Lo que comenzó hace casi un siglo con una empresa de corretaje en Zúrich hoy ha crecido hasta convertirse en una empresa global de gestión de activos.
¿Cómo ve Vontobel la situación económica que hemos vivido durante este último año?
Nuestra apuesta desde el minuto uno de la pandemia fue que el principio iba a ser lo peor. Parece evidente, pero nosotros lo vimos como un apagón económico que luego iba a mejorar, como esos interruptores que van poco a poco subiendo la intensidad de la luz. Desde la oscuridad y de forma progresiva, así se iba a iluminar poco a poco la economía. Algunos sectores van a salir favorecidos porque muchos de los paradigmas que ha creado el Covid han venido para quedarse. El ciclo iniciado por la crisis de 2008 está terminando y esta pandemia ha iniciado uno nuevo.
¿Qué podemos esperar de este nuevo ciclo?
Desde 2008 creemos que los crecimientos van a ser más lentos porque se genera muy poca inflación y prevemos que no habrá subidas de tipos en el corto plazo. El crecimiento será más sosegado y los tipos de interés más bajos en el largo plazo. Los activos permanecerán más tiempo en las carteras y se requerirá más paciencia en las inversiones para acompañar ese crecimiento ralentizado, que obligará a nuevas formas de inversión. Quien quiera mayores rendimientos tendrá que asumir mayores riesgos y por eso pensamos que los países emergentes atraerán muchos inversores.
¿Por qué muchos inversores son reticentes a invertir en emergentes?
Principalmente por la volatilidad, porque son países con mayor riesgo y porque tienen o han tenido economías menos cimentadas que los países desarrollados. Cualquier escándalo político o incluso una mala noticia económica hacía que todo el dinero invertido se escapase, para buscar refugio en activos de países desarrollados. Esto lo llamamos inversiones turísticas, porque entras pensando que va a ir bien pero al menor susto te vas. Creemos que la volatilidad va a bajar a medida que admitamos que tenemos que tener proporciones más estables en nuestras carteras.
¿Cómo afecta el cambio polítco en EE UU?
Cualquier noticia en un país emergente hubiera hecho que los mercados reaccionaran de forma abrupta, pero EE UU es una economía desarrollada y ha demostrado su fortaleza económica. Casi no ha habido reacción negativa. Sin embargo, creemos que va a haber un cambio sectorial. Hasta el momento de las elecciones en Georgia creíamos que el desarrollo iba a mantener un status quo con respecto a la administración Trump, pero al conseguir Biden el Congreso y el Senado, sí que puede haber cambios mayores. Toda la economía verde saldrá beneficiada y también el sector de infraestructuras. En cuanto al sector sanitario, hasta ahora funcionaba muy bien porque Trump casi obligó a retomar los seguros privados, pero si vuelve la sanidad pública, la privada puede bajar. También creemos que el pulso con China por la hegemonía económica va a continuar, pero igual no en términos tan beligerantes y sí con más dialéctica.
¿Cómo va a reaccionar Europa?
Con respecto al Brexit parece ser que lo peor ya ha pasado, porque se ha llegado a un acuerdo por ambas partes que ha terminado con la incertidumbre, que era lo más dañino para todos. El BCE ha reaccionado bien con el Covid y está apoyando a la economía en todo lo necesario para conseguir la recuperación. Las bolsas europeas llevan mucho tiempo sin crecer y se consolida el paradigma de crecimiento lento, con tipos bajos. Tenemos desventaja en tecnología respecto a EE UU, pero ventaja en bienes de lujo, que se consumen mucho en economías emergentes y es uno de nuestros mayores activos en Europa. Por otro lado, éramos un continente con un sector bancario muy fuerte pero muy dañado por la crisis de 2008 (en cuanto a beneficios, no en cuanto a solvencia), y al tener tanto peso en la economía europea, va a salir perjudicado por los tipos bajos. Otro sector que saldrá reforzado en Europa es el automovilístico, que ha sufrido una gran transformación hacia coches de bajas emisiones, con consumos más limpios y abaratando costes.
¿Qué sectores saldrán más beneficiados?
Los sectores que van a subir en Europa serán el automóvil, infraestructuras, la economía verde, el lujo y los bienes de primera necesidad o consumo básico. La ESG también ha llegado para quedarse. Empezó como un tema ético pero se ha comprobado que cuando realizas inversiones con un filtro ESG (Environmental, Social and corporate Governance) consigues un mayor retorno. Por ejemplo, si una empresa contamina mucho, tarde o temprano recibirá una multa y tendrá que ponerse al día en su producción. Ese dinero se detraerá del beneficio de la empresa y castigará al accionista. Las empresas avanzadas en medio ambiente y las mejor gobernadas tendrán ventaja sobre las demás, porque tener responsabilidad social ayuda en la percepción de la marca y hace que se facture más a largo plazo.