve meses. “Los inversores pueden esperar así una continuación de la restricción del crédito que prevalecía el año pasado, ya que la nueva oferta de enero no logra absorber el apetito de los gestores de bonos”, aventura.
El esquema actual, por lo pronto, ya ha favorecido a generar un aluvión de emisiones de bonos tanto gubernamentales como corporativos en muchos segmentos dentro de este mercado. Una dinámica que podrían mantenerse y presentar aún más potencial del que se ha visto hasta la fecha.
“Nunca habíamos visto un impacto tan fuerte, especialmente en los índices de deuda subordinada referenciados en euros”, expone Jérémie Boudinet, gestor del fondos de crédito de La Française AM. A pesar de la fuerte corrección del mercado en marzo, los índices de deuda subordinada, especialmente de CoCos, se han recuperado rápidamente en comparación con otras clases de activos. “Ofrecen rentabilidades muy atractivas”, dice Boudinet en aras de recomendar una estrategia que incluya este tipo de vehículos.
Mientras, los fondos de renta fija core de gran calidad han servido para contribuir a las pérdidas de las carteras equilibradas. Por el contrario, ahora que los mercados han recobrado la calma, se podría pensar que ya no es necesario invertir en este tipo de renta fija, pero no es así, según Mike Gitlin, director de renta fija de Capital Group:“Con independencia del entorno, un fondo de renta fija de gran calidad es fundamental a fin de equilibrar y fortalecer la cartera para lo que depare el futuro”.
China: la alternativa más deseada
Las repercusiones económicas de la pandemia del covid-19 han puesto de relieve, en todo caso, el atractivo de los mercados de bonos soberanos y corporativos de China, además del papel que pueden desempeñar en las carteras. Los retornos netos de los bonos chinos en el extranjero se están negociando a sus niveles más atractivos en relación con los soberanos de los mercados desarrollados mundiales.
“Los bonos del gobierno chino, a un 3,25% aproximadamente, ofrecen un perfil de rentabilidad asimétrico para los inversores, con un margen de caída limitado, pero con potencial de apreciación de los precios”, opina David Cheng, director de inversión en renta fija asiática de Schroders.
Así, la creciente presencia de los bonos chinos en los índices mundiales de bonos, tras su inclusión inicial en 2020 y la mayor internacionalización del renminbi, son también factores favorables. “Los flujos registrados de enero a agosto de 2020 en el mercado de renta fija interna de China ya habían superado los movimientos anuales totales registrados en cualquier año anterior de su historia, lo que pone de relieve la fuerte demanda de los inversores mundiales”, termina Cheng.